[Experiencias Roleras] M2Hero nos escribe sobre Dragon Age Inquisition
Hola a todos y a todas, queridos lectores (y también amigos) de Destino RPG, aquí M2Hero. Tras unos días con dificultades para sacar esta entrada adelante, un servidor os trae las Experiencias Roleras sobre Dragon Age Inquisition, prometidas en los comentarios de diferentes artículos del blog.
Cabe decir que hace unas dos semanas que completé Inquisition (lo llamaré así en ocasiones de ahora en adelante, o bien DAI), y este tiempo me ha venido bien para "digerir" las sensaciones que me ha dejado esta tercera iteración de la saga de EA y Bioware. Aviso también, desde ya, que este texto puede tener bastante spoilers, ya que considero vital para analizar este título profundizar un poco en su historia, personajes y diálogos. Algunas cosillas son genéricas y no destripan nada, pero tendré la sensibilidad de indicar en los párrafos pertinentes, en letras mayúsculas, cuando ese fragmento de texto vaya a contener spoilers de los considerados "gordos".
Empecemos como me gusta empezar a mí: Con un poquito de introducción personal. Compañeros, soy MUY fan de Dragon Age. Con esto quiero decir que esta saga me la tomo muy en serio porque me ha hecho disfrutar de grandes momentos (videojueguiles) en el pasado: Me ha hecho sentir un guardia gris novato en la lucha de la Quinta Ruina, he pasado de ser un don nadie a ser el auténtico Campeón (y el que corta el bacalao) de Kirkwall, he interactuado con personajes que he amado u odiado con intensidad, se me ha escapado la lagrimilla en algún momento cuando los eventos me superaban, me he empapado del lore de Thedas como si fuera mi propio mundo y he tomado decisiones que yo mismo pondría en entredicho. Soy tan fan de la saga que veía (y veo todavía) más virtudes (y de más peso) que defectos en la denostada segunda entrega.
Descubrí Dragon Age: Origins un poco de rebote, como descubrimos muchas cosas buenas de la vida, un año después de su lanzamiento oficial. No miento si digo que fue mi primer contacto serio y duradero con el estilo del género que conocemos como RPG occidental... Y descubrí un nuevo mundo de posibilidades: Decisiones que cambiaban la historia que estabas jugando, frases de diálogo a elegir casi continuamente, un grupo de compañeros que gestionar y que no te amaban porque sí como a un líder supremo, sino que tenías que bregar con ellos y llevarte mejor o peor... El clásico "Elige tu propia aventura", pero llevado a un nuevo nivel. Lo sé, eso ya lo conocían de antes los que habían tocado clásicos de la envergadura de Baldur's Gate o similares, pero yo lo descubrí en 2010 con Origins. Si no hubiera sido por él, no podría decir hoy que, desde entonces, he jugado a prácticamente todos los RPGs occidentales que han caído por consolas desde 2010 hasta la actualidad. A ver si contagio un poco el espíritu entre esta, nuestra querida comunidad. : P
Un año después, en 2011, tras haber pasado por todos los DLCs de Origins, incluida su gran expansión The Awakening, llegó Dragon Age 2 y el jarro de agua fría para muchos... Pero no para mí. Quizá por mi condición de advenedizo del estilo occidental del género, pude pasar por alto muchos de sus pecados jugables y de diseño y me centré en disfrutar sus virtudes, de las que la principal es que la historia de la forja del Campeón de Kirkwall me enganchó hasta límites insospechados. Qué coño, con perdón, no era la historia de Hawke, YO era Hawke, hasta ahí el grado de inmersión por mi parte. Disfruté de DA 2, soy así de poco mainstream en ese aspecto xD.
Con esos antecedentes, y con más poso en esto de los RPGs occidentales, podréis entender (o no) que esperase como agua de mayo Dragon Age Inquisition (más de tres años, ni más ni menos). Estaba deseoso de volver a reencontrarme con Thedas, con los personajes que ya había conocido en los otros juegos de la saga y con los nuevos, de saber qué consecuencias habían tenido mis decisiones pasadas... y la verdad es que me quedé descolocado. Vamos a ver por qué.
Para mí, el elemento más importante de un RPG de corte occidental es este: Su argumento. En esta sección incluyo también los personajes, el peso de las decisiones que tomamos durante el desarrollo del mismo, los diálogos y las opciones que tenemos, relevancia de las misiones secundarias... Si esto cumple y destaca, los otros aspectos me son mucho más secundarios y ese título me tiene ya ganado. Precisamente por eso tengo tantos problemas con Inquisition a nivel personal, amigos míos.
La cosa continúa, tal cual, los hechos de la segunda entrega de la saga, situándose temporalmente muy cercana a esta (se ha optado por canonizar un poco lo que pasó y la partida que importemos cambia detalles, pero no el grueso de la trama). No entraré en demasiados detalles (omitid el párrafo por si acaso los que a estas alturas os planteéis coger el DA 2), pero el cisma entre magos y templarios (dos grupos que se odian bastante en el lore de Dragon Age) que se originó en Kirkwall ha alcanzado su punto álgido y ha desatado unos enfrentamientos que están sacudiendo el mundo. En esa tesitura, la Capilla (la entidad religiosa más extendida) decide intervenir, convocando una especie de concilio donde tratar de buscar una solución a las disputas. Pero algo sale muy mal, la Divina (la cabeza de la Capilla) acaba muerta junto a muchos de los asistentes a la reunión y una tremenda brecha se abre en el cielo, brecha a través de la cual los demonios invaden el mundo a voluntad. Tú, como protagonista, pobre insensato, te encontrabas en el concilio por diferentes motivos (depende de la raza que elijas y demás) y acabas con una extraña señal en la mano y acusado de varios de esos problemas, sin comerlo ni beberlo. Pero resulta que esa señal puede cerrar las múltiples grietas que se han abierto como consecuencia de la brecha (brechas en pequeñito). Así que de la noche a la mañana pasas a ser la última esperanza del mundo conocido, el Inquisidor, líder de una vieja organización que se deshizo hace tiempo pero que ha vuelto a ser conjurada en tu figura por el bien de la humanidad.
"Sólo sé que, si quisieras, podrías remover este mundo hasta sus cimientos"
No sé a vosotros, pero aquí pueden pasar básicamente dos cosas: Uno, que no conozcáis el universo de Dragon Age y la mitad de esto os suena a chino; dos, que la cosa os parezca épica de narices. Y es cierto, Inquisition contiene algunos momentos de epicidad en su argumento, pero extrañamente no tantos como los vividos en la Quinta Ruina con el guardia gris y tampoco tan interesantes como los encarnados por Hawke en DA 2. De hecho, el hilo principal de la historia no tiene demasiado interés (al menos para mí) hasta que pasamos la mitad del juego y ocurre "cierta" cosa. Como en todo buen RPG que se precie, si vamos rápidos y pasamos de las misiones secundarias, la historia central se queda en echarle unos pocos ratos, por lo que esa falta de interés inicial o de lentitud puede pasar desapercibida, pero... ¿Quién juega así a un RPG occidental? Al menos, yo no.
Y aquí está uno de los grandes pecados de Inquisition y que supone un bajón considerable respecto a las dos entregas anteriores: Las misiones secundarias son, en su mayoría, un síndrome del recadero (también llamado a veces "síndrome Skyrim") elevado al cuadrado. La inmensa mayoría de ellas carecen casi de cualquier tipo de trasfondo argumental y simplemente consisten en encontrar una determinada cosa, llevarla a un determinado sitio y recibir una determinada cantidad de experiencia, con escaso diálogo de por medio, con ninguna motivación especial por llevar a cabo la tarea salvo experiencia y equipo. Cuando el grueso del juego se compone de misiones de este tipo (y DAI tiene muuuuuchas, muchísimas, misiones secundarias), empezamos a entender que el tedio puede asomar en cualquier momento como uno sea un poco completista.
(Ojo, en este párrafo hay SPOILERS) De esa falta de interés y dejadez se ven contaminadas también las misiones de compañeros. Evidentemente alguna se salva, faltaría más, pero en general consisten en conseguirles tal cosa y entregársela, poco más. El grupo da la sensación de ser mucho menos orgánico que en Origins e incluso menos que en DA 2, cada uno va a su bola. Ciertamente, hay algunos secundarios interesantes, como Dorian o Solas, pero muchos de nuestros compañeros causan indiferencia general durante todo el juego, machacados también por unos diálogos no demasiado brillantes en general y una manera de enfocar los sentimientos algo ridícula en muchos casos. Personajes que regresan, como Lelliana o Hawke, no gozan de una relevancia como la que teóricamente merecerían y son meras sombras desdibujadas de lo que eran. (mención especial para Hawke, que se convierte en un auténtico sosainas con poco parecido con el que manejaste, imagino que porque es difícil transferir a un protagonista inmersivo como personaje no jugable que tiene que hacer sus cosas).
