[No todo es un RPG] Serena
A nadie le gusta pasar miedo, es un hecho indiscutible y casi inherente a la naturaleza humana. No obstante, existe un elemento ciertamente contradictorio y místico a partes iguales en el terror: muchos de nosotros sentimos una atracción fatal por los libros, películas o videojuegos que lo tienen como pilar fundamental, que buscan infundirnos ese miedo que buscamos en ellos, ya sea por la sensación de descubrimiento, por la adrenalina o por pura curiosidad.
Es de esto de lo que se han alimentado muchos autores hasta dar lugar a géneros enteramente dedicados al terror, algo en lo que destacan sobre todo las películas pero también los videojuegos. Desde clásicos como Splatterhouse hasta fenómenos modernos como Five Nights At Freddy's, pasando por títulos de culto como Amnesia: The Dark Descent, el género se ha popularizado hasta ser un filón fácilmente explotable para desarrolladores que quieren introducirse en la industria. Este es el caso del título que me ocupa: Serena.
Para explicar Serena antes hay que pasar por algo que supone un buen aliciente para jugarlo: es un indie freeware, lo que viene a significar que está disponible de manera totalmente gratuita y además es perfectamente accesible desde Steam. Es más, mi recomendación es que cerréis esta pestaña, descarguéis el juego y los viváis de principio a fin sin conocer nada más de él: es lo mejor que podéis hacer.
Sin embargo, si esta pequeña introducción no os ha encandilado lo suficiente, vengo a explicaros con más o menos detalle qué es este título tan especial desarrollado por varias organizaciones indie como Senscape o Infamous Quests en un esfuerzo grupal.
Voy a empezar a explicar primero lo más fácil: Serena es un juego que emula las aventuras gráficas de antaño con un estilo point-and-click bastante acertado (con la adición de un sistema para ver qué podéis investigar pulsando la barra espaciadora) y una perspectiva en primera persona que es lo que verdaderamente ayuda a que el jugador se sumerja en la atmósfera del juego, pero qué no supone, ni de lejos, el punto central del título. Es un mero recurso para hacerlo interactivo, no necesita jugabilidad para funcionar.
Otro punto muy a su favor es que dura poquísimo: una hora si exploráis mucho todo lo que el juego os ofrece (algo que recomiendo mucho, no sabéis cuánto) aunque normalmente no os durará más de 40-50 minutos... de una sentada. Porque sí, Serena no incluye ningún sistema de guardado, si pulsáis Esc todo lo que hayáis jugado se perderá para siempre. Es un recurso que puede parecer absurdo pero realmente ayuda mucho: dividir el juego en varias sesiones sería un error para la inmersión. Es, además, un juego con un desarrollo muy variable en el que no existe una línea directa entre planteamiento y desenlace. Sin salirnos del género ni de sus semejanzas, diría que es similar a las demos del fallido Silent Hills (P.T., vaya) o Resident Evil VII, para que os hagáis una idea.
No obstante, existe algo de importancia capital que es lo que hace que Serena resulte tan especial. Mientras que en P.T. asistimos a temáticas sobrenaturales y paranormales y en Resident Evil VII vivimos un apocalipsis zombie, en Serena encontramos situaciones de la vida real, cosas que podrían pasar perfectamente en el mundo en el que vivimos, personas imperfectas y, en general, el argumento (del que no me vais a oír hablar, es mejor que lo viváis en vuestras carnes) supone una auténtica bajada a los infiernos de la psique humana, explorando todo tipo de aspectos de la psicología y dejando a su paso numerosas teorías, simbolismos y algún dolor de cabeza: no vais a encontrar el recurso barato de usar un susto al doblar una esquina, sino que el terror que sentiréis (que tampoco es excesivo, lo prometo) será vuestra propia mente jugando malas pasadas.
La atmósfera que se llega a crear en tan poco tiempo es algo magistral en la que hay que introducirse aislándose del mundo real contando con unos auriculares, porque a todo ello contribuye un apartado audiovisual excelente, con gráficos que sin ser punteros saben a lo que van, un doblaje muy bueno y una banda sonora con efectos que, aunque escueta, no deja absolutamente nada que desear.
Si existe una pequeña cosa que puede lastrarlo es algo perfectamente comprensible y que ni siquiera es una queja, sino un impedimento para aquellos que no se manejen en la lengua de Shakespeare. El juego está enteramente en inglés, aunque no es demasiado complicado y los términos más complejos se pueden encontrar en sitios en los que, generalmente, os podréis detener todo lo que queráis.
Es una entrada corta, más de lo habitual, pero por mi parte sólo queda recomendaros una última vez que os lancéis a todo lo que Serena ofrece: sólo os ocupará una hora y os aseguro que no os arrepentiréis.
Gracias por la recomendación. Este tipo de títulos me gustan bastante.
ResponderEliminarMe recuerda a Gone Home, que me encantó. Aunque como crítica diré que el doblaje me parece bastante insulso la verdad... Parece que es como una demostración de un motor de juego, que en camino viene Asylum. Con esta "demo" ya me ha hecho la boca agua.