Final Fantasy VIII: El experimento
En Destino RPG hemos hablado alguna vez del concepto "RPGs a la sombra de", títulos con una calidad incuestionable que se vieron empequeñecidos por coincidir en el tiempo con otros juegos todavía más superlativos. Algo así como un equipo de cualquier deporte que se os ocurra, que hace una temporada fantástica, pero pierde todas las competiciones ante un rival superior. Pocos se acuerdan de los segundos.
Hay muchos juegos que han quedado ensombrecidos por otros más brillantes, a veces de forma incomprensible o incluso encadenada: The Elder Scrolls V: Skyrim oscureció el el excelente Xenoblade Chronicles para el gran público y el título de Monolith hizo pequeño a The Last Story. Es un ejemplo simple, pero bastante fácil de entender y relativamente reciente. Lo que resulta curioso es que tenemos títulos así dentro de muchas sagas, que tienen a sus "ovejas negras": Dragon Quest VI, Fire Emblem: New Mystery of the Emblem, el tercer episodio de Xenosaga, Star Ocean: The Last Hope, Golden Sun: Oscuro Amanecer... Pero esto es todavía más evidente en la serie Final Fantasy, que presenta varios ejemplos.
Final Fantasy II usaba mecánicas novedosas que tuvieron que ser revertidas casi en su totalidad en Final Fantasy III, Final Fantasy V queda ensombrecido por las mejores tramas de Final Fantasy IV (el primero de la saga con una historia realmente elaborada) y Final Fantasy VI, mientras que, en el caso que vamos a estudiar, Final Fantasy VIII quedó a caballo entre el juego de la saga que lo hizo explotar todo por los aires, Final Fantasy VII y el ejemplo perfecto de cómo hacer un juego de esta serie según su propio creador: Final Fantasy IX.
¿Pero por qué Final Fantasy VIII no es tan popular como sus otros dos "hermanos" de la trilogía de PlayStation? Todavía a día de hoy es el tercero con mejores ventas de toda la serie, contó con una crítica extremadamente favorable (forma parte de nuestro Salón de la Fama por ese doble criterio) y muchos se iniciaron en la saga por esta entrega, lo cual suele afectar bastante a la hora de hacerlo como "el Final Fantasy favorito". Pero es notable que su grado de adoración ni se acerca a los niveles que despierta la nostalgia de otros títulos de la saga. ¿Por qué razón? Analicemos sus diversos aspectos:
Final Fantasy VIII supuso un cambio claro de dinámica con respecto a todos los títulos anteriores (e incluso posteriores) de la serie: fue el primero que apostó por un aspecto realista en sus diseños y, sobre todo, lo pudo llevar a cabo. Las entregas del I a VI, al recurrir a píxeles, no se pudieron alejar de ese estilo "animado" característico y Final Fantasy VII no tuvo el potencial técnico para hacerlo. Resulta difícil recordar el juego anterior sin ese Cloud cabezón, formado por unos pocos polígonos mal conectados. De hecho, el contraste con las imágenes de batalla, con personajes más estilizados y "realistas" era lo que buscaba la compañía y no pudieron hacer hasta esta octava entrega. En Final Fantasy VIII todos los personajes, en todo momento, parecían "personas de verdad".
Pero ese realismo no solo se refiere a "los personajes no son monigotes", es que el propio juego es el único de la saga que nos presentó un mundo medianamente actual hasta esa fecha, con sus evidentes cambios pseudo-futuristas y existencia de la magia o monstruos. La arquitectura, las vestimentas o hasta la existencia de trenes y carreteras extendidas por cada región. Todo eso no resultaba una rareza exclusiva de una ciudad, nos muestran un mundo mucho más cercano en el tiempo a toda la fantasía medieval de los seis clásicos y del IX en adelante (hasta el XIII) y se aleja de este estilo steampunk de Final Fantasy VII.
El ambiente estudiantil del jardín de Balamb también ayuda a esa sensación y, de hecho, si no fuera porque es un poco estrambótico en diseño (esa especie de Parque Jurásico a un lado...) parecería realmente una institución colegial. Muy grandilocuente, eso sí, pero era un diseño totalmente alejado de todo el resto de la serie... hasta ahora.
Porque la saga en sí ha dado un paso hacia este estilo: Final Fantasy XIII fue un poco un anticipo, pero daba más sensación de ser futurista. Pero Final Fantasy Type-0 y, sobre todo, Final Fantasy XV beben, directamente, de Final Fantasy VIII. De hecho, la decimoquinta entrega de la serie es la expansión directa de una de las ideas que se quisieron implementar en este título y que no tuvo mucho calado: la posibilidad de ir en coche, circulando por extensas carreteras. ¿Quién recuerda ese mítico momento de Final Fantasy VIII cuando alquilamos un vehículo con mala pinta y nos dejaba tirados casi al lado de la ciudad? El comienzo de la trama de Final Fantasy XV y también contados en una de sus demos disponibles se basa, directamente, en la idea que buscaron representar en 1999, pero que no se pudo expandir mucho más porque la técnica era la que era.
Final Fantasy VIII era "tan actual" que no nos transportaba a un mundo lo suficientemente mágico o diferente. ¿Puede ser una de las razones por su menor impacto?
La octava entrega de la serie Final Fantasy es, indudablemente, experimental: el sistema de combates por turnos prevalece, pero todo lo demás es diferente. La supresión del sistema de PM por uno de extracción y usos en los conjuros provocaba ya un cambio brutal de equilibrio con respecto a todos los anteriores juegos de la saga.