(En este párrafo también hay SPOILERS) Y, poco a poco, sobre todo si haces las misiones secundarias rollazo, vas llegando al final del juego y la cosa se pone más interesante, con la entrada de Morrigan y Flemeth en la ecuación, pero con un enemigo que cada vez desmuestra más y más que es un pelele y al que le falta empaque para ofrecer la epicidad que los momentos finales deberían ofrecer. Pero, entonces, acaba el juego (con una batalla final totalmente anticlimática), pasan los créditos y aparece una escena al más puro estilo "películas de Marvel" que le pega un vuelco a todo lo que creías saber sobre Inquisition, a la mitad de lo que sabías sobre el lore de la saga y que supone un cliffhanger que te deja, si te gusta este universo, flipando hasta la próxima entrega. Y entonces lo entiendes todo claramente: El puñetero DAI era un juego de transición para otra cosa, amigo mío. De ahí todo tan soso, de ahí tan poca epicidad, de ahí el enemigo final pelele. Te sientes contento de que te la hayan metido doblada con un giro de guión que seguramente no preveías y que tiene poderosas implicaciones, pero fastidiado porque esa transición te han supuesto casi 120 horas de tu vida. Y piensas que ojalá no hubieras hecho las secundarias xD. (Se puede volver a leer con tranquilidad, FIN DE LOS SPOILERS)
Así que, como ponía en la cita de uno de los personajes del juego que he traído al inicio de esta sección, así te deja el cuerpo Inquisition, con la sensación de que podría haber sido mucho más en cuanto a trama: Más épico, más dinámico, más interesante, más cuidado. Evidentemente entenderéis mejor mi postura si podéis leer los spoilers, pero sin ellos también se entiende que el argumento de Inquisition carece de suficiente gancho como para convertir este título en un producto superior, y las misiones secundarias no salvan el conjunto. Si digo que Skyrim me dejó más momentos para el recuerdo a nivel de situaciones, historias y demás que DAI, no miento. Cabe señalar, para los que les preocupe, que el camino puede cambiar en base a decisiones, pero el desenlace es más o menos el mismo hagas lo que hagas, con pequeñas variaciones que habrá que ver qué implicaciones tienen en el futuro de la saga. Aunque en Bioware son expertos pasando de eso de las implicaciones y aunando canon, pero bueno.
Este suele ser el otro punto de vital importancia en los RPGs occidentales, su jugabilidad o sistemas jugables. Cuando se hablaba de Inquisition, Bioware aseguraba que había aprendido la lección con DA 2 (poca configuración del grupo, sistema de equipamiento híper simplificado para lo que es un producto de estas características, sistema de diálogos simple, sistema de batalla muy orientado a la acción), pero a mí personalmente me parece que este DAI se asemeja más a la segunda entrega que a Origins.
El sistema de exploración no tiene mucho misterio y sigue las bases del sub-género. En este caso contamos con una vista en tercera persona bastante bien llevada (nada de casos como Skyrim), nos paseamos por el mundo hurtando lo que podemos de donde podemos, looteando, entablando diálogos con NPCs varios y siguiendo el típico punto de misión que abunda en este tipo de juegos desde que se descubrió en GTA III. Pese a que se había dicho que el mundo de DAI es enorme, y es bastante grande, sin pegas en ese sentido, no es un auténtico sandbox, ya que todas las zonas no están unidas de forma natural y se trata de áreas fragmentadas en las que entramos y salimos a través de un mapa. Eso sí, algunas son muy grandes y en Bioware aprendieron la lección (en este punto sí) respecto a DA 2, haciéndolas bastante diferenciadas. Hacia el final del juego es cuando gozaremos de paisajes de mayor belleza, pero esto lo dejo para la parte de gráficos. En este punto no hay pegas.
El sistema de batalla es claramente heredero de DA 2, más orientado a la acción que a la táctica y la estrategia, al menos hasta el modo normal de dificultad. Utilizando casi todos los botones de acción del mando y combinaciones de ellos (L2 + algo en PS4, que es la versión que he jugado) haremos ataques normales y todas nuestras diferentes técnicas, las cuales consumen vigor o maná dependiendo de si el personaje es físico o mago. Como pasaba con DA 2, evidentemente los combates no tienen la soltura y el vértigo de un buen hack and slash (léase Devil May Cry, Bayonetta y semejantes) y son ligeramente más reposados y, sobre todo toscos, aunque también tienen su interés y son disfrutables, al menos en mi caso.
Sin embargo, no os llevéis a engaño: los días de táctica de DA Origins, donde la pausa táctica era lo normal no van a volver, al menos en los modos habituales de dificultad. Es cierto que en Inquisition contamos con esa pausa táctica también, mejorada con respecto a DA 2 (y añadidos como el fuego amigo), pero lo cierto es que en nivel normal sólo es necesario usarla en los combates más complicados (una decena de ellos, cuando entran dragones en juego). Súmale a eso algún pequeño bug de posicionamiento de los personajes usando esa vista, una inteligencia artificial de los compañeros que no manejamos bastante pobre (como digo yo, los mataría con mis propias manos en la mitad de ocasiones) y unos logaritmos o condiciones de actuación paupérrimas, centradas básicamente en cuándo deben tomarse una poción de vida y cuántas deben dejar sin consumir, y vemos que DAI no está muy bien orientado hacia esa vertiente. Comparado con Origins, es simple a más no poder en este aspecto, pues el sistema de gambits (por comparar con FF XII) de la primera entrega hace ya tiempo que pasó a mejor vida y lo considero un error grave que no sé cómo no han solucionado en Inquisition después de los palos que recibió DA 2.
El sistema de equipamiento ha ganado algo de complejidad respecto a la segunda entrega, sin llegar a los niveles de Origins y nos permite equiparnos arma, armadura, casco y accesorios de distintos tipos. Además, podemos fabricar nuestras propias armas y armaduras con los materiales que conseguimos, dotándolas de efectos variados. Incluso las armas y las armaduras cuentan con diversas piezas que podemos intercambiar y todo esto tiene su aplicación visual en el juego. Eso sí, el maldito inventario es poco funcional y da dolores de cabeza hasta el infinito, a no ser que no sea bastante organizado con el equipo, cosa que acabas aprendiendo con la suma de horas y a base de palos.
El nivel de personalización del protagonista es aceptable, aunque menos amplio que en otros juegos del género. Contamos con cuatro razas, si no me falla la memoria (se han añadido los qunaris a la fiesta, pues hasta el momento no podíamos ser qunari en esta saga) y tres arquetipos básicos de personaje (guerrero, pícaro y mago), con diversos árboles de habilidades para cada arquetipo y tres especializaciones (de las cuales sólo elegimos una) por profesión. Podemos diferenciar bastante a nuestro grupo si lo gestionamos nosotros mismos y salen bastantes perfiles diferentes (como pícaro... más orientado a arco y flechas, a dagas, a larga distancia, sigiloso o bien de daño letal), por lo que más o menos podemos enfocar el personaje en la dirección que queramos, aunque unas clases tienen mayor interés o peso que otras. Evidentemente no todas pueden llevar las mismas piezas de equipo. Pese a que no está mal en este sentido, echo de menos algunas especializaciones del DA 2 y algo más de innovación en este campo.
El sistema de diálogos es el mismo que Bioware lleva usando desde Mass Effect 2, si mal no recuerdo: rueda donde normalmente vemos muy claro cuál es la opción de ser "bueno", cuál la de ser "malo" y cuál la neutral o intermedia. No niego que el sistema de rueda haya funcionado bien en otros juegos de la compañía (como los Mass Effect), pero te indica demasiado a las claras qué moralidad tienen las opciones que estás tomando en la mayoría de casos, cosa que vemos mucho más pulida en juegos como los The Witcher. Además, nunca entenderé por qué se olvidaron los chicos de Bioware del sistema de reacciones rápidas con R2/L2 que tenía su saga espacial, pues le daba dinamismo a los diálogos. Tampoco por qué la rama de habilidades de Coerción de Origins pasó a mejor vida y no haya un desarrollo de la inteligencia/oratoria del personaje para poder convencer a los demás mediante el diálogo. En Inquisition, si hay que luchar, hay que luchar, y pocas veces importa lo que digas xD.
