La creación de nuestro avatar

Si hay un aspecto que ha calado especialmente en el género RPG es el de contar con un sistema que nos permite editar a nuestro personaje de una u otra forma, principalmente por el empuje de los títulos occidentales, mucho más influenciados por los juegos de rol de papel y lápiz donde este elemento es básico.

Este aspecto, no obstante, suele tener un precio: ofrecer a un protagonista sin personalidad o con una subyacente muy concreta que pueda acompañar a la idea de que ese personaje es nuestro, que nosotros somos los que estamos en su mente y sus decisiones nos pertenecen, ya que no tendría sentido de otra forma: ¿por qué vamos a editar a alguien que está más que definido?

La creación de nuestro avatar nos puede plantear diversas cuestiones que, a veces, llega a suponer un auténtico esfuerzo mental para aspectos que podrían ser de lo más simples. Comentemos algunas de esas disyuntivas que solemos vivir en este proceso:

Empecemos por el aspecto que suele dividir a muchos jugadores: ¿usar nuestro nick siempre? ¿cambiarlo según la situación? ¿tratar de mantener el nombre original del personaje? Cada una de estas posibilidades tiene sus pros y sus contras, mínimas, pero que hay que tener en cuenta.

La idea de mantener el nombre original del personaje, en caso de que exista (y, si no existe, buscar el que ha sido otorgado por el canon, como puede pasar en la serie Persona) tiene como principal objetivo el intentar conservar el planteamiento ofrecido por el equipo de desarrollo, algo que también ayudará a la hora de recordar y comparar ese personaje a posteriori, ya que si lo cambiamos es posible que para nosotros ese nombre original no nos llame la atención ya que no lo usamos. Además, este aspecto tiene implicaciones bastante curiosas, como el efecto en el doblaje (nadie puede llamar al protagonista por su nombre en caso de que éste pueda cambiar) o incluso obligar a que un equipo de localización tenga que cambiar ese nombre porque suene mal -Final Fantasy Tactics en PlayStation tenía un personaje llamado Teta- o porque, directamente, no quepa en los espacios disponibles por defecto, que nosotros no tenemos silabarios y kanjis para reducir el número de caracteres usados.

Si usamos nuestro nick, que aquí la mayoría tenemos, puede suponer chocar un poco con la diversificación del mismo: ¿todos se llamarán igual, sin importar nada? ¿qué pasa en caso de que nos pidan un apellido? ¿y si no cuadra con la temática del título? ¿y si el juego usa mayúsculas para todo y al ponerlo en minúsculas queda mal? Es por ello por lo que algunos recurren al nick específico en cada título, para lo cual hay veces que cuesta bastante encontrar algo apropiado... lo que nos lleva al giro definitivo: usar un nombre cómico que resulte una broma continua. En Pokémon hay multitud de ejemplos hilarantes, Eldelgas es nombre élfico clásico, llamarse "Chico Nuevo" en Final Fantasy Tactics Advance cuando te dicen que no puedes ser siempre "Chico nuevo"... la imaginación al poder del troleo a nuestro propio juego.

Otro aspecto que se complica es el de jugar con el editor de personajes para hacer a un personaje, ya que también se generan divisiones entre jugadores dependiendo de lo que intentan realizar en este paso: 
  • Algo parecido a nosotros: Aquí se crean problemas importantes en caso de que usemos gafas -en fantasía medieval no suelen existir y en otros títulos no se tienen en cuenta- o porque, ¿qué demonios? No somos tan perfectos como un personaje de videojuegos y algunos de nuestros detalles personales nunca podrían estar bien representados. 
  • Algo chulo: Ya que ese personaje pretendemos que sea el héroe que llega a niveles enormes y salva el mundo de una u otra forma, es lógico pensar en que tenga un aspecto lo más espectacular posible. ¿El problema? En MMORPGs muchos pensarán igual que nosotros y encontraremos aspectos muy similares al nuestro por doquier si el editor no es excesivamente elaborado.
  • Algo temáticamente apropiado: Esto es más complicado, pero tiene su sentido ya que hacer humanos muchos más altos que elfos, personajes con pieles totalmente diferentes a sus iguales, cicatrices que no tienen explicación, pinturas tribales que no se saben de dónde vienen... rompe totalmente con la ambientación del título. Cuidar estos detalles para hacer un personaje coherente es quebrarse la cabeza en demasía para algunos jugadores, pero a otros les supone un valor añadido en su inmersión.
  • Un horror: Si eres de los que pone nombres de broma a sus personajes, crear avatares horribles a base de la combinación de detalles que casi cualquier otro jugador consideraría absurdos debería ser el cierre perfecto de la broma. ¿No os parecen raros esos ojos que aparecen siempre cerrados o como un huevo? ¿Labios gigantes? ¿Aspectos envejecidos o desproporcionados? Para esto existen, al fin y al cabo, ya que muy pocos jugadores se los plantearían fuera de plantear una coña.
Otro gran problema para muchos jugadores, ya que en las composiciones individuales tenemos que pensar en nuestra supervivencia y la facilidad para avanzar, lo cual choca de frente con algunos de los roles más importantes a la hora de luchar en grupo, como pueden ser el Tanque o el Curandero, cuyas capacidades combativas por sí mismos es casi nula. Además, luchar como Magos, con mucha menor resistencia y atándose a aspectos como las reservas de maná, también suele ser complicado.