Pero la cosa iba más allá: esos conjuros también servían para acompañar un sistema de enlaces que nos permitía equiparlos y que, así, afectasen de forma sensible en nuestras estadísticas (de hecho, esto era más importante incluso que subir de nivel), lo cual permitía que pudiésemos lanzar ataques físicos con daño elemental, que crean estados alterados o planificar protecciones concretas, si aprendemos a usarlo de forma adecuada, lo cual no estaba demasiado bien explicado. Supuestamente, esto servía para dar una mayor variedad en el título debido una descarada ausencia: el equipo. En Final Fantasy VIII teníamos armas que fabricábamos con materiales, una vez leídas ciertas revistas desperdigadas por el mundo y ya está: ni ranuras para armaduras, ni accesorios... Nada.
Esto hacía que Final Fantasy VIII fuese un título bastante poco variado y extremadamente fácil de romper. La idea de que los enemigos adaptasen su nivel al de nuestro grupo era algo loable para controlar el farmeo, pero había otros métodos para alterar muchísimo más las características de nuestros personajes. No hacía falta ser un genio para darte cuenta de que extrayendo 99 conjuros iguales de un mismo enemigo te hacías más fuerte y, si empezabas a convertir cartas en objetos y de objetos a conjuros... acababas por aniquilar a cualquier enemigo sólo a base de ataques simples.
De hecho, el 80% del juego es eso, tener estadísticas tan altas debido a los conjuros enlazados que los ataques simples bastaban para arrasar con todo, mientras que el resto es abuso simple de los G.F. pulsando repetidamente el cuadrado, como si estuvieses jugando a una carrera de un videojuego basado en los Juegos Olímpicos, o explotación del sistema de límites, que gracias al conjuro Aura (de los pocos que se usaban activamente, junto a los de curación) te permitía usar ataques absurdamente rotos de forma continua. Con lo relativamente fácil que era lograr The End con Selphie, quien lo pasaba mal en este juego era porque, o no usaba a este personaje o porque no quería abusar de esta habilidad, que daba la victoria automática contra cualquier cosa.
En un juego donde se experimenta con las mecánicas, normalmente se va a encontrar con algo extremadamente roto. Pasaba en Final Fantasy II, pasaba en Final Fantasy V... y pasó en Final Fantasy VIII. Esto por centrarnos en la saga, que si ponemos ejemplos en otros RPGs experimentales como Lost Dimension... Además, el dinero era casi inútil (y también fácilmente farmeable, al no necesitar derrotar enemigos, un paso más hacia el "realismo") y había tantos elementos perdidos por ahí que permitían abusos que prácticamente todo fue eliminado en Final Fantasy IX. Casi nada de lo que introdujo Final Fantasy VIII se ha conservado en la serie. ¿Es esta la razón de su poco impacto en la memoria de los jugadores?
La historia de Final Fantasy VIII es una de las más directas de la serie, haciendo que su grupo de personajes, saliendo de su punto clave en la trama, tenga poca relevancia y todo esté extremadamente vertebrado alrededor de Squall y Rinoa. Final Fantasy XII y XIII fueron muy criticados en ese aspecto, pero quizás, de forma velada, los fans de los clásicos saben perfectamente que lo mismo pasó en este juego, pero como está en el altar de "Entre VI y X", no comentamos mucho del tema.
Esta polarización hace que, fuera parte de ellos dos, casi ningún otro personaje sea muy memorable. Solo Seifer como rival que se separa del grupo, Cid y su parecido con el difunto Robin Williams, Irvine por su vestimenta de cowboy (totalmente diferente... a todo) y, bueno, "las enemigas de los Seeds", que tampoco es plan de spoilear, tuvieron algo de más impacto. Pero la verdad es que solo Zell y su arquetipo de "colega buena gente" (que se ha usado en casi todos los juegos escolares desde su aparición) se puede considerar como perseverante.
Todo esto confronta también un cierto problema de profundidad. Sus mecánicas son variadas, pero muy mal equilibradas, ya lo hemos explicado. Las ciudades son realistas, pero en muchas nos da una cierta sensación (a posteriori) de que se podrían haber aprovechado más. Los protagonistas son "poco protagonistas" alrededor del dueto principal y hasta la Banda Sonora del juego tiene menos temazos míticos que otros títulos de la saga, con Eyes of Me comiéndose a buena parte del resto de temas. Que tenga tantos y tantos secretos totalmente inconexos (Minotauro, la reina de las cartas y su padre, Ente Artema y su mazmorra, Ente Omega, los bosques de chocobos, el alien, lo de la piedra, los monos y la llanura Madred, el espíritu del chocobo, lo del pueblo Shumi, el punto de caída del cohete, las islas más cerca del...) refleja que mucho contenido del título se añadió por ofrecer algo que hacer en algunos sitios, porque normalmente acudir ahí no nos aportaría nada.
Y esto es algo que resulta casi inherente en toda la serie: casi siempre que se dedican a explorar revoluciones completas de su sistemas de juego, encontramos ese problema de ausencia de profundidad en muchos aspectos, provocando que casi nada se conserve para la próxima entrega. El problema es que llevamos ¿5? juegos numéricos de la serie, seguidos, presentando esta situación; y eso siempre que eliminemos a los MMORPGs: Final Fantasy X-2, Final Fantasy XII, Final Fantasy XIII, Final Fantasy XIII-2 y Lightning Returns: Final Fantasy XIII. Todos resultan divertidos, todos distan mucho de ser malos títulos, es más, todos son realmente interesantes... Pero todos, también, están bastante rotos por sus mecánicas, continuamente revolucionadas entre entrega y entrega, lo cual es especialmente grave cuando tenemos por ahí a tres títulos sustentados sobre la misma base de Final Fantasy XIII.