Por último, la gran novedad de Inquisition se suponía que era la Mesa de Guerra y Feudo Celestial, con esto se pretendía que el jugador gestionase su propia fortaleza, pero la verdad es que el resultado es muy pobre: Apenas podemos otorgarle alguna ligera ventaja a la misma y las decoraciones que podemos elegir no tienen un efecto demasiado grande en el juego, salvo hacer bonito. La Mesa de Guerra es un lugar donde podemos enviar fuerzas o tomar decisiones sin intervenir directamente (al estilo de las expediciones de FFTA que estamos jugando en el Vamos a jugar conjunto), pero tampoco tiene gran peso en el juego, salvo desbloquear algunas cosas como equipo y tal. En teoría querían que el jugador se sintiese como el dirigente de la Inquisición, pero carece de la importancia suficiente como para conseguirlo y no es demasiado inmersivo en ese sentido. También hay un sistema de reputación para la organización, pero sólo concede ventajas y poco más.
No quiero que os llevéis tampoco una mala impresión de la jugabilidad de DA Inquisition, pero desde luego no supone el cambio que Bioware prometió y es muy continuista respecto a DA 2, juego que recibió bastantes palos en este sentido. Los más estrategas no encontrarán su sitio en DAI, que sigue siendo igual de orientado a la acción que la segunda entrega. El sistema de diálogos no ha mejorado ni un ápice y la falta de opciones en ese sentido le quita interés al tema. Sin embargo, si asumimos cómo hace las cosas el juego, es muy sólido jugablemente, aunque no por ello deja de tener esas carencias y se queda en poco profundo. Ideal para los poco versados en el estilo, si me permitís la licencia.
Creo que, a nivel gráfico y artístico, es donde menos cuentas se le pueden pedir a Inquisition, pues es bastante notable en este aspecto. Ocurre con la saga de rol de Bioware lo mismo que pasa con The Witcher: Han pasado de una primera entrega clásica en el sentido gráfico para con los juegos de rol occidentales (vista desde arriba, más o menos), a una segunda entrega que supone un importante cambio de estilo más visual y llamativo (más cercana, desde atrás o al hombro del personaje), para acabar en una tercera parte que mejora lo visto en la segunda y ofrece un espectáculo digno de verse.
De hecho, a DA 2 se le dieron muchos palos porque era muy repetitivo en texturas y escenarios, daba la sensación de ofrecer poca variedad en ese aspecto y eso lastraba la experiencia. Esto se ha corregido de cara a Inqusition, encontrando zonas muy diferenciadas en cuanto a estilo: Desiertos, zonas nevadas, bosques, llanuras, cañones montañosos, etc. Cierto es que hemos perdido una ciudad de la importancia y grandeza de Kirkwall, pero a nivel natural el juego cumple con creces. Además, cuanto más nos acercamos al final del título, más bonitos son los parajes que visitamos.
Si a nivel artístico cumple, la tecnología no falla y me atrevo a decir que, al menos en su versión de PS4 (la que yo he jugado, reitero), Inquisition ha sido techo gráfico de rol occidental en consola hasta la llegada de The Witcher 3. Recuerdo el par de primeras horas bastante impresionado por los gráficos de DAI y, la verdad, es que en ese sentido funciona muy bien, dejando postales para el recuerdo. No soy mucho de pararme quieto a mirar el paisaje a mi alrededor, pero varias veces lo he hecho con este juego. Incluso mi pareja, poco interesada en los juegos, reconocía la belleza de DAI en este sentido. Sin ser un hito tecnológico, cumple muy bien en este sentido y poco se le puede achacar. No acaba de parecer un juego transgeneracional, la verdad.
En otros puntos relacionados, no se advierten prácticamente ralentizaciones, quitado alguna puntual con muchos enemigos en pantalla y que no afecta para nada a la experiencia. Las animaciones sí son algo toscas, pero no se sale de lo habitual en los juegos de este corte. El juego responde bien a los controles con lo que muestra en pantalla, en general. Poco más que decir.
Los que me empezáis a conocer sabéis que no me fijo demasiado por norma en este apartado, y la verdad es que DAI tampoco se lo trabaja mucho como para destacar aquí. Cumple con melodías que, en general, se adaptan a la situación que vivimos y que no molestan en absoluto, pero queda lejos de las composiciones de Origins, que me parece el mejor de los tres en cuanto a partituras. Destaca el regreso del tema central de Dragon Age en una versión modificada y cantada, que se usa en los créditos del juego (aquí podéis escuchar el tema central de esta entrega, que tampoco esta mal, otro más soso y al que me refiero a partir del minuto 5).
Los efectos sonoros cumplen con acierto y suenan con contundencia, como deben sonar (me encanta el sonido del cuerno de guerra del guerrero, por ejemplo). El doblaje al inglés no está mal y los dobladores en general hacen un buen trabajo, con algunas voces muy interesantes y logradas, acompañadas de actuaciones notables, como son los casos de Varric, Sera o Dorian, por poner algunos ejemplos.
Si nos regimos por el modo normal de dificultad (tiene un modo difícil y un modo pesadilla, además de uno fácil), DAI es un juego realmente asequible. Puede que al principio plantee algún problema más si andamos un poco bajos de nivel, pero si hacemos secundarias y somos medianamente hábiles con el mando y listos componiendo el grupo (lo cual tampoco es muy difícil), el título se termina convirtiendo en un auténtico paseo donde reiniciar por muerte se hace raro, muy raro.
Excepción para los dragones, que son los rivales más duros del juego con diferencia y obligan a ir preparados y con cierta táctica contra ellos, además de suponer los enfrentamientos más largos. En general, en dificultad normal, no se requiere de pausa táctica casi nunca y es relativamente fácil de superar. En este sentido, otros títulos similares como Skyrim o la saga The Witcher son más exigentes (especialmente ésta última).
Es difícil valorar la duración media en un título de estas características. Conozco casos de gente que en unas 30 horas lo superaban yendo a la historia principal y obviando misiones secundarias en su práctica totalidad. En mi caso, han sido casi 120 horas de partida, teniendo en cuenta que he hecho absolutamente TODAS las misiones secundarias del juego (lo cual ya digo que es aburrido) y he ido tranquilo, aunque hay que tener en cuenta que me he dejado algunos coleccionables por el camino (los hay de varios tipos) que igual hubieran dado de sí algunas horas más de juego.
Sobre si el juego es rejugable o no, ya digo que las decisiones algo influyen y cambian un poco el camino, pero no así el final, que es prácticamente el mismo se haga lo que se haga. Por supuesto puedes jugar a que tu grupo te odie más o menos (Inquisition no da de forma muy clara la opción de ser un tirano) y a probar diferentes razas, clases, romances... pero en general la cosa no cambiará demasiado y queda ya para los más curiosos.
Si habéis llegado hasta aquí leyendo todo lo que he escrito, puede que os haya dado la sensación de que le he visto muchas carencias a DA Inquisition, tantas que parece que voy a decir que el juego no merece la pena. Tampoco es eso, pues DAI no es un mal juego en absoluto, tiene sus fortalezas y es bastante sólido en sus sistemas jugables, pese a lo limitado de muchas de sus mecánicas. Tampoco es especialmente innovador y me cuesta creer el poso general que ha dejado en la crítica (en el público depende mucho de a quién preguntes), mucho más positivo que el DA 2, porque es bastante continuista respecto a éste y repite muchos de sus supuestos crímenes. Digamos que, a nivel jugable, el título cumple en lo que quiere hacer, que es ser un RPG occidental accesible a los menos expertos en el estilo y enfocado a la acción, además de notable en tecnología. A ese tipo de gente, se lo puedo recomendar si los fallos que le detecto no les preocupan.
Sin embargo, de Bioware creo que tenemos que exigir MUCHÍSIMO más a nivel de argumento, guión, personajes, situaciones, trasfondo, epicidad... DAI tiene sus momentos, especialmente hacia el final del juego, pero en muchas partes carece de demasiado interés, no cuenta con personajes con demasiado gancho en general y da la sensación de ser un juego de transición para el universo Dragon Age en cuanto a historia. Juega mal muchas de las bazas ganadoras que podría tener en este sentido y, si contase con secundarias interesantes, quizá paliarían un poco el asunto, pero no es así ni de lejos. Bioware ha recibido palos en este aspecto y otros desde que fue comprada por EA, pero quizá en este apartado particular sea su producto más flojo hasta la fecha. Si buscáis una buena historia o un argumento absorbente, quizá DAI no os convenza del todo.
"Sólo sé que, si quisieras, podrías remover este mundo hasta sus cimientos"... Pero en esta ocasión no se ha querido. Sé que quizá la impresión es más negativa porque me dejé llevar por el hype train de la saga por lo fan que soy de la misma, pero al ser esto unas Experiencias Roleras, ese punto no podía quedar fuera. Para una persona que no ha parado con Origins y DA 2 hasta completarlos lo máximo posible, ha sido raro tardar tantos meses (lo compré en noviembre, de salida) en completar Inquisition, con parón de 3 meses incorporado sin tocarlo de por medio. En general DAI es un producto controvertido para los fans, sólido pero poco brillante en muchos aspectos. Eso sí, posiblemente era la mejor opción de rol occidental hasta la llegada de The Witcher 3 en las consolas next-gen. En PS3 y 360, por no hablar del PC, tenéis mejores alternativas en el estilo, empezando por la propia primera entrega de esta saga.