Si sabemos que combatiremos en grupo, hay que tener en cuenta qué rol queremos cubrir por encima del resto, lo cual se puede complicar si otro rol prioritario lo ocupa un personaje ofrecido por la historia que no es todo lo eficiente que nos gustaría, éste llegar particularmente tarde, no comparte nuestra alineación -cuando existe- o, simplemente, hemos escogido algo particularmente raro que no es particularmente fuerte o resistente y resulta que, claro, nuestro protagonista es que sabemos seguro que va a estar siempre en el grupo, así que si acabamos siendo poco relevantes es como si tuviésemos un personaje menos que, la casualidad, es precisamente el único que podíamos editar. En casos como Baldur's Gate, donde si nuestro protagonista muere será Game Over, escoger a un personaje endeble puede ser un error que lamentemos durante toda la aventura.


¿Qué otros aspectos tenéis en cuenta para configurar a vuestro personaje en un RPG? ¿Cómo soléis crear a vuestro avatar?

7 comentarios:

  1. En mi caso, para el nombre soy partidario de poner el original, ya que normalmente juego JRPGs, donde el personaje está definido y prefiero que sea él y no yo xD Si no hay nombre pues tiro de nick, que además tiene versión corta y larga :P El problema es el apellido, que si bien tengo uno de cuando usaba nick compuesto, es largo y no siempre cabe :/

    Para el aspecto, pongo algún rasgo similar a mi (color de pelo, altura...) pero nada muy elaborado, la verdad, no suelo complicarme mucho. Y si no es humano, pues "algo chulo", aunque sin complicarme la vida, no quiero pasar horas en el editor.

    La clase, suelo tirar de algo que me llame la atención (alguna clase rara propia del juego o, en su defecto, magos), aunque si conozco algo del juego y sé la efectividad de ellas, esto puede variar, claro.

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  2. Aquí hay nombres chulos en cantidades industriales:
    https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Santos_de_Atenea
    Yo casi siempre uso 'Ionia', que es de Capricornio como yo y mola un huevo!

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  3. Siempre en la primera partida de un juego con editor intento que el personaje se parezca a mi en la medida de lo posible y juego con el de la misma forma que yo trataria de sobrevivir en el mundo del juego, no soy un gigante musculoso de dos metros asi que no iré con un espadón super pesado rebanando cabezas pero si que trataria de ir en plan mas sigiloso y agil o en plan mago, de la misma forma siempre trato de responder en los dialogos de la misma forma que responderia en una situacion real.

    En partidas sucesivas si que ya pruebo cosas diferentes pero en la primera de juegos de este estilo siempre hago lo del parrafo anterior xD

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  4. Antes me destrozaba la cabeza con respecto al nombre, en particular en los jrpgs, no sabía si dejar el nombre original o mandarle mí nombre real pasado al japonés, ahora dejó el nombre por defecto y en los occidentales pongo mí nombre real.
    Respecto al aspecto físico, no se é preocuparme mucho, ya que al final suelo usar máscaras o armaduras incluso si soy mago o pícaro o algo ligero siempre escondo el rostro.

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  5. En Rpgs donde el personaje que llevas es el prota y tiene mucha historia suelo dejarle el nombre original, o si estás en un grupo les dejo a todos el original.

    Si no tiene uno, o es un avatar nada más, le pongo mi segundo Nombre, si cabe, sino cabe le pongo este nickname que uso aquí, a veces solo pongo Cel ya que en algunos Rpgs viejunos solo dejaba poner 4 o 5.

    Si no me agrada el personaje masculino y voy a usar uno femenino le pongo el nombre de mi difunta mascota.

    Nunca uso estos nombres en grupos por se parado (osea llamar a alguno Cel a otro con mi segundo nombre etc.) Una vez lo Hice y me sentía raro, era el centro del universo, aún más de lo normal en un RPG.

    Si puedo cambiarlo estéticamente lo dejo en default, o si tiene un botón para lanzar aleatorio le doy varias veces hasta que salga uno que me agrade.

    Y en lo de las clases suelo escoger paladín, que ser mago no va mucho conmigo que me gusta tirarme al combate de lleno.

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  6. Solo diré una cosa: peinado de profesor de matemáticas.

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  7. He llegado a estar horas editando el aspecto de mi personaje en Blade & Soul. Pero al final quedó re linda mi Blade Master, jajaja.
    En serio, es impresionante el apartado de edición de personajes en los MMORPGs coreanos... ni hablar de los detalles que se pueden editar en Black Desert Online, desde algo común como los ojos hasta algo extremo como editar la posición de un determinado mechón de cabello del personaje, su color, largo y ángulo (wtf), tremendo.

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