Y el último título de la saga, por el momento, es Final Fantasy XV, un gigantesco experimento "desarrollado" en diez años, que revolucionó por completo todas las mecánicas de la serie, pasándose al ARPG, apostando por una ambientación algo más realista y actual (con sus elementos fantásticos, evidentemente), como Final Fantasy VIII y que, precisamente, parte de su problemática es ese problema de falta de profundidad que nos deja un juego espectacular, gigantesco, con momentos impresionantes... Pero que falle a la hora de redondear sus aspectos, con una trama demasiado caótica, protagonistas interesantes cuyas historias se completan en DLCs, mecánicas que no resultan excesivamente variadas... indudablemente la decimoquinta entrega ha triunfado, ha sido espectacular en muchos momentos, se puede disfrutar.... pero lo mismo le pasó a Final Fantasy VIII, que eventualmente quedó como un experimento y no parece haber calado tanto como otros juegos de la serie entre sus fans.
La octava entrega de la saga Final Fantasy es un buen RPG, indiscutiblemente, que tiene en su experimentación su gran aliciente y su gran "pero". Es original, es diferente, resulta divertido, pero queda algo a la sombra de las propuestas más sólidas de Final Fantasy VII y IX. Sea justo o no, dependerá de cada persona, pero su ejemplo es, quizás, uno de los que más debería estudiar Square Enix, porque es uno de los mejores reflejos de lo que podría pasar en la saga y, de una forma u otra, acabó pasando. Si consiguen salir de ese bucle y encontrar la revolución perfecta en Final Fantasy VII Remake, que pueda sentar unas bases estables sobre las que volver a asentar la saga, la serie Final Fantasy podrá volver a luchar por la corona del género. Eso sí, lo hará sobre una base que ya tuvo éxito en su momento, lo que puede alimentar el "miedo" a intentar ser originales en una saga que suele basar su éxito en la experimentación. Sinceramente, no sabemos lo que poder esperar del hipotético Final Fantasy XVI, pero todo lo que no sea echar la vista atrás y comprender lo que ocurrió con Final Fantasy VIII que ya avisó de los problemas que podrían tener más adelante, será un error.
Ok, let's get serious.
ResponderEliminarFinal Fantasy VIII me parece el peor juego de la saga mainline de no existir Final Fantasy. Es atroz, tiene problemas de diseño enorme y una serie de decisiones que claman al cielo. Y lo critico como juego, no como Final Fantasy. Siempre diré que la esencia de Final Fantasy es el cambio y los personajes recurrentes y cualquier cambio es bienvenido. Pero es mal juego. Elaboremos esto. Aviso, doy por jugado FF VIII.
- La trama es buena, engancha y resulta interesante. No deja de ser una vuelta de tuerca a "imperio quiere conquistar el mundo" pero el cómo está llevada con tintes políticos, actuales, con la prensa cobrando cierta importancia (aunque no toda la que debería) la hacen sobresalir de lo típico. El problema, y ya lo comenté en una entrada que hice hace tiempo, es que tras el disco 2 perdemos nuestra razón de seguir jugando. Edea cae, resulta estar controlada por un nuevo enemigo (Ultimecia) y nos toca ponernos en marcha a por ella. Y aquí empieza el declive. Que me saquen a Ultimecia de la manga es algo que puedo entender y bien llevado hasta me gustaría. Pero damos demasiados tumbos, no tenemos un objetivo claro. Que si buscar a los SeeD Blancos, que si ahora ir a Esthar, que si ir a la Luna, todo ello sin que Ultimecia haga acto de presencia (por razones de argumento, aunque podrían haberle dado apariciones o escenas perfectamente para que tengamos alguien a quien odiar, pero así se quedó). En resumen, que se nota mucho que damos excesivas vueltas y tumbos sin tener demasiado claro lo que hacer. Y eso es una decisión de diseño horrible.
- Ultimecia como antagonista. De Edea solo puedo decir cosas buenas. Final Fantasy VIII hasta el final del disco 2 es uno de los mejores de la saga. Pero tras eso, se nos presenta a Adel (de la que ya nos hablan durante los sueños con Laguna) y sabemos que existe, que está en la Luna y acaban mandándonos allí. Perfecto. Pero la eliminamos en muy poco tiempo, no llegamos a empatizar con ella, ni a odiarla, está consumida por el ¿odio? de estar impresionada durante eones y solo quiere ver arder el mundo. Y me parece bien, no todos los villanos tienen por qué tener un transfondo excesivamente profundo. Pero es que Adel, a nivel de lore, fue una de las brujas más importantes del juego, puso en caos a toda una nación. Y dice TRES FRASES en todo el juego. Es lamentable, y podría haber dado mucho más de hablar. De la memecharla de Ultimecia prefiero no hablar porque me caliento. Es vergonzoso, un deus ex machina que se sacan de la manga para explicar el clusterfuck del juego a partir del disco 2.
- Rinoa y Squall como pareja. Oh, precioso. Durante mi juventud me encantó y siempre me pareció una historia de amor genial llevada. Cuando lo rejugué hará ~2 años no sabía qué hacer. Se que el lenguaje que usaba Final Fantasy puedo no entenderlo ahora y sí en mi juventud como bien comentaba Adell en su entrada, pero es que en la misma saga tienes dos historias de amor (Cecil-Rosa y Tidus-Yuna) que están cojonudamente bien escritas y a día de hoy me siguen gustando. Aquí está todo demasiado acelerado, durante los primeros 2 discos y medio no ocurre nada, Rinoa hace algo de tease a Squall y poco más. Pero tras volver de la luna son la pareja feliz de turno. Que sí, que Squall es introvertido y todo lo que quieras. Pero es que no tenemos monólogos interiores que sirvan para ver cómo Squall se preocupa gradualmente por Rinoa. Todo ocurre de golpe, y es raro, antinatural y grotesco.