Mis mil gracias si habéis llegado hasta aquí leyendo todo el texto, espero no haberos aburrido mucho y que os haya acercado mi controvertida visión sobre Inquisition, la compartáis o no. Quedan los comentarios, que con mucho gusto seguiré, para ver si os puedo aclarar posibles dudas que tengáis sobre el título (asumo que se podría cortar muchísima más tela de la que se corta en este artículo) y ojalá entradas como esta y la de Macrox con The Witcher 3 sirvan para activar un mayor interés de los lectores y lectoras de Destino RPG por el rol de corte occidental (a mi me gustaría T_T).
Cabe decir que hace unas dos semanas que completé Inquisition (lo llamaré así en ocasiones de ahora en adelante, o bien DAI), y este tiempo me ha venido bien para "digerir" las sensaciones que me ha dejado esta tercera iteración de la saga de EA y Bioware. Aviso también, desde ya, que este texto puede tener bastante spoilers, ya que considero vital para analizar este título profundizar un poco en su historia, personajes y diálogos. Algunas cosillas son genéricas y no destripan nada, pero tendré la sensibilidad de indicar en los párrafos pertinentes, en letras mayúsculas, cuando ese fragmento de texto vaya a contener spoilers de los considerados "gordos".
Empecemos como me gusta empezar a mí: Con un poquito de introducción personal. Compañeros, soy MUY fan de Dragon Age. Con esto quiero decir que esta saga me la tomo muy en serio porque me ha hecho disfrutar de grandes momentos (videojueguiles) en el pasado: Me ha hecho sentir un guardia gris novato en la lucha de la Quinta Ruina, he pasado de ser un don nadie a ser el auténtico Campeón (y el que corta el bacalao) de Kirkwall, he interactuado con personajes que he amado u odiado con intensidad, se me ha escapado la lagrimilla en algún momento cuando los eventos me superaban, me he empapado del lore de Thedas como si fuera mi propio mundo y he tomado decisiones que yo mismo pondría en entredicho. Soy tan fan de la saga que veía (y veo todavía) más virtudes (y de más peso) que defectos en la denostada segunda entrega.
Descubrí Dragon Age: Origins un poco de rebote, como descubrimos muchas cosas buenas de la vida, un año después de su lanzamiento oficial. No miento si digo que fue mi primer contacto serio y duradero con el estilo del género que conocemos como RPG occidental... Y descubrí un nuevo mundo de posibilidades: Decisiones que cambiaban la historia que estabas jugando, frases de diálogo a elegir casi continuamente, un grupo de compañeros que gestionar y que no te amaban porque sí como a un líder supremo, sino que tenías que bregar con ellos y llevarte mejor o peor... El clásico "Elige tu propia aventura", pero llevado a un nuevo nivel. Lo sé, eso ya lo conocían de antes los que habían tocado clásicos de la envergadura de Baldur's Gate o similares, pero yo lo descubrí en 2010 con Origins. Si no hubiera sido por él, no podría decir hoy que, desde entonces, he jugado a prácticamente todos los RPGs occidentales que han caído por consolas desde 2010 hasta la actualidad. A ver si contagio un poco el espíritu entre esta, nuestra querida comunidad. : P
Un año después, en 2011, tras haber pasado por todos los DLCs de Origins, incluida su gran expansión The Awakening, llegó Dragon Age 2 y el jarro de agua fría para muchos... Pero no para mí. Quizá por mi condición de advenedizo del estilo occidental del género, pude pasar por alto muchos de sus pecados jugables y de diseño y me centré en disfrutar sus virtudes, de las que la principal es que la historia de la forja del Campeón de Kirkwall me enganchó hasta límites insospechados. Qué coño, con perdón, no era la historia de Hawke, YO era Hawke, hasta ahí el grado de inmersión por mi parte. Disfruté de DA 2, soy así de poco mainstream en ese aspecto xD.
Con esos antecedentes, y con más poso en esto de los RPGs occidentales, podréis entender (o no) que esperase como agua de mayo Dragon Age Inquisition (más de tres años, ni más ni menos). Estaba deseoso de volver a reencontrarme con Thedas, con los personajes que ya había conocido en los otros juegos de la saga y con los nuevos, de saber qué consecuencias habían tenido mis decisiones pasadas... y la verdad es que me quedé descolocado. Vamos a ver por qué.
Para mí, el elemento más importante de un RPG de corte occidental es este: Su argumento. En esta sección incluyo también los personajes, el peso de las decisiones que tomamos durante el desarrollo del mismo, los diálogos y las opciones que tenemos, relevancia de las misiones secundarias... Si esto cumple y destaca, los otros aspectos me son mucho más secundarios y ese título me tiene ya ganado. Precisamente por eso tengo tantos problemas con Inquisition a nivel personal, amigos míos.
La cosa continúa, tal cual, los hechos de la segunda entrega de la saga, situándose temporalmente muy cercana a esta (se ha optado por canonizar un poco lo que pasó y la partida que importemos cambia detalles, pero no el grueso de la trama). No entraré en demasiados detalles (omitid el párrafo por si acaso los que a estas alturas os planteéis coger el DA 2), pero el cisma entre magos y templarios (dos grupos que se odian bastante en el lore de Dragon Age) que se originó en Kirkwall ha alcanzado su punto álgido y ha desatado unos enfrentamientos que están sacudiendo el mundo. En esa tesitura, la Capilla (la entidad religiosa más extendida) decide intervenir, convocando una especie de concilio donde tratar de buscar una solución a las disputas. Pero algo sale muy mal, la Divina (la cabeza de la Capilla) acaba muerta junto a muchos de los asistentes a la reunión y una tremenda brecha se abre en el cielo, brecha a través de la cual los demonios invaden el mundo a voluntad. Tú, como protagonista, pobre insensato, te encontrabas en el concilio por diferentes motivos (depende de la raza que elijas y demás) y acabas con una extraña señal en la mano y acusado de varios de esos problemas, sin comerlo ni beberlo. Pero resulta que esa señal puede cerrar las múltiples grietas que se han abierto como consecuencia de la brecha (brechas en pequeñito). Así que de la noche a la mañana pasas a ser la última esperanza del mundo conocido, el Inquisidor, líder de una vieja organización que se deshizo hace tiempo pero que ha vuelto a ser conjurada en tu figura por el bien de la humanidad.
"Sólo sé que, si quisieras, podrías remover este mundo hasta sus cimientos"
No sé a vosotros, pero aquí pueden pasar básicamente dos cosas: Uno, que no conozcáis el universo de Dragon Age y la mitad de esto os suena a chino; dos, que la cosa os parezca épica de narices. Y es cierto, Inquisition contiene algunos momentos de epicidad en su argumento, pero extrañamente no tantos como los vividos en la Quinta Ruina con el guardia gris y tampoco tan interesantes como los encarnados por Hawke en DA 2. De hecho, el hilo principal de la historia no tiene demasiado interés (al menos para mí) hasta que pasamos la mitad del juego y ocurre "cierta" cosa. Como en todo buen RPG que se precie, si vamos rápidos y pasamos de las misiones secundarias, la historia central se queda en echarle unos pocos ratos, por lo que esa falta de interés inicial o de lentitud puede pasar desapercibida, pero... ¿Quién juega así a un RPG occidental? Al menos, yo no.
Y aquí está uno de los grandes pecados de Inquisition y que supone un bajón considerable respecto a las dos entregas anteriores: Las misiones secundarias son, en su mayoría, un síndrome del recadero (también llamado a veces "síndrome Skyrim") elevado al cuadrado. La inmensa mayoría de ellas carecen casi de cualquier tipo de trasfondo argumental y simplemente consisten en encontrar una determinada cosa, llevarla a un determinado sitio y recibir una determinada cantidad de experiencia, con escaso diálogo de por medio, con ninguna motivación especial por llevar a cabo la tarea salvo experiencia y equipo. Cuando el grueso del juego se compone de misiones de este tipo (y DAI tiene muuuuuchas, muchísimas, misiones secundarias), empezamos a entender que el tedio puede asomar en cualquier momento como uno sea un poco completista.
