Square Enix ya la recuperación de sus tres principales sagas
Hace cerca de cinco años, nos planteamos el serio reto que tenía Square Enix con sus tres principales series, cerrando una generación de consolas que formaron PlayStation 3, Xbox 360 y Wii con una sensación realmente agria. En ese año, el relanzamiento de Final Fantasy XIV con A Realm Reborn había sido la única alegría para una serie Final Fantasy herida, que estaba en sus niveles de venta más bajos con Lightning Returns: Final Fantasy XIII, venía de perder una millonada para tratar de salvar ese horrible debut que había supuesto Final Fantasy XIV y Final Fantasy XV se saltaba la generación cambiando su nombre, con un desarrollo que no paraba de alargarse.
Pero la situación de sus otras dos sagas más relevantes tampoco era mucho mejor. Dragon Quest cerraba este periodo con una décima entrega que nunca salió de Japón, regresando a la época donde parecía una serie pensada exclusivamente para la isla. En occidente seguíamos esperando los ports para Nintendo 3DS de Dragon Quest VII o VIII (que acabaron llegando en 2016 y 2017, respectivamente) y Dragon Quest XI todavía estaba lejos de ser una realidad. De hecho, tuvimos que esperar al