- El desarrollo de Squall. No voy a entrar a spoilear otros juegos, pero Neku de TWEWY y Luke de Tales of the Abyss son personajes parecidos y que tienen un desarrollo mucho más creíble siendo arquetipos similares. El primero de forma gradual, el segundo por un suceso en concreto. Y ambas opciones me valen y me lo creo. Lo de Squall es por amor, un sentimiento poderoso y blablabla pero está metido con demasiado calzador, los propios personajes secundarios no comentan nada del cambio de Squall o lo hacen muy por encima, nadie se extraña de que haya pasado del "whatever guy" al "my friends are my power". Es atroz.
Eliminar- La comparsa de secundarios. Sí, salvando VI y XIII (yep, Lightning y sus amigos tienen más desarrollo que el 90% de personajes de la saga) aquí el grupo protagonista más allá de Squall y Rinoa no pintan nada. Pero nada. Os compro a Laguna por razones de peso argumental y el cómo sienta la cabeza al acabar de presidente de Esthar. Pero los 4 que van con ellos... dios santo. Irvine está desaprovechadísimo, un francotirador que tiene miedo a matar podría haber dado muchísimo más drama personal. Quistis es un arquetipo demasiado visto, pero tras el disco 1 es un personaje de relleno y sin evolución. Selphie es >ese personaje cómico otra vez que sale en todos los FF y lo acepto. Y Zell... ¿qué pinta Zell?
- El sistema de enlaces. Nada que senpai no haya comentado ya. Está roto, no tiene sentido que puedas acabarte el juego casi sin despeinarte haciendo un par de cambios en los primeros compases del juego. Sí, FF nunca ha sido una saga excesivamente difícil, pero esto roza lo absurdo. Llegar al máximo de fuerza/vida casi desde el principio, poder volverte invulnerable a algunos ataques gracias a las defensas elementales (aquí se tarda algo más, pero me entendéis)
- El aburrimiento del sistema de combate. Es la consecuencia directa de esto. Debido a los enlaces, nadie en su sano juicio va a utilizar magias que le bajan las estadísticas. Por tanto, ya perdemos una opción. Si encima a poco que juguemos y descubramos que se pueden abusar de los Limit Breaks (algo que se supone que son ataques desesperados pero que en VIII deciden tomar la horrible decisión de poder spamearlos) acabamos pasándonos el juego con Aura + Limit Break de Turno. Y nos quejamos de que XIII se puede pasar con 1 botón (algo que es literalmente mentira y reto a cualquiera a que se grabe haciéndolo). No, lo de VIII no tiene sentido a nivel de gameplay, podría haberse salvado aquí después de todo lo relativo a argumento pero tampoco lo consigue.
- La progresión de los enemigos. No me parece mala idea que suban de nivel a la vez que tú para que no sea un paseo volver a zonas iniciales. Pero es que como consecuencia del spam de Limit Breaks (o GFs al principio del juego) te dan igual. En serio, igual.
- Eliminación del sistema de equipos. Squaresoft en qué pensabáis? Vale que VII apenas tenía qué escoger para equiparse (arma - armadura - accesorio) pero al menos eran TRES opciones, además del sistema de materias que otorgaban atributos también. Aquí nos quedamos con un arma, crafteable además (ergo tenemos que grindear sí o sí para obtener mejoras). Adiós accesorios, adiós armaduras, adiós personalización.
Creo que no me dejo nada, pero seguro que tras enviar esto se me ocurren un par de cosas más. Final Fantasy VIII es atroz, es un mal juego y está ensalzado por haber sido uno de los primeros JRPGs que nos llegaron localizados, por venir justo tras VII y estar en plena fiebre post Final Fantasy, por tener poca experiencia en el género y por llamarse Final Fantasy. Porque en aquella época, eso era una bendición, no una maldición. La nostalgia con VIII ha sido especialmente amable con el que para mi, es la oveja negra de la saga junto a II.
Disclaimer: el único título peor que Final Fantasy VIII es Final Fantasy II. Blogger no me deja editar y acabo de ver que puse Final Fantasy sin más al principio. Puede que me lleve vuestro odio tras leer mi parrafada, pero si no lo decía, reviento.
EliminarIba a contestar con lo mismo, pero ya lo has elaborado mejor que yo y coincido totalmente al 100% contigo xD
EliminarFF VIII me gusta, pero admito que es de los peores de la saga, y como RPG es un juego de suficiente bajo (por no suspenderlo).
La trama es un culebrón de instituto, básicamente el malo principal, Seifer, es el abusón del colegio y el ex-novio de la chica del protagonista(topicazo al canto), y no tiene un motivo real para ir en contra de los buenos, parece que sólo lo hace por fastidiar. Y los personajes principales, estereotipados a más no poder. Por no hablar del guionazo de la amnesia a mitad del CD2, nada creíble y muy conveniente. Por esto y por el desastroso sistema de magias pienso que FFVIII es el peor FF de PS1, es el Crepúsculo de los FF) a mí personalmente me parece incluso peor que el FFX-2, aunque no deja de ser un gran juego pese a todo.
EliminarNo estoy para nada de acuerdo con ninguno de los dos, estáis siendo pero que muy injustos con el juego y criticándole cosas que pasan en más juegos de la saga. por ejemplo, la dificultad. Sí, se puede romper el juego, pero, en realidad, también se puede romper FFIX, FFVI, FFV (aunque no tan pronto), FFX, FFVII (aunque algo menos), FFXII... Si dominas un FF es, por lo general, FÁCIL (excepto algunos de los viejos). En FFIX, por decir uno, puedes cargarte a cualquier enemigo del juego, repito, CUALQUIERA, con 7 ataques. Único FF en el que pasa si descontamos los KO directos de The End, ultraesgrima, caith sith, etc.
ResponderEliminarY ojo, aquí lo ponéis como si romper el sistema de VIII fuese facilísimo, pero me gustaría saber cuánta gente lo ha hecho de verdad sin guías. Lo de extraer magias y tal es "fácil" pero conseguir las buenas no tanto, no todos dominan el triple triad y las habilidades de conversión. Sin dominar el juego no veo tan fácil romperlo (veo más fácil de romper bravely default, por ejemplo). Y con esto no niego que, una vez dominado, sea el más fácil (bueno, ¿Quizá FF II?), pero cuando se experimenta suelen pasar estas cosas.