(Ojo, en este párrafo hay SPOILERS) De esa falta de interés y dejadez se ven contaminadas también las misiones de compañeros. Evidentemente alguna se salva, faltaría más, pero en general consisten en conseguirles tal cosa y entregársela, poco más. El grupo da la sensación de ser mucho menos orgánico que en Origins e incluso menos que en DA 2, cada uno va a su bola. Ciertamente, hay algunos secundarios interesantes, como Dorian o Solas, pero muchos de nuestros compañeros causan indiferencia general durante todo el juego, machacados también por unos diálogos no demasiado brillantes en general y una manera de enfocar los sentimientos algo ridícula en muchos casos. Personajes que regresan, como Lelliana o Hawke, no gozan de una relevancia como la que teóricamente merecerían y son meras sombras desdibujadas de lo que eran. (mención especial para Hawke, que se convierte en un auténtico sosainas con poco parecido con el que manejaste, imagino que porque es difícil transferir a un protagonista inmersivo como personaje no jugable que tiene que hacer sus cosas).
(En este párrafo también hay SPOILERS) Y, poco a poco, sobre todo si haces las misiones secundarias rollazo, vas llegando al final del juego y la cosa se pone más interesante, con la entrada de Morrigan y Flemeth en la ecuación, pero con un enemigo que cada vez desmuestra más y más que es un pelele y al que le falta empaque para ofrecer la epicidad que los momentos finales deberían ofrecer. Pero, entonces, acaba el juego (con una batalla final totalmente anticlimática), pasan los créditos y aparece una escena al más puro estilo "películas de Marvel" que le pega un vuelco a todo lo que creías saber sobre Inquisition, a la mitad de lo que sabías sobre el lore de la saga y que supone un cliffhanger que te deja, si te gusta este universo, flipando hasta la próxima entrega. Y entonces lo entiendes todo claramente: El puñetero DAI era un juego de transición para otra cosa, amigo mío. De ahí todo tan soso, de ahí tan poca epicidad, de ahí el enemigo final pelele. Te sientes contento de que te la hayan metido doblada con un giro de guión que seguramente no preveías y que tiene poderosas implicaciones, pero fastidiado porque esa transición te han supuesto casi 120 horas de tu vida. Y piensas que ojalá no hubieras hecho las secundarias xD. (Se puede volver a leer con tranquilidad, FIN DE LOS SPOILERS)
Así que, como ponía en la cita de uno de los personajes del juego que he traído al inicio de esta sección, así te deja el cuerpo Inquisition, con la sensación de que podría haber sido mucho más en cuanto a trama: Más épico, más dinámico, más interesante, más cuidado. Evidentemente entenderéis mejor mi postura si podéis leer los spoilers, pero sin ellos también se entiende que el argumento de Inquisition carece de suficiente gancho como para convertir este título en un producto superior, y las misiones secundarias no salvan el conjunto. Si digo que Skyrim me dejó más momentos para el recuerdo a nivel de situaciones, historias y demás que DAI, no miento. Cabe señalar, para los que les preocupe, que el camino puede cambiar en base a decisiones, pero el desenlace es más o menos el mismo hagas lo que hagas, con pequeñas variaciones que habrá que ver qué implicaciones tienen en el futuro de la saga. Aunque en Bioware son expertos pasando de eso de las implicaciones y aunando canon, pero bueno.
Este suele ser el otro punto de vital importancia en los RPGs occidentales, su jugabilidad o sistemas jugables. Cuando se hablaba de Inquisition, Bioware aseguraba que había aprendido la lección con DA 2 (poca configuración del grupo, sistema de equipamiento híper simplificado para lo que es un producto de estas características, sistema de diálogos simple, sistema de batalla muy orientado a la acción), pero a mí personalmente me parece que este DAI se asemeja más a la segunda entrega que a Origins.
El sistema de exploración no tiene mucho misterio y sigue las bases del sub-género. En este caso contamos con una vista en tercera persona bastante bien llevada (nada de casos como Skyrim), nos paseamos por el mundo hurtando lo que podemos de donde podemos, looteando, entablando diálogos con NPCs varios y siguiendo el típico punto de misión que abunda en este tipo de juegos desde que se descubrió en GTA III. Pese a que se había dicho que el mundo de DAI es enorme, y es bastante grande, sin pegas en ese sentido, no es un auténtico sandbox, ya que todas las zonas no están unidas de forma natural y se trata de áreas fragmentadas en las que entramos y salimos a través de un mapa. Eso sí, algunas son muy grandes y en Bioware aprendieron la lección (en este punto sí) respecto a DA 2, haciéndolas bastante diferenciadas. Hacia el final del juego es cuando gozaremos de paisajes de mayor belleza, pero esto lo dejo para la parte de gráficos. En este punto no hay pegas.
El sistema de batalla es claramente heredero de DA 2, más orientado a la acción que a la táctica y la estrategia, al menos hasta el modo normal de dificultad. Utilizando casi todos los botones de acción del mando y combinaciones de ellos (L2 + algo en PS4, que es la versión que he jugado) haremos ataques normales y todas nuestras diferentes técnicas, las cuales consumen vigor o maná dependiendo de si el personaje es físico o mago. Como pasaba con DA 2, evidentemente los combates no tienen la soltura y el vértigo de un buen hack and slash (léase Devil May Cry, Bayonetta y semejantes) y son ligeramente más reposados y, sobre todo toscos, aunque también tienen su interés y son disfrutables, al menos en mi caso.
Sin embargo, no os llevéis a engaño: los días de táctica de DA Origins, donde la pausa táctica era lo normal no van a volver, al menos en los modos habituales de dificultad. Es cierto que en Inquisition contamos con esa pausa táctica también, mejorada con respecto a DA 2 (y añadidos como el fuego amigo), pero lo cierto es que en nivel normal sólo es necesario usarla en los combates más complicados (una decena de ellos, cuando entran dragones en juego). Súmale a eso algún pequeño bug de posicionamiento de los personajes usando esa vista, una inteligencia artificial de los compañeros que no manejamos bastante pobre (como digo yo, los mataría con mis propias manos en la mitad de ocasiones) y unos logaritmos o condiciones de actuación paupérrimas, centradas básicamente en cuándo deben tomarse una poción de vida y cuántas deben dejar sin consumir, y vemos que DAI no está muy bien orientado hacia esa vertiente. Comparado con Origins, es simple a más no poder en este aspecto, pues el sistema de gambits (por comparar con FF XII) de la primera entrega hace ya tiempo que pasó a mejor vida y lo considero un error grave que no sé cómo no han solucionado en Inquisition después de los palos que recibió DA 2.
El sistema de equipamiento ha ganado algo de complejidad respecto a la segunda entrega, sin llegar a los niveles de Origins y nos permite equiparnos arma, armadura, casco y accesorios de distintos tipos. Además, podemos fabricar nuestras propias armas y armaduras con los materiales que conseguimos, dotándolas de efectos variados. Incluso las armas y las armaduras cuentan con diversas piezas que podemos intercambiar y todo esto tiene su aplicación visual en el juego. Eso sí, el maldito inventario es poco funcional y da dolores de cabeza hasta el infinito, a no ser que no sea bastante organizado con el equipo, cosa que acabas aprendiendo con la suma de horas y a base de palos.
El nivel de personalización del protagonista es aceptable, aunque menos amplio que en otros juegos del género. Contamos con cuatro razas, si no me falla la memoria (se han añadido los qunaris a la fiesta, pues hasta el momento no podíamos ser qunari en esta saga) y tres arquetipos básicos de personaje (guerrero, pícaro y mago), con diversos árboles de habilidades para cada arquetipo y tres especializaciones (de las cuales sólo elegimos una) por profesión. Podemos diferenciar bastante a nuestro grupo si lo gestionamos nosotros mismos y salen bastantes perfiles diferentes (como pícaro... más orientado a arco y flechas, a dagas, a larga distancia, sigiloso o bien de daño letal), por lo que más o menos podemos enfocar el personaje en la dirección que queramos, aunque unas clases tienen mayor interés o peso que otras. Evidentemente no todas pueden llevar las mismas piezas de equipo. Pese a que no está mal en este sentido, echo de menos algunas especializaciones del DA 2 y algo más de innovación en este campo.
El sistema de diálogos es el mismo que Bioware lleva usando desde Mass Effect 2, si mal no recuerdo: rueda donde normalmente vemos muy claro cuál es la opción de ser "bueno", cuál la de ser "malo" y cuál la neutral o intermedia. No niego que el sistema de rueda haya funcionado bien en otros juegos de la compañía (como los Mass Effect), pero te indica demasiado a las claras qué moralidad tienen las opciones que estás tomando en la mayoría de casos, cosa que vemos mucho más pulida en juegos como los The Witcher. Además, nunca entenderé por qué se olvidaron los chicos de Bioware del sistema de reacciones rápidas con R2/L2 que tenía su saga espacial, pues le daba dinamismo a los diálogos. Tampoco por qué la rama de habilidades de Coerción de Origins pasó a mejor vida y no haya un desarrollo de la inteligencia/oratoria del personaje para poder convencer a los demás mediante el diálogo. En Inquisition, si hay que luchar, hay que luchar, y pocas veces importa lo que digas xD.
