[Análisis] Penny-punching Princess
Los Rogue-Like son de los RPGs más veteranos de la industria, ya que su nombre proviene del mítico Rogue (PC, 1980) que sentó las bases del estilo: mazmorras enrevesadas plagadas de enemigos con los que debíamos combatir en tiempo real, usando una perspectiva superior. Hemos tenido multitud de títulos de este corte y, de hecho, muchas sagas reconocidas de la actualidad, como Ys, provienen de ese planteamiento básico.
Evidentemente, los videojuegos han evolucionado mucho desde los tiempos de Rogue, por lo que este subgénero se ha ido quedando algo anticuado y no ha experimentado un segundo renacer como ha pasado con los Dungeon Crawlers, principalmente porque suele chocar con los títulos de estilo Mundo Misterioso, que sí son bastante más populares.
Por ello, Nippon Ichi nos trae un título que se basa en la acción desenfrenada de estos clásicos, pero actualizados y con ideas realmente frescas: Penny-Punching Princess para PlayStation Vita y Nintendo Switch, disponible desde hace unos días. El lanzamiento original de esta obra se produjo hace un par de años en Japón sólo en la consola de Sony, pero la propuesta de fases cortas con controles táctiles hace que haya llegado también a la consola de Nintendo.
En un mundo que ha sucumbido ante el capitalismo, afectando a nuestra protagonista, que ha perdido su trono y las tierras asociadas al mismo frente a la poderosa familia Dragonland. Tras diez años planeando su venganza, nuestra princesa usará sus puños y las mismas armas que nuestros rivales (el dinero) para abrirse paso entre hordas de enemigos y lograr recuperar su legítimo puesto.
El planteamiento de la historia no es más que una mera excusa para presentarnos una sucesión de misiones cortas de entre tres y seis fases, donde podremos tener que superar a algún sub-jefe y enfrentarnos al gran líder de la zona al final de las mismas. La trama avanzará mediante una serie de diálogos que se producirán antes y después de cada misión, con conversaciones de lo más disparatadas y humorísticas (en inglés, eso sí) que se vuelven todavía más locas cuando entra a escena la segunda protagonista: una princesa zombi llamada Isabella que va desparramando sus órganos por los escenarios.
A pesar de que nos sacarán alguna sonrisa, con el tiempo estos diálogos se volverán algo vacíos y repetitivos, recurriendo a un sentido del humor particularmente básico que, fuera parte de alguna broma, no se nos quedará en el recuerdo.
Las diferentes fases serán, pues, el punto clave de este título, donde realmente destaca y presenta sus partes más novedosas. La base será la de un Rogue-Like que tomará elementos del Beat'em Up donde deberemos superar oleadas de enemigos. Para ello, contaremos con ataques rápidos (donde podremos enlazar combos) y lentos , que resultarán útiles como finalizadores o para atacar a enemigos lentos. A mediados de la obra entrará en juego la princesa zombi Isabella, que tendrá su propio recital de golpes y además podrá drenar la energía de los enemigos para recuperar salud. Será posible elegir libremente qué princesa queremos usar al comienzo de cada fase.
Por otra parte, aunque en principio pueda parecer un juego que solo te plantea machacar botones para superar cada fase, el sistema de soborno y el planteamiento de los escenarios obligará a hacer uso de bastante estrategia. Las localizaciones donde se juegan las fases son pequeñas y estarán llenas de trampas, por lo que una vez empiecen a llegar los enemigos será difícil moverse sin perder vida debido a las mismas (las hay muy variadas, desde pinchos que salen del suelo a flores que envenenan), por lo que será importante gastar tu dinero con cabeza para eliminar ciertas vicisitudes del escenario y crear un entorno más favorable o, mejor aún, usarlo en tu beneficio.
Evaluar el entorno de cada fase, buscando dónde podremos combatir con mayor facilidad y qué trampas o enemigos sobornar para superar cada reto será de las experiencias más gratificantes del título. No sólo importará para dominar la zona, también habrán veces que busquemos recuperar salud con ciertos monstruos, otras donde iremos a por el enemigo más fuerte, también buscaremos al que pueda servir mejor en nuestro castillo... Además, hay que tener en cuenta que en cada fase empezaremos con nuestras arcas a cero, habrá un periodo de recarga entre soborno y soborno, ciertos enemigos requerirán grandes sumas para unirse a nuestra causa y el dinero sobrante hará falta para adquirir mejoras, por lo que este sistema requerirá bastante velocidad de pensamiento.
No obstante, este sistema también tendrá sus inconvenientes, ya que algunos enemigos necesarios para poder lograr determinadas armaduras o tótems sólo aparecen en ciertas fases que tendremos que completar repetidas veces, lo que hará que lograr equipo determinado se pueda volver realmente repetitivo y aburrido. Además, el cambio de protagonista, aunque aporta algo de frescura, tampoco será una gran solución a este problema.
También se puede hacer algo agobiante de controlar en medio de las grandes batallas, ya que seleccionar al enemigo concreto a reclutar y la cantidad necesaria para sobornarlo cuando estás luchando por tu supervivencia resulta algo complicado, especialmente si juegas con el modo TV de Nintendo Switch.
Completar el juego nos puede llevar unas 30 horas, entre las diferentes fases y las repeticiones que realicemos para lograr mejoras, lo cual hace que resulte algo pesado por la poca variedad que implica el sistema.
La dificultad será, sin duda, otro gran inconveniente, ya que el título no nos pondrá las cosas fáciles. Conocer cada escenario y saber a quién sobornar en cada momento resultará particularmente importante, puesto que hasta los jugadores más habilidosos lo pasarán mal ante tal oleada de enemigos, proyectiles y trampas que nos asaltarán. Un descuido nos puede llevar a tener que repetir la fase, por lo que la ausencia de modos de dificultad puede hacer que el título no sea apto para quien no esté preparado para tal reto.
Con un aspecto visual colorido y desenfadado que encajan bien con el planteamiento del título, enfatizando el tono del mismo, Penny-Punching Princess está pensado para jugarse en modo portátil, ya que en televisión se verá particularmente pixelado.
En el apartado sonoro, tendremos melodías desenfadadas muy adecuadas para servir de acompañamiento al desarrollo de las misiones, aunque los muchos sonidos que se producen en las fases hacen que sean difíciles de recordar a medio plazo.
Por otra parte, el hecho de que el juego se vuelva repetitivo, tanto por la falta de nuevas mecánicas hacia la mitad de la aventura como por el hecho de tener que repetir misiones para sobornar específicos monstruos, puede resultar un importante punto negativo a la hora de adquirir el título. La alta dificultad también tendrá que tenerse en cuenta, ya que si bien supone un reto necesario para la parte estratégica del juego, será frustrante para muchos jugadores, por mucho que alargue la vida del título al tener que repetir algunas misiones.
¿Cómo lo veis? ¿Os llama la suficiente atención este título? Recordad que podéis usar los comentarios para cualquier consulta sobre este juego.
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