Lo de que los personajes no tienen peso, más allá de la pareja principal...eso es 1/3 del grupo principal. Ahora empezad a contar otras entregas de la saga, y veréis que es similar. En FFIX Yitán, Garnet y, más o menos, Vivi (3/8). En el VII Cloud, Aeris y Tifa de aquella manera (3/9) (y no me metáis a Barret, que quitando la introducción y un momento posterior, está de adorno). Podría seguir con otros, pero lo veo innecesario. Por cierto, que Neku tenga una mejor evolución que Squall es debido a que s ehan basado en él y mejorado lo presentado, es normal que el primero tenga algún fallo más, me parece una comparación inadecuada.
Es verdad que quizá no hay personalización de equipo, pero la hay de habilidades (GFs), al igual que en FFVII con las materias. Puedes construir tus propios roles de combate, incluso magos (siempre sobran hechizos al enlazar).
Lo de la BSO que nombra Adell...perdona, pero eso de que flojea será tu opinión, para mi es la segunda mejor (FFIX gana) y en BA salió como la 2ª mejor valorada también (a pesar de que fans de FFVIII había muchos menos que de otros). No creo que a nivel técnico se le pueda reprochar nada al juego. Puede gustar más o menos que adopte un estilo más realista, futurista y tal, pero no decir que es malo por ello.
Y la historia, para mi, es de lo mejor que he visto, aunque es cierto que me parece mejor llevada la 1ª mitad, no concuerdo con Astara en que la 2ª sea mala.
Parece que si no te llamas FFVII no se te perdona nada.
No se trata de ser injusto con VIII, el artículo va de él y saco a relucir sus fallos comparando algunos aspectos con el resto de juegos de la saga, pero de forma superficial. Dame cualquier otro y le saco fallos, no es una cruzada personal contra Squall & cia, simplemente daba mi opinión sobre este en concreto.
EliminarCreo que dije en el comentario que todos los FF son fáciles per se, pero si se me pasó lo comento ahora. Simplemente matizaba que VIII es aún más sencillo que el resto.
Y de la OST no hablé porque son gustos, a mi me parece bastante buena y junto a su apartado técnico es lo único a lo que no le saco fallos.
Un podcast sobre esto y otros FF? Molaría conmigo de ronin del IX y mml del VIII :p lo dejo sobre la mesa a ver qué opináis
En general, bastante de acuerdo con Mml y Desaya, no me extiendo porque no estoy en casa y ya está la mayoría dicho. Lo del podcast como método para despedazarnos lo veo xD.
EliminarHey, en la Banda Sonora me estoy basando en la propia Square Enix, que la considera así: VIII sólo incluye 5 temas en Theatrhythm Final Fantasy, el mínimo posible que sólo coincide con II y III. Estaba tratando "temas recordados", no su aspecto en conjunto.
EliminarDe los personajes me refiero a su aportación al grupo en los diferentes eventos. En VII tenemos al menos 2 tramas con cada uno y su propio pasado, en VI cada uno tiene su propia misión opcional, en IV están totalmente caracterizados dentro de su rol, en IX pasa más o menos lo mismo (Todos se comportan según el arquetipo de Soldado, mago tímido, princesa, líder, chica adulta...) y en X están especialmente diferenciados por sus habilidades personales y su aportación al combate. En VIII a penas hay diferenciación porque (casi) todos son estudiantes, (casi) todos comparten el mismo pasado (olvidado, eso sí) y ninguno cubre un arquetipo realmente fuerte que se marque cuando habla. En la mayoría de escenas las frases que diría Irvine las podría decir Zell o Selphie y no sonarían raro, a eso me refiero en su aportación al grupo.
Y lo de fácil de romper, a ver, está claro que hay otros juegos abusables en la saga, pero casi todos tenían también ese momento de trama donde muchos se quedaban cogidos porque daba un pequeño pico de dificultad: VII los tiene en casi todo el proceso desde que pasas de Gongaga hasta el final del CD1 (Muro es mucho Muro), IX tiene a Gizamaluke, Ark o los enemigos que te hacía 1HKO con lo de Fuego/Hielo, X tiene al Seymour de Gagazet, mientras que en VIII sólo es realmente complejo el combate contra Adel, porque te aplica unas reglas propias. De ahí había que irse a la final, que sí es un reto importante y, claro, los combates opcionales.
La otra razón por la que no sea fácil es porque, directamente, es un juego con reglas mal explicadas y muchos no saben ni lo que hacen con sus vidas, pero eso es algo común en los tres FF de PSX. Si caso, en VIII las líneas gigantes de tutoriales están algo más perdidas, razón por la cual en IX decidieron darle el toque de "oficialidad" clavándote a Mogutaro en medio de cada salto para decirte: lee o no te enteras.
Lo dicho: no pretendía atizarle a FFVIII, solo intentar explicar el por qué es el juego de la trilogía de PSX que parece haber dejado menos legado y que, curiosamente, parte de lo que representó se va a tomar para FFXV.
Después del comentario-análisis de Astara casi cualquier aportación más o menos breve parece superflua... pero comentaré igualmente, aunque sea solo para dejar clara una cosa: el peor Final Fantasy con diferencia es el III, que viene a consistir en monigotes atacando a monigotes sin prácticamente nada más detrás. Claro que para mí el segundo peor sería justamente el VIII, con el XII siguiéndole muy de cerca. Eso sí, no cuento del XIII en adelante, porque la trilogía podría llegar a tener el dudoso honor de ocupar el pódium.