Por último, la gran novedad de Inquisition se suponía que era la Mesa de Guerra y Feudo Celestial, con esto se pretendía que el jugador gestionase su propia fortaleza, pero la verdad es que el resultado es muy pobre: Apenas podemos otorgarle alguna ligera ventaja a la misma y las decoraciones que podemos elegir no tienen un efecto demasiado grande en el juego, salvo hacer bonito. La Mesa de Guerra es un lugar donde podemos enviar fuerzas o tomar decisiones sin intervenir directamente (al estilo de las expediciones de FFTA que estamos jugando en el Vamos a jugar conjunto), pero tampoco tiene gran peso en el juego, salvo desbloquear algunas cosas como equipo y tal. En teoría querían que el jugador se sintiese como el dirigente de la Inquisición, pero carece de la importancia suficiente como para conseguirlo y no es demasiado inmersivo en ese sentido. También hay un sistema de reputación para la organización, pero sólo concede ventajas y poco más.
No quiero que os llevéis tampoco una mala impresión de la jugabilidad de DA Inquisition, pero desde luego no supone el cambio que Bioware prometió y es muy continuista respecto a DA 2, juego que recibió bastantes palos en este sentido. Los más estrategas no encontrarán su sitio en DAI, que sigue siendo igual de orientado a la acción que la segunda entrega. El sistema de diálogos no ha mejorado ni un ápice y la falta de opciones en ese sentido le quita interés al tema. Sin embargo, si asumimos cómo hace las cosas el juego, es muy sólido jugablemente, aunque no por ello deja de tener esas carencias y se queda en poco profundo. Ideal para los poco versados en el estilo, si me permitís la licencia.
Creo que, a nivel gráfico y artístico, es donde menos cuentas se le pueden pedir a Inquisition, pues es bastante notable en este aspecto. Ocurre con la saga de rol de Bioware lo mismo que pasa con The Witcher: Han pasado de una primera entrega clásica en el sentido gráfico para con los juegos de rol occidentales (vista desde arriba, más o menos), a una segunda entrega que supone un importante cambio de estilo más visual y llamativo (más cercana, desde atrás o al hombro del personaje), para acabar en una tercera parte que mejora lo visto en la segunda y ofrece un espectáculo digno de verse.
De hecho, a DA 2 se le dieron muchos palos porque era muy repetitivo en texturas y escenarios, daba la sensación de ofrecer poca variedad en ese aspecto y eso lastraba la experiencia. Esto se ha corregido de cara a Inqusition, encontrando zonas muy diferenciadas en cuanto a estilo: Desiertos, zonas nevadas, bosques, llanuras, cañones montañosos, etc. Cierto es que hemos perdido una ciudad de la importancia y grandeza de Kirkwall, pero a nivel natural el juego cumple con creces. Además, cuanto más nos acercamos al final del título, más bonitos son los parajes que visitamos.
Si a nivel artístico cumple, la tecnología no falla y me atrevo a decir que, al menos en su versión de PS4 (la que yo he jugado, reitero), Inquisition ha sido techo gráfico de rol occidental en consola hasta la llegada de The Witcher 3. Recuerdo el par de primeras horas bastante impresionado por los gráficos de DAI y, la verdad, es que en ese sentido funciona muy bien, dejando postales para el recuerdo. No soy mucho de pararme quieto a mirar el paisaje a mi alrededor, pero varias veces lo he hecho con este juego. Incluso mi pareja, poco interesada en los juegos, reconocía la belleza de DAI en este sentido. Sin ser un hito tecnológico, cumple muy bien en este sentido y poco se le puede achacar. No acaba de parecer un juego transgeneracional, la verdad.
En otros puntos relacionados, no se advierten prácticamente ralentizaciones, quitado alguna puntual con muchos enemigos en pantalla y que no afecta para nada a la experiencia. Las animaciones sí son algo toscas, pero no se sale de lo habitual en los juegos de este corte. El juego responde bien a los controles con lo que muestra en pantalla, en general. Poco más que decir.
Los que me empezáis a conocer sabéis que no me fijo demasiado por norma en este apartado, y la verdad es que DAI tampoco se lo trabaja mucho como para destacar aquí. Cumple con melodías que, en general, se adaptan a la situación que vivimos y que no molestan en absoluto, pero queda lejos de las composiciones de Origins, que me parece el mejor de los tres en cuanto a partituras. Destaca el regreso del tema central de Dragon Age en una versión modificada y cantada, que se usa en los créditos del juego (aquí podéis escuchar el tema central de esta entrega, que tampoco esta mal, otro más soso y al que me refiero a partir del minuto 5).
Los efectos sonoros cumplen con acierto y suenan con contundencia, como deben sonar (me encanta el sonido del cuerno de guerra del guerrero, por ejemplo). El doblaje al inglés no está mal y los dobladores en general hacen un buen trabajo, con algunas voces muy interesantes y logradas, acompañadas de actuaciones notables, como son los casos de Varric, Sera o Dorian, por poner algunos ejemplos.
Si nos regimos por el modo normal de dificultad (tiene un modo difícil y un modo pesadilla, además de uno fácil), DAI es un juego realmente asequible. Puede que al principio plantee algún problema más si andamos un poco bajos de nivel, pero si hacemos secundarias y somos medianamente hábiles con el mando y listos componiendo el grupo (lo cual tampoco es muy difícil), el título se termina convirtiendo en un auténtico paseo donde reiniciar por muerte se hace raro, muy raro.
Excepción para los dragones, que son los rivales más duros del juego con diferencia y obligan a ir preparados y con cierta táctica contra ellos, además de suponer los enfrentamientos más largos. En general, en dificultad normal, no se requiere de pausa táctica casi nunca y es relativamente fácil de superar. En este sentido, otros títulos similares como Skyrim o la saga The Witcher son más exigentes (especialmente ésta última).
Es difícil valorar la duración media en un título de estas características. Conozco casos de gente que en unas 30 horas lo superaban yendo a la historia principal y obviando misiones secundarias en su práctica totalidad. En mi caso, han sido casi 120 horas de partida, teniendo en cuenta que he hecho absolutamente TODAS las misiones secundarias del juego (lo cual ya digo que es aburrido) y he ido tranquilo, aunque hay que tener en cuenta que me he dejado algunos coleccionables por el camino (los hay de varios tipos) que igual hubieran dado de sí algunas horas más de juego.
Sobre si el juego es rejugable o no, ya digo que las decisiones algo influyen y cambian un poco el camino, pero no así el final, que es prácticamente el mismo se haga lo que se haga. Por supuesto puedes jugar a que tu grupo te odie más o menos (Inquisition no da de forma muy clara la opción de ser un tirano) y a probar diferentes razas, clases, romances... pero en general la cosa no cambiará demasiado y queda ya para los más curiosos.
Si habéis llegado hasta aquí leyendo todo lo que he escrito, puede que os haya dado la sensación de que le he visto muchas carencias a DA Inquisition, tantas que parece que voy a decir que el juego no merece la pena. Tampoco es eso, pues DAI no es un mal juego en absoluto, tiene sus fortalezas y es bastante sólido en sus sistemas jugables, pese a lo limitado de muchas de sus mecánicas. Tampoco es especialmente innovador y me cuesta creer el poso general que ha dejado en la crítica (en el público depende mucho de a quién preguntes), mucho más positivo que el DA 2, porque es bastante continuista respecto a éste y repite muchos de sus supuestos crímenes. Digamos que, a nivel jugable, el título cumple en lo que quiere hacer, que es ser un RPG occidental accesible a los menos expertos en el estilo y enfocado a la acción, además de notable en tecnología. A ese tipo de gente, se lo puedo recomendar si los fallos que le detecto no les preocupan.
Sin embargo, de Bioware creo que tenemos que exigir MUCHÍSIMO más a nivel de argumento, guión, personajes, situaciones, trasfondo, epicidad... DAI tiene sus momentos, especialmente hacia el final del juego, pero en muchas partes carece de demasiado interés, no cuenta con personajes con demasiado gancho en general y da la sensación de ser un juego de transición para el universo Dragon Age en cuanto a historia. Juega mal muchas de las bazas ganadoras que podría tener en este sentido y, si contase con secundarias interesantes, quizá paliarían un poco el asunto, pero no es así ni de lejos. Bioware ha recibido palos en este aspecto y otros desde que fue comprada por EA, pero quizá en este apartado particular sea su producto más flojo hasta la fecha. Si buscáis una buena historia o un argumento absorbente, quizá DAI no os convenza del todo.
