[Experiencias roleras] Cid nos escribe sobre Kingdom Hearts.

Siempre se ha considerado la época de la primera Playstation como la edad dorada del género RPG (incluyendo la época  final de SNES si se prefiere). Sin embargo, el papel de Playstation 2 fue muy importante en la consolidación de este éxito iniciado en su predecesora (especialmente en Europa, donde no nos llegaron muchos de los RPGs más importantes de SNES).

En este sentido, Playstation 2 ofreció grandes continuaciones de las series que habían triunfado en PSX (Final Fantasy X, Wild Arms 3-5, Grandia 2, Suikoden V, Xenosaga...), dio a conocer otras (trayendo las primeras entregas de Dragon Quest, Persona o Valkyrie Profile que veían la luz en el viejo continente) e incluso creó nuevas licencias (Shadow Hearts, Dark Cloud, .hack, ...). De entre estas nuevas sagas iniciadas en PS2, destaca sin duda por su número de entregas e importancia en la actualidad: Kingdom Hearts.

Kindom Hearts nació con la propuesta de crear un crossover entre los universos de Disney y Final Fantasy, dos franquicias multimillonarias. Debido a esta temática, debía tratarse de un RPG accesible y dirigido a un público muy amplio lo que casaba muy bien con el público de la consola, quizás una de las claves de su éxito (inicialmente estaba previsto para GameCube y todavía hoy en día muchos se preguntan qué hubiera pasado con la saga de haberse lanzado en la consola de Nintendo).

El éxito de este primer juego llevó a la realización de un spin-off en GBA y posteriormente una secuela en PS2. Actualmente la saga es una de las mejor cuidadas de Square-Enix, habiendo lanzado hasta 12 títulos para 7 sistemas diferentes (incluyendo remasterizaciones y versiones extendidas). Así pues, en este entrada repasaremos el germen del éxito para comprobar si el primer juego de la saga es tan bueno como se suele considerar.

El universo de Kingdom Hearts está dividido en pequeños mundos, algunos de los cuales representan películas Disney, mientras que otros son originales del juego. La trama comienza cuando el mundo de los protagonistas es atacado por unos extraños monstruos, llamados sincorazón. Dichos seres raptan a la mejor amiga del protagonista y éste emprende un viaje junto con Donald y Goofy por los distintos mundos para buscarla, al tiempo que luchan contra la amenaza de los sincorazón que intentan llenar dichos mundos de oscuridad.

En general la saga Kingdom Hearts se caracteriza por un argumento enrevesado, lleno de misterios y puntos no explicados con claridad. Sin embargo, este primer juego cuenta con una historia más bien simple, de carácter episódico y en la ni siquiera aparecen algunos de los principales personajes de entregas posteriores. Únicamente al final del juego la trama parece avanzar, explicando algunos detalles importantes para futuras entregas.

Además, la mayor parte de la historia se narra en cinemáticas que cuentan hechos que ocurren en escenarios donde no se encuentra nuestro personaje, por lo que podrían eliminarse completamente y el resto del juego seguiría teniendo sentido. Así, la historia que nosotros realmente vivimos suele estar basada en la trama de la película de Disney en la que está ambientado el mundo que nos toca jugar. Para mí estas historias carecen de interés al ser versiones mal contadas de películas que ya conozco. Caso especialmente grave el del mundo de Tarzán (una de mis películas preferidas de mi infancia) que cuenta con algunas cinemáticas que carecen completamente de sentido.

La escena que empieza a partir del 17:35 no tiene desperdicio

Sin duda, uno de los puntos más fuertes del juego. A nivel de estilo artístico creo que Nomura consigue casar muy bien en este juego los mundos de Final Fantasy y Disney, creando un estilo de dibujo animado sin necesidad de usar el cell-shading. Técnicamente también roza un muy buen nivel para tratarse de una Playstation 2, destacando sobre todo una cinemática inicial impresionante que sería marca de la casa para futuras entregas de la serie.

Así mismo, los mundos que visitamos son pintorescos, claramente diferenciados y en general bien inspirados en las películas que representan. Finalmente, destacar en este apartado por encima de todo la banda sonora del juego, firmada por una de las mejores compositoras en el mundo del videojuego: Yoko Shinomura, responsable también de la música de juegos como Live A Live, Radiant Historia o Xenoblade Chronicles. Especialmente impresionante el tema vocal Simple and Clean, aunque muchas de las canciones diseñadas para los nuevos mundos no se quedan atrás (personalmente me encanta la melodía de Ciudad del Paso).

En general, el diseño artístico del juego, enmarcado por una música espectacular representa el mayor punto fuerte del mismo. En mi opinión, crea un envoltorio perfecto responsable en gran parte del éxito del título y del fenómeno fan alrededor de esta franquicia. Una pena que el propio contenido del paquete no esté tan a la altura, al menos en esta primera entrega. Siempre desde un punto de vista personal.