EliminarDicho esto, y solo como experiencia personal para contestar a las preguntas de Adell y a Memele: en mi humilde opinión, el problema no reside tanto en la facilidad de "romper" el juego como en que la jugabilidad es extremadamente aburrida lo hagas o no. Y me explico.
Ya se ha explicado como funciona el sistema de extracción. No se ha recalcado lo suficiente (nunca será suficiente) que el jugador no tiene forma de saber si debe extraer más o menos magias de los enemigos y, sobre todo, del jefe de turno para ir con estadísticas decentes a la siguiente zona; dependiendo al final del carácter del jugador. Voy a poner dos ejemplos extremos representados por amigos míos. El primero de ellos es el típico jugador preocupado y perfeccionista y, "por si acaso", acabó perdiendo entre 20 y 40 minutos extrayendo magias de prácticamente todos y cada uno de los jefes del juego. Evidentemente, el resto del título fue un paseo consistente en pulsar x reiteradamente. Dicho sea de paso, sin usar "triple tiad", conversiones ni nada similar, a base de extracción pura y dura a los enemigos que iban apareciendo (al menos según lo que me contó). Y "solo" con ello le sobró hasta para los jefes opcionales de la última mazmorra. El amigo número dos es un jugador nada aficionado a juegos de rol que cayó en este casi por casualidad y decicidió que lo de extraer magias era demasiado aburrido como para hacerlo más allá de casos extremos. También se acabó pasando el juego y perdiendo entre 20 y 40 minutos por jefe, pero en su caso abusando de las invocaciones para sobrevivir. Y finalmente está el jugador intermedio, representado por mí, y que también comparte esa impresión generalizada de "aburrimiento". Al final, ninguno de los tres ejemplos de tipos de jugadores disfrutó de la jugabilidad. Por no decir que nos horrorizó a todos.
Del argumento prefiero no comentar nada. Primero porque debo ser el único al que le pareció flojísimo ya en un primer contacto (tampoco es que haya habido más, creo que queda claro que no entra en mis planes repetir la experiencia) en prácticamente todos sus aspectos (incluyendo a Squall, su personalidad y su relación con Rinoa). Pero principalmente porque si me pusiera a ello daba para otra entrada solamente criticando los diversos aspectos, y no estoy tan motivado como Astara. En realidad, y perdonadme la hiperbole, casi se necesitaría una entrada solo para hablar de por qué los personajes son horribles.
Y de la banda sonora mejor tampoco digo nada, porque para mí el "declive" empezaría tras el VI (y eso que, personalmente, disfruté considerablemente con la del VII), donde el cada vez mayor número de personas implicadas en su elaboración va conduciendo progresivamente (aunque con altibajos importantes, todo hay que decirlo) a temas cada vez más impersonales y fácilmente "olvidables", cuyo máximo exponente sería la banda sonora del X. Aunque
que del XII el tema más "memorable" acabe siendo el característico de la saga también es un buen ejemplo.
Y ya no escribo más, que mi idea inicial era poner solo unas líneas de nada.
¿Precisamente el problema de que algo esté roto es que se vuelve aburrido porque no hay mejor manera de pasarse el juego? No se, no entiendo esa diferenciación. Cuando un juego se rompe ocurre precisamente lo que dices, falta de variedad, porque al final acabarás haciendo lo mismo.
EliminarPara nada estoy de acuerdo con Memele, en ff9 hasta Eiko tiene su propio trasfondo, creo que los que no tienen apenas trama son Quina y Amarant, y aún así este ultimo tiene algo de profundidad
EliminarEl sistema de enlaces es fácil de romper si sabes como hacerlo y sabes manejarte bien en conversiones y triple triad y esto no estaba al alcance de todos, si nos ponemos en la situacion de las personas que jugaron FF8 sin guia y por primera vez muchos tuvieron problemas para entender el sistema (que no es tan complicado realmente) y se pensaban que subiendo nivel cogerian ventaja, craso error que llevo a la desesperacion a mas gente de lo que os podais pensar xD
ResponderEliminarSpam de limites? tampoco tan sencillos hasta llegar a puntos deonde la magia aura es mas o menos comun, la magia aura no es nada facil de conseguir pronto en el juego si no sabes como hacerlo y si no tienes la habilidad pertinente
Lo de los equipamientos no lo discuto, siempre eché en falta al menos un par de ranuras de accesorios pero el sistema de habilidades de los GF que eran practicamente editables al 100% a tu gusto si te currabas los objetos para conseguir habilidades es muy bueno y divertido
La historia y la música son buenas, no es ninguna de las dos en mi opinion las mejores de la saga pero si que están en el top 5 de la saga sin lugar a dudas, la historia además tiene decenas de guiños ocultos y secretos como por ejemplo las ondas telepaticas de Adel que se manifiestan en forma de frases en el monitor de Timber y que cuatro gatos detectamos en su momento xD
Es uno de mis FF favoritos (la cantidad de guias y temas de ayuda que tengo sobre el en BA asi lo confirman) y le he echado cientos de horas y como dice mml es un juego que se le atiza mucho comparado con otros FF y de forma injusta, si FFXV y sus cuatro protagonistas guapetones (cuyo trasfondo y profundidad miedo me da) llegan a la mitad de FF8 porque me temo que va a ser un juego muy disperso con tanto por hacer que eso va a repercutirle en la calidad de historia y desarrollo de personajes y creo que mucha gente que raja de FF8 igual se encuentra con otro experimento similar como ha dicho Adell y nos encontramos un FF sólo de nombre
Me habeis tocado la fibra sensible, creo que me he pasado ese juego 15 veces, sin exagerar, quizás alguna más, y no comprendo tanto odio. Supongo que al ser un FF radicalmente distinto pueda generar rechazo o resultar raro para muchos jugadores pero creo que tanto las críticas como las razones que se exponen son desmedidas.