"Sólo sé que, si quisieras, podrías remover este mundo hasta sus cimientos"... Pero en esta ocasión no se ha querido. Sé que quizá la impresión es más negativa porque me dejé llevar por el hype train de la saga por lo fan que soy de la misma, pero al ser esto unas Experiencias Roleras, ese punto no podía quedar fuera. Para una persona que no ha parado con Origins y DA 2 hasta completarlos lo máximo posible, ha sido raro tardar tantos meses (lo compré en noviembre, de salida) en completar Inquisition, con parón de 3 meses incorporado sin tocarlo de por medio. En general DAI es un producto controvertido para los fans, sólido pero poco brillante en muchos aspectos. Eso sí, posiblemente era la mejor opción de rol occidental hasta la llegada de The Witcher 3 en las consolas next-gen. En PS3 y 360, por no hablar del PC, tenéis mejores alternativas en el estilo, empezando por la propia primera entrega de esta saga.
Mis mil gracias si habéis llegado hasta aquí leyendo todo el texto, espero no haberos aburrido mucho y que os haya acercado mi controvertida visión sobre Inquisition, la compartáis o no. Quedan los comentarios, que con mucho gusto seguiré, para ver si os puedo aclarar posibles dudas que tengáis sobre el título (asumo que se podría cortar muchísima más tela de la que se corta en este artículo) y ojalá entradas como esta y la de Macrox con The Witcher 3 sirvan para activar un mayor interés de los lectores y lectoras de Destino RPG por el rol de corte occidental (a mi me gustaría T_T).
Lo termine la semana pasada. Para mi gusto esta a años luz de DAI, pero los mapeados son tan impresionantes que no me he podido despegar del mando durante unas 110 horas mas o menos, eso y la "mania" de querer completar todo, claro.
ResponderEliminarAhora estoy con The Witcher 3, una delicia.
Muy buena entrada M2Hero :)
ResponderEliminarLa verdad que hace nada estuve a punto de pillarme el Inquisition porque me llamaba la atención y quería probar la saga pero salió la edición nueva de Dark Souls 2 que tampoco jugara nunca y me cogí esa, la diferencia de precio también influyó lo reconozco xD
El juego me atrae bastante, quizá para finales de año sea el juego que me pille para la consola de sobremesa, soy más de JRPG (aparte de Skyrim poco más en RPG occidentales tengo en mi curriculum) pero me gusta ampliar mis horizontes y este juego parece un gran candidato para ello
Gracias, Desaya. Yo te diría que, si buscas un RPG occidental accesible al gran público (como me comentas que no tienes mucha experiencia en esta vertiente), con DA2 o DA Inquisition fijo que aciertas, para todos menos para mí mejor este último que el 2 (para mí el 2 en sentido argumental es mejor, en todos los otros sentidos prácticamente Inquisition lo vence o como mínimo lo iguala). Permite ampliar horizontes, se deja jugar y con la frescura te puede aportar más.
EliminarEso sí, si te interesa más la vertiente argumental y no te importa hacer el esfuerzo, empieza con Origins, que le mete un buen baño a muchos niveles jugables a los dos siguientes (normal, es más complejo) y en argumento no va manco tampoco. Lo malo es que ya se ve más pasadete si no estás acostumbrado al estilo visual de los RPGs occidentales "vieja escuela". Pero si no te importa eso, empieza por él (tampoco Origins es Baldur's Gate en cuanto a dificultad, ojo, así que es más durillo que el 2 y el Inquisition, pero tampoco para nada imposible).
SPOILER SPOILES SPOILER
ResponderEliminarYo he de decir que mientras jugaba odiaba a Solas, me caía fatal y no entendía cómo la gente podía tener un romance con este personaje. Cuando llegué al final lo odié más todavía.
Si bien las misiones secundarias son muy asin, he de decir que en algunas partes del juego me divertí como una enana. Lo pasé genial cuando conocí a Dorian (escogiendo a los magos) y haciendo el capítulo del viaje en el tiempo. O cuando le das a Cassandra el último libro de Varric, escena corta pero con la que me reí mucho.
Hace mucho que me pasé los dos anteriores y sigo teniendo en la mente que el origins me dejó mejor sabor de boca (aunque me lo haya pasado como una enana con los 3). Coincido contigo en que algunos personajes que repiten están un poco... no se, yo a Leliana la recordaba de otra manera y me hubiera gustado haber interactuado más con ella (aunque me negué a que fuese la divina).
Si bien ahora tengo el juego desinstalado en mi ordenador (ya que tengo que jugar a otras joyitas) no me desanimo a rejugarlo y tomar otro tipo de decisiones. Quiero meter a Cullen en la cárcel (me han dicho que para eso tienes que ser pro-templario), llevar otros romances, ser algo más puñetera, etc...
Como bien dice Yuni: SPOILER SPOILER SPOILERS, no leer si no se ha completado el juego:
EliminarA mí Solas no me caía mal y lo llevaba bastante en el grupo (a Dorian también de vez en cuando, Vivienne era la que no pisaba xD), pero algunas respuestas suyas me parecían rarunas y tal, hasta que hacia el final lo empezaba a oidar con casi toda mi alma. Cuando vi la escena post-créditos rápidamente lo entendí todo y la verdad es que me llevé una sorpresa gorda. Las implicaciones que puede tener esa escena para el futuro de la saga son bastante gordas si uno ha seguido el lore de esta serie.
Dicho eso, por supuesto que las secundarias tienen partes buenas, especialmente las de los secundarios, pero en términos generales no son la gran cosa, aunque evidentemente momentos como el que dices destacan, y yo por ejemplo hice romance con Josephine y me crujía. Sin embargo, no me quitaba la rémora de que la mayoría eran puro relleno con poco interés como secundarias y síndrome del recadero a tope.
Obviamente concuerdo en que el juego de la serie que más poso me ha dejado ha sido Origins, pero argumentalmente disfruté mucho mas de la segunda entrega que de este Inquisition. En mi caso, soy más de no rejugar este tipo de juegos (me pasa con todos los RPGs occidentales), porque me hago a la idea de que las cosas son como las he hecho y me siento raro jugando otra vez con otras decisiones. Eso sí, los exprimo todos mucho para no dejarme sin nada de lo que podría hacer en una partida entera.
Mil gracias por un comentario tan de fan de la saga, dicho con todo mi respeto y cariño ^^.
A falta de jugarlo tras leer tu entrada refuerzo la opinión que tenía sobre este juego: demasiado parecido a DA2 (sobre todo en sistema de batalla) y a pesar de ello cosechando muy buenos críticas, gracias seguramente a que ha habido mucha gente a la que no llaman demasiado los RPGs que ha entrado a la saga a través de este juego (lo que se llama hacer un "Bloodborne" vamos xD).
ResponderEliminarMe gustaría ver algún día en estageneración un juego de rol occidental con un sistema de combate más profundo y estratégido (¿quizás lo veremos en Mass Effect?, con fallout 4 tengo pocas esperanzas en este sentido). Parece que los RPGs occidentales cada vez más se centran en unas buenas historias para las secundarias, en mundo abiertos enormes y en historias con cierta libertad de toma de decisiones, repercutiendo en el combate y la historia principal. Aun así no me quejo, The Witcher 3 fijo que cae el día que me compre la PS4 y tanto éste como el fallout 4 probablemente también acaben cayendo.
El tema es que eso parece chocar muy de frente con la orientación a la acción de la que hacen gala juegos como Mass Effect, The Witcher, Fallout, Elder Scrolls o incluso Dragon Age: ¿cuánta profundidad podemos conseguir en juegos de ese corte, más accesibles, más orientados a la acción más directa? Para mí, que en esta clase de juegos la profundidad de sistema de combate debería ser gestión de grupo (con sus roles), táctica, pausa... eso sólo lo he visto hasta cierto punto en los primeros Dragon Age y Mass Effect (el primero de cada, vamos) y tampoco a un nivel Baldur's Gate. Sí te diría que juegos como Pillars of Eternity o Divinity: Original Sin cumplen más con eso que demandamos (si demandas lo mismo que yo, que creo que sí), pero no los he podido tocar todo lo que me hubiera gustado.
EliminarJusto la critica alabo el no ser tan continuista con el 2 y mejorar las opciones estrategicas. Pero ha sido leer este ER y tener todo un charco de agua fria xD
ResponderEliminarLa verdad, es que parecia que pintaba mejor.Aunque el resto de opiniones que he leido no distaban mucho de la tuya, son algo mas benevolentes y parecia que pintaba mejor xD
Y bueno, hay algo en general que no entiendo. "El sindrome de recadero de Skyrim". Si nos referimos a las misiones pequeñas que estan todas agrupadas en varios no tengo mucho que objetar. Pero el resto... Es caer en llamar recadero a moverte de unsitio a otro.
Con ese argumento neverwinter nights o cualquier juego es "Vas a un sitio, recorres la mazmorra y hablas con el de la mision"
Y asi una mision que consiste en infiltrarte es igual qje otra de matar 20 enemigos normales.
Me ha gustado mucho M2Hero, primero porque te declaras fan incondicional de la saga y sin embargo, sacas muy bien los inconvenientes del juego y haces unas conclusiones finales muy objetivas. Terminé este juego hará un par de meses y estoy de acuerdo. Para mi fue una decepción, no porque sea mal juego, si no por lo que representaba, el intento de arreglar la segunda parte, vuelta a la estrategia, mejora de combate, la todopoderosa BIOWARE, etc, etc, etc. Luego vinieron las críticas que lo ponían como el mejor RPG del año pasado e incluso el mejor juego del 2014 y... no, no lo entendía.
EliminarHoy has tenido el valor de criticar el juego de forma transparente y es muy afín a lo que pensaba yo ;)
P.D.: Por cierto Cid, muy buenas impresiones sobre The Witcher 3, me gusta como escribes :P
Os respondo a los dos en el mismo mensaje, porque tiene mucha relación lo que comentáis: jorgetrola, Inquisition no es un mal juego, ni quiero que parezca eso con mis ER, pero es evidente que no es el juego ese que la crítica de forma casi unánime anda vendiendo. Inquisition hace bien lo que quiere hacer, que es ser accesible al gran público, pero no hace bien lo que se le apedreó al 2 y desde Bioware dijeron que mejoraría: ni tiene muchas más opciones estratégicas (el sistema de gambits es de puñetera pena, perdona la expresión), ni la pausa táctica se usa prácticamente, ni usamos la coerción para nada, etc. Es un juego MUY orientado a la acción, igual que DA 2, y mejora cosas como la variedad de escenarios de forma muy clara, pero en otras simplemente han disimulado fuerte para pasar expediente y, por lo que sea, la crítica se lo ha tragado (¿maletines? ¿Ceguera? ¿Ganas de venderlo? No lo sé). Decir que se acerca a Origins es una falacia muy, muy grande, pues ni hay tanta táctica, ni el equipamiento ha evolucionado tanto (evidentemente no es tan esperpéntico como en DA2, pero no llega ni de lejos a las particularidades del Origins, con el peso y todo), ni su dificultad ha aumentado prácticamente en modos normal y difícil ni nada. Y así pasa, que en círculos más íntimos la gente empieza a hablar como Macrox, Luke o yo mismo. Me ha gustado lo que dice Macrox porque, siendo más llanos, nos vendieron la moto con este Inquisition desde la crítica. ¿Qué es malo? No, por dios. ¿Qué es ese juego de 9 y medio que recupera las esperanzas en la humanidad y recobra todo lo que hizo grande a Origins? De nuevo, no, por dios xD.
EliminarYo llamo síndrome del recadero a lo siguiente: te encuentras un objeto de manera random y resulta que lleva una misión relacionada. No hay transfondo para esa misión, por arte de magia sabes que tienes que llevar el objeto a x persona, se lo llevas, no hay ni diálogo casi y obtienes una experiencia o algo. Ya está, es una misión totalmente genérica que no aporta nada, que no esta cuidada y que no deja peso en el mundo del juego (luego ni te dan las gracias ni se comportan de otra manera). Como esas, DAI tiene a montones. Y luego tienes la otra variable de: "oye, tráeme no sé qué y vuelves". Que tampoco genera más asunto ni nada. En Skyrim las misiones normalmente se podían afrontar al menos de dos maneras como mínimo, por pequeñas que fueran. Aquí sólo hay una y el interés es nulo, además de que parecen totalmente aleatorias (pero no lo son), por el poco peso que tienen para nada. Resultado: te conviertes en el recadero. Así lo entiendo yo al menos. Juegos donde no eres el recadero o esto se disimula mucho mejor: The Witcher, primer Dragon Age y otros del estilo.
Macrox, no puedo estar más de acuerdo con como lo dices y lo que dices, 100% igual. El tema de Cid con The Witcher 3 supongo que lo dices por el error con la autoría, creo que ya lo he corregido y diré más: en mi cabeza estaba clarísimo que Macrox escribió aquella entrada, de hecho lo he flipado al ver que salía que había sido Cid xD.
La verdad es que estoy completamente de acuerdo con el primer párrafo, no parece mal juego, pero tampoco parece el advenimiento del mesías que dice la crítica xD Eso será Nier 2 (?)
EliminarY con lo del recadero también estoy muy de acuerdo, no hay nada peor que misiones secundarias sin transfondo (Como en Star Ocean 4 o en Dragon Age origins, y en Tales of graces F todas esas misiones que te dan en un establecimiento hacen que le quiten mucho mucho jugo a la exploración e interacción con el entorno. Aunque luego lo intenten arreglar haciendote hablar con otros personajes )
Y bueno, mi queja era que parecía que Skyrim tiene misiones de mierda, cuando es de las cosas que por lo menos a mi gusto mejor hace Bethesda: Casi toda misión tiene su pequeño ser (Excepto las 10 o 15 misiones que se generan automaticamente para matar jefes bandidos xDDDDD).
Es eso, algunas secundarias de DAI dan penita, es que terminas la misión y casi ni sale un mensaje de gracias o algo, es algo muy descuidado que no entiendo como es posible que nadie de medios profesionales lo ha podido sacar a la luz y que M2Hero ha plasmado muy bien. The Witcher 3 por ejemplo eso lo cuida mucho mejor, que aunque muchas misiones estás haciendo en el fondo cosas parecidas, te añaden su trasfondo que facilita la inmersión en el juego.
EliminarCon respecto la autoría en verdad me daba igual ;), pero ha sido la oportunidad perfecta para hacer la coña ya que está feo criticarse positivamente a uno mismo pero... si lo hacía con "la entrada de Cid" está bien :P
Muy buena entrada, como de costumbre ;) Es cierto que la dificultad es excesivamente baja en ese nivel normal. en este tipo de rol occidental mis únicas experiencias han sido Skyrim y Oblivion, y con tan poca experiencia me pasé el juego en difícil sin que supusiese un reto. Me gustaría aclarar algo de las misiones secundarias, sin embargo. Sí que hay algunas que están medianamente bien, pero dan para sobre cuarenta-cincuenta horas de juego. Si quieres superarlas ya sí que te vas a empezar a sentir como un recadero, ya ni quiero pensar como te sentirás con 120 :/ (Yo llegué a 70 y pico y el final ya se me hacía pesado).
ResponderEliminarSPOILERS a continuación. Siga leyendo solo bajo su responsabilidad. Pero si no te has pasado el juego no seas inconsciente, mejor no sigas:
Respecto a lo del argumento y los personajes: Dorian y Solas también fueron los que me parecieron más interesantes, puede que con Cole por su misión personal y la decisión que incluye. El resto son bastante estereotipados, y la historia adolece de los defectos que citas. Sim embargo, dos cosas que quiero matizar, desde el cariño y el aprecio: A mí el final me pareció totalmente previsible si hablabas con Solas, que prácticamente te lo gritaba a la cara. También, estando de acuerdo en lo de que el final se queda soso y a la espera de una continuación, hay que reconocerles que al menos ponen el tema magos-templarios y la elección de la Divina, que hacen que al menis tus decisiones influyan en algo y no te quedes con una sensación de pérdida de tiempo tan grande.
Y nada más, un análisis muy completo :)
El tema de las misiones está clarísimo que hay algunas con chicha, pero no puedes dejar de pensar que la cosa está a un 20-30% para las interesantes frente a un 70-80% para las que no lo son, cuando ninguna es aleatoria y todas están escritas (no como Skyrim que usaba sus métodos para seguir creando misiones). Deberían estar más cuidadas en un mayor número.
EliminarSPOILERS EN ESTE PÁRRAFO Yo me relacioné con Solas y evidentemente sabía que algo guardaba, sobre todo cuando a partir de mitad del juego se pone misterioso y tontillo, pero que fuera la figura que se supone que es, que tuviera relación con Flemeth y que mueva tantos hilos en la sombra no lo suponía yo. Entiendo que no has jugado a DA Origins y DA 2, por lo que a lo mejor no traías el lore de la saga tan grabado a fuego, pero si Solas es lo que parece que es, puede tener unas implicaciones enormes para el futuro de ese mundo ficticio y pega un vuelvo a muchas cosas que uno creía que sabía sobre este universo. De ahí la sorpresa. El tema de las decisiones no te fíes mucho, que en Bioware son expertos tomando una decisión como canon cuando ven que no hay manera de ramificar tanto xD. Y por supuesto no se toma a mal ninguna palabra por tu parte, faltaría más, pero estoy muy activo porque esta saga me gusta mucho y me alegra que haya suscitado tanto comentario esta entrada, que es hora de que el RPG occidental se pasee un poco más por aquí ^^.
P.D.: Ayer me pasé el FF VI con la traduc de Magno, gracias por la entrada que hiciste y por hacerme notar lo de su traducción. ¡Gran juego!