Muchos califican el sistema de juego de este Kingdom Hearts de demasiado simple y con poca profundidad. Sin embargo, considero que se trata de un sistema bastante sólido y adictivo que prácticamente redefine los JRPG de acción modernos. Este subgénero, que vio su época de esplendor en los tiempos de SNES, había sido relegado prácticamente sólo a las sagas Tales of y Star Ocean tras el salto a las tres dimensiones, dos sagas que, en esos tiempos, todavía seguían usando sprites en sus diseños. Kingdom Hearts consigue crear un sistema interesante y accesible en el que. además. destaca la ausencia de transición a la batalla, siendo éstas sobre los propios escenarios que visitamos (recurso cada vez más utilizado en los JRPG actuales, como Tales of Zestiria por ejemplo).

Si bien es algo sencillo, este sistema se iría perfeccionando en futuras entregas de la saga (a destacar el cambio introducido en Kingdom Hearts: Birth by Sleep) hasta el punto de que el futuro Final Fantasy XV parece que se inspira bastante en estas mismas mecánicas de combate. No querría dejar de destacar las invocaciones (marca Final Fantasy) que resultan no sólo espectaculares sino también bastante curiosas y divertidas (podemos invocar a personajes Dinsey como Simba, Dumbo o Mushu).

Sin embargo, como mayor punto negativo del combate aparece una IA desastrosa de los personajes no controlables del grupo (Donald y Goofy, uno de los cuales puede ser sustituído por un personaje propio del mundo Disney en el que nos encontremos). Dichos personajes tienen algunos parámetros modificables y ajustables mediante menús pero en general resultan muy poco útiles, perdiendo sus puntos de vitalidad y magia con bastante rapidez, independientemente de los ajustes que realicemos e incluso del nivel que tengamos.

Finalmente, no quiero dejar de nombrar algunos elementos del sistema de juego que no forman parte del sistema de combate propiamente dicho y es el que también podemos encontrarnos con algunos momentos de plataformeo. en los cuales el control del salto está horrorosamente implementado (creo que el salto más raro que conozco en cualquier videojuego). Además, el control de la cámara también es bastante tosco, pudiendo sólo moverla hacia la derecha o la izquierda y no hacia arriba o abajo, algo que se arregló en la segunda entrega.

Horroroso también es el control de los niveles de Shoot'em up introducidos para desplazarnos de un mundo a otro (si RPG y plataformas ya parecía una combinación rara no sé por qué tuvieron que introducir este elemento).

Personalmente, pienso que el diseño de niveles se trata de uno de los apartados más desaprovechados del juego. Tras lograr crear un universo que mezclara de manera creíble los mundos de Final Fantasy y Disney, me parece una verdadera pena cómo no se logra sacarle todo el potencial a nivel jugable y de dearrollo de niveles. Creo que el diseño de niveles es uno de los aspectos más importantes a la vez más infravalorados a la hora de crear un buen videojuego (me encanta Dark Souls, pero lo aprecio más por su inteligente diseño de niveles que por la mil veces nombrada alta dificultad). En este sentido, los mundos de Kingdom Hearts están formados por escenarios interconectados no demasiado amplios, llegando a crear en ocasiones incluso sensación de claustrofobia.

Lo peor de todo es que la selección de películas Disney a incluir es bastante acertada pero en la práctica la mayoría de ellos resultan bastante desilusionantes. El mundo de Hércules queda relegado principalmente a una arena en la que combatir con jefes finales tras terminar la historia. El mundo de Tarzán resulta a veces frustrante por el pésimo control en los saltos en las zonas con lianas. Si los niveles acuáticos ya suelen suponer un problema por su control en la mayoría de videojuegos, el mundo de la Sirenita es realmente infernal. El mágico mundo de Peter Pan se desarrolla íntegramente en la parte interior del barco del capitan Garfio, ni siquiera vemos la cubierta y todavía más sangrante es el caso del mundo de Pinocho, del que sólo vemos lo que nos dicen que es el interior de la ballena Monstruo (realmente parece que los protagonistas sufran alguno tipo de alucinación).

De todo el elenco de mundos visitados, prácticamente sólo se salvan los de Aladdín y Pesadilla antes de Navidad. Resulta paradójico que los mundos más interesantes sean los no inspirados en películas Disney como Islas del destino, Ciudad de Paso, o Bastión Hueco.

Resumiendo, Kingdom Hearts resultó un juego original, divertido, innovador, accesible y adictivo que destacó sobre todo por su genial apartado artístico y banda sonara. En términos generales, se trata de un buen ARPG con combates sobre los propios escenarios (sin transición).

Sin embargo, muchos errores de diseño lastran, a mi parecer, buena parte del resultado final. Un diseño de niveles bastante extraño, una pésima inteligencia artificial y un desastroso control me resultan defectos demasiado importantes para una compañía como la Squaresoft de esos tiempos. Suficientes errores como para dudar poder considerarlo entre los grandes juegos del género.

Muchos de estos defectos se irían puliendo en futuras entregas pero, sin embargo, la mayoría de los juegos lanzados hasta el momento son spin-off por lo que hay bastante expectación en ver el resultado final en la tercera entrega de la saga para consolas de nueva generación, que esperemos cumpla las expectativas de una larga espera tras la segunda entrega canónica.