ResponderEliminarFF VIII es un juego de SENTIMIENTOS, todo el tiempo está transmitiendo algo, es como una gran novela que profundiza mucho en la psicología de sus protagonistas y los momentos de gameplay puro a menudo se hacen esperar. Es un juego de infinita belleza en cada pantalla, acompañada de una música sublime y momentos lagrimeros por doquier.
En cuanto al lore, no lo voy a comparar con dark souls pero también se encuentra oculto, muy oculto, y hay que explorar a fondo y unir piezas para enterarse aunque nunca sigue siendo bastante efimero y deja mucho espacio para las teorías.
Si hablamos de los personajes, no son ni la mitad de planos y clicheados que pueden parecer, aunque carecen de historias grandilocuentes y misiones secundarias propias todos ellos ocultan algún drama personal dentro y la personalidad que muestran no es más que un escudo.
El sistema de enlaces e invocaciones es complejo y completo en extremo, totalmente personalizable y extremadamente complicado de pulir. Si, puedes intentar pasarte el juego invocando a Ifrit o Shiva pero se curan muy poco y los bosses suelen matarlos con facilidad, con lo que te encontrarás bastante vendido y dependerás de tener tus enlaces bien configurados. No hay armerias, pero quien necesita una espada de fuego si puedes conseguir ataques elementales simplemente enlazando, para que usar armadura si al enlazar la magia coraza consigues un notable aumento de resistencia física. Me hace mucha gracia que se critique que el sistema de combate esta simple y se rompe con facilidad cuando un gran numero de jugadores ha abandonado el juego cuando empiezan a caer los primeros monstruos fuertes de la luna o como hasta los mas experimentados seguimos petando ante Bahamut si no llevamos una configuración bien cuidada.
Lo que quiero decir en definitiva es que es un juego diferente que o te gusta o lo odias, probablemente un juego de nicho, pero es una obra maestra extremadamente cuidada, con horas y horas de jugabilidad, con historias sublimes y diferentes como la de Laguna y con un trasfondo que es mucho más de lo que parece. Os invito por ejemplo a leer la teoria de Rinoa/Artemisa.
Aviso, posibles spoilers de FFVII, FFVIII y FFIX.
ResponderEliminarNo, la excusa de que FFVIII es más criticado que el resto de FF no es válida. Todo lo criticable habrá de ser criticado. Que la opinión pública sea injusta con X juego no debería ser un atenuante ni mucho menos.
Sobre que es un juego que transmite sentimientos, como un montón de otros juegos. No por nada muchos RPG buscan momentos sensiblones para empatizar con el jugador. Muertes de personajes, personajes incomprendidos para que el jugador se vea reflejado, tragedias... y un largo etc de maneras de conseguir esto.
El problema es que a veces se incluyen estas tácticas mal. En FFVIII todos los momentos sensiblones dan igual por que todos los personajes están desarrollados como el culo excepto los que ha comentado Astara. ¿Que más me da a mi la escena de la luna, si ni siquiera tiene sentido que vayan allí en primer lugar? Se pierde todo el intento de impacto sentimental al primer momento. Y se de sentimientos, que el último parche me ha rellenado la base de datos (Era imperativo soltarlo)
Recalcar el caso de Irvine, una premisa fantástica para que luego no vuelva a abrir la boca. Me comía a los guionistas del juego por la cabeza.
Sobre la trama, lo siento pero la narrativa no se puede medir por el número de guiños que tenga o no. Si no por si está bien "escrita" o no. Si consigue lo que se propone o no. En FFVIII, se tocan muchos temas. El de la prensa, como ha dicho Astara, política, viajes temporales y sus consecuencias... Pero ninguna está bien desarrollada, se quedan en un roce y no llega a tocarse siendo nada más una excusa para hacer la trama (El ejemplo de Irvine lo escenifica perfectamente). Así, por poner un ejemplo en FFVII el tema principal es la ecología y el corporativismo. Y aunque no sea algo especialmente maduro, el juego lo toca en diversos aspectos (El hogar de Red, el fuerte condor... ) Al menos, se desarrolla. Por muchas lagunas que tenga FFVII, al menos su tema y mensaje está siempre presente y es tocado (No excesivamente mal, lo reconozco). Y si FFVII tiene temas fáciles de pillar, en FFIX creo que también sus temas están bien presentes aunque en este caso, sean los personajes el propio tema y quienes se enfrentan a ellos a través de la trama. (Ej, Vivi y sus constantes problema de identidad que, al final, son tocados en el desarrollo principal tanto con Daga como con Yitán.) Y demás.
Sobre la OST de FFVIII, para mi su problema es que no concuerda con el tono del juego. El juego trata sobre asuntos políticos, brujas e incluso la preparación de un asesinato. Es un tanto más directo que otros FF en la exposición de su trama y tiene un estilo algo diferenciado tanto de FFVII como FFIX. Pero la OST no se diferencia tanto de estas entregas... A excepción de los temas de las brujas (Succesion of Witches) que tienen un estilo claramente diferente al resto de temas. Esto hace un efecto anticlimático. En mi opinión.
Sobre los combates, a mi no se me hicieron mucho más pesados que por ejemplo... en FFVII. En este aspecto concuerdo con Desaya y mml: No es tan fácil romperlo. Yo cuando lo jugué sabía que se podía hacer y tanteé, pero no conseguí cosas como esas de hacerme medio inmortal.
Buen artículo, y decir que FFVIII es como FFXII. Buenas ideas no bien llevadas a cabo. Un gran desaprovechamiento.
A pesar de ser fan de del juego estoy de acuerdo con tu crítica. FF VIII debería de profundizar más muchos de los aspectos que toca, y explicar mejor otros, pondré como ejemplo Irvine y la luna, ambos tenían un potencial tremendo, pero simplemente han cubierto el trámite, y bastante mal. Da la sensación de que han querido apurar demasiado el final del juego o bien porque no querian un juego excesivamente largo o excesivamente caro, pero el resultado final sigue siendo muy bueno en mi opinión.
