[Análisis] Bastion
Hay títulos cuyo impacto en el mercado de los videojuegos resulta difícil de calificar. Cuando Bastion fue lanzado en julio del año 2011 en exclusiva para la plataforma de descarga digital de Xbox 360, Xbox Live Arcade, fue de los grandes descubrimientos del año, llegando a competir y ganar premios frente a uno de los juegos con más calado de la historia del género RPG: The Elder Scrolls V: Skyrim.
Seguramente, Bastion llegará a ser reconocido como un título atemporal, ya que su sistema de juego es lo suficientemente divertido y comprensible para que cualquiera lo pueda disfrutar, artísticamente nunca será poco atractivo y todos los elementos maravillosos que calan en el jugador hacen el resto. Pero mejor repasemos cada uno de sus aspectos:
La trama nos lleva a una arrasada Caelondia, que tras un cataclismo ha quedado completamente fracturada en múltiples piezas flotantes. Nuestro protagonista, un personaje silencioso apodado "The Kid" (el chico) por el narrador, despierta en este mundo y parte hacia el Bastión, una especie de "copia de seguridad" del mundo original, desde el que se puede reconstruir todo lo perdido.
El narrador será pieza clave en esta trama, puesto que nos indicará nuestro camino, objetivo, localizaciones, enemigos... Su acompañamiento será la historia del juego en sí, contada a la vez que nosotros mismos la vamos viviendo, lo cual le da un aspecto único.
Por supuesto, este planteamiento inicial basado en la reconstrucción ganará mucha profundidad con la inclusión de otros personajes y puntos de vista: colonialismo, naturaleza, amistad, venganza, coraje... Bastion nos cuenta una historia que conocemos sobradamente, pero no por ello resultará menos interesante. Su parte final, con unas decisiones que nos pueden llevar a diferentes conclusiones, son particularmente emotivas, sobre todo por la forma en la que se enfocan.
Bastion es un ARPG en el que nos moveremos por los flotantes escenarios a la par que ellos mismos forman nuestros caminos, en los que aparecerán diferentes enemigos dispuestos a acabar con nosotros. Para defendernos, contaremos con un amplio arsenal de diferentes armas, pero de las que sólo podremos usar un par a la vez: una de cuerpo a cuerpo y otra de a distancia. También tendremos un escudo, podremos ejecutar ataques especiales y rodar por los escenarios, ganando invulnerabilidad al daño en un corto periodo de tiempo.
La parte de RPG nos llega con las mejoras de cada una de las 11 armas del juego, que podremos personalizar y combinar de diferente forma dependiendo de nuestro estilo. ¿Prefieres la solidez y contundencia del martillo? ¿La velocidad del machete? ¿El arco o la carabina? Nosotros decidiremos con total libertad, ya que antes de cada fase podremos cambiar no solo de set de armas, sino también las mejoras aplicadas a cada una ya que, una vez compradas, podremos cambiarlas como nos parezca. Por supuesto, nuestro personaje también ganará experiencia y niveles, lo que nos permitirá elegir qué mejoras queremos usar en cada escenario: Mayor vitalidad, espacio para objetos curativos, aumento del daño, de las posibilidades de impacto crítico... Nuestra forma de jugar se podrá mutar con suma facilidad, dependiendo de cómo configuremos al personaje.
Además, es un juego corto: se puede completar en unas 6-7 horas, aunque lo normal es llegar cerca de las 10, sobre todo si queréis probar diferentes configuraciones, superar los retos opcionales o ver los dos finales. No es un juego difícil, aunque puedes ponerte gran variedad de hándicaps para ganar recompensas extras, lo cual puede disparar la dificultad si intentamos realizar ciertos combates con muchos elementos en nuestra contra.
Además, es un juego corto: se puede completar en unas 6-7 horas, aunque lo normal es llegar cerca de las 10, sobre todo si queréis probar diferentes configuraciones, superar los retos opcionales o ver los dos finales. No es un juego difícil, aunque puedes ponerte gran variedad de hándicaps para ganar recompensas extras, lo cual puede disparar la dificultad si intentamos realizar ciertos combates con muchos elementos en nuestra contra.
Artísticamente, es de esa clase de juegos que siempre se verán bien y resultan muy llamativos: diseños a mano, muy coloridos, efectos visuales efectivos, es rápido... Resulta una de las pruebas de que no hace falta tanta potencia para hacer un título atractivo visualmente, sobre todo teniendo en cuenta que gran parte de los escenarios será destructible.
Pero es en el apartado sonoro donde este juego alcanza el nivel de obra maestra: los temas de Darren Korb, que tuvo que grabar en un armario, tienen un aura que mezcla toques del Oeste americano con un aire místico y sugerente que acompaña a las mil maravillas a toda la aventura. Los efectos sonoros y cómo se ven afectados por el movimiento o el daño hacen que este título sea una aventura que te entra principalmente por los oídos.
Por supuesto, la guinda del pastel es la genial voz de Cunningham como el narrador permanente de todas nuestras acciones: seria, adusta, severa, paternalista y amable. Bromea, enseña, acompaña, nos mete en situación... Es parte clave del juego y resulta difícil explicar su peso sólo con palabras. Hay que jugarlo para comprender hasta qué punto resulta importante en todo el título.
Hay pocas razones por las que un jugador puede desestimar jugar a Bastion: ni su precio (en oferta) ni sus especificaciones técnicas deberían ser un impedimento, es divertido, no requiere demasiado tiempo y toda la aventura nos dejará un gran sabor de boca.
Su gran variedad y su espectacular nivel artístico, con un apartado sonoro de ensueño, lo hacen un título que puede que no sea absolutamente imprescindible, pero sí totalmente recomendable. Dadle una oportunidad en la próxima oferta donde prácticamente lo regalen o revisad algunos de vuestros Bundles de títulos indies por si lo tenéis y aún no lo habéis instalado: No os decepcionará, es de esa clase de títulos.
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