EliminarPersonalmente creo que muchas veces se infravalora la historia de FFVIII. En realidad esta es como un puzzle, a parte de la historia principal, el juego te va soltando detalles sutiles sobre el trasfondo, cosas que en un principio no le das importancia o no entiendes... luego Laguna te suelta casi al final del juego quienes Raine, encajas todo, te quedas loco y entiendes la "gracia" de la trama. Y es algo muchísimo mejor llevado que la saga FFXIII por ejemplo. Aunque quizás sea un arma de doble filo: si no estás atento puedes perder esos detalles, aunque tampoco te estropean la "historia principal", que sigue siendo disfrutable igualmente.
ResponderEliminarA mi lo que me mata es el desequilibrio. El sistema es muy bueno con el papel, pero no consigues disfrutarlo del todo precisamente por lo roto que está. Aquí algunos de mis cambios:
- Los enlaces no deberían basarse en "equipar magia" sino en "fortalezerlos en función del uso de su magia". Es decir, tú enlazas una magia por ejemplo, "Mutis". A medida de que vas usando esa magia, el enlace se fortaleza y si llega, por ejemplo, al 100%, el ataque físico tiene la posibilidad de dar siempre ese estado. Lo malo de este sistema es que habría que balancearlo para los ataques elementales y, especialmente, los de estadístiicas. Pero al menos ayuda a especializar a los personajes y sobretodo, a usar las magias activamente.
- Las invocaciones deberían tener una mecánica similar: su poder debería estar relacionado con el uso de ataques afines, pero con una diferencia, y es que el poder acumulado desaparezca cuando se ejecute la invocación. Por ejemplo, el poder de Ifrit debería ser proporcial al número de magias/ataques de fuego que se hayan usado en ese momento, y cuando aparezca y haga su ataque, volver a empezar para cargar la invocación. El problema de esto es que "el contador" debería reiniciarse con los jefes, para evitar peleas que duren un suspiro.
- Los límites deberían sólo poder usarse una vez por combate, como en FFVI.
El sistema de comandos debería cambiarse, yo la ventana de batalla la plantearía así:
--Comandos
--Magia
--G.F.
--Objetos
Siendo Comandos habilidades como "Atacar", "Robar", etc. Así, no te verías tan constreñido por las cuestiones de espacio. Por supuesto, la idea es que, a pesar de todo, te tengas que "equipar" las magias y las habilidades como ocurría en el Enchanted Arms para no tener personajes que puedan hacer de todo (o al menos poder ordenar los comandos como en los antiguos FF).
La cosa es que recuerdo que uno de los juegos para móviles de FF usan un sucesor de este sistema actualizado, aunque no recuerdo su nombre.
Aunque la mayoría de las cosas están dichas, le tengo cierto aprecio a este juego y, aunque no es el mejor de la saga, creo que se merece algo mas que ser "de los peores" como he leído por arriba.
ResponderEliminarPara empezar, cualquier FF en un punto del juego tiene algo spameable que hace el juego horrendamente fácil. El original, que veo que nadie lo ha mentado, utiliza un sistema de combates "aleatorios" donde puedes aprenderte el cuadrado de algún que otro jefecillo y matarlo mil veces hasta el nivel 100 de cada PJ. El II para subir los niveles de las cosas solo tienes que poner al personaje en la retaguardia y fallar a posta hasta el nivel máximo del arma, que solía ser espada ya que con el minijuego eran Masamunes y Armaduras Genji para todos, por no comentar la magia Toad. En el X solo había que invocar a Yojimbo hasta que saliese Ultraesgrima. Y un lago etc en cada videojuego, pero esos tres son los que mejor recuerdo.
Es cierto que sabiendo usar el triple triad, extrayendo o con invocaciones es fácil pasárselo pero cualquiera de la saga lo es, incluso en los mas recientes se puede pasar el juego con la palanca y un botán.
Respecto a la historia, vale que pega algún que otro salto brusco en la relación de personajes o algunos directamente evolucionan muy poco, teniendo una teoría para lo primero que no viene al caso, pero tampoco hay mucho que ver porque los personajes de todos los juegos son un cumulo de clichés soltados ahí en medio y que, fijándose un poco, son lo mismo pero con distintos nombres. Bueno, eso hasta el X-2 porque, personalmente, a partir del XII/XIII lo que hace Square-Enix son unos maniquíes preciosos.
Sinceramente, veo que se le da mas caña a este juego que a otros, en mi opinión, mucho peores y que si lo que se quiere es una experiencia mas "como los demás" que no se use Aura y a jugar igual que en sus antecesores: dando espadazos y corriendo de un lado a otro.
Final Fantasy 8 guarda un lugar en mi corazoncito.Fue el primer juego de psx propio(Resident Evil,FF7,etc...eran de mi hermano)Lo conservo con cariño.Cuando lo jugué no tenía guías y no entendí el sistema de extracciones,pero Squall me enganchó. No era el típico héroe feliz y contento de otros videojuegos,era diferente y me gustó.Tan poco entendí el sistema de extracciones,que cuando llegué a Adel,no pude vencerla.Y tuve que reiniciar el juego otra vez,¡¡¡EMPEZAR OTRA VEZ,CUANDO ESTABA EN EL CD 4!!!Y otra vez sin guía, pero extrayendo y jugando a las cartas,sin crear mejores armas porque los Molbol siempre se me resistieron.Pero lo terminé y fue la hostia.Hoy,por desgracia no ha envejecido muy bien en el aspecto jugable pero sigue teniendo una de las mejores BSO que he disfrutado en esta consola.Lo jugué con 15 años y casi 18 años después me sigue pareciendo un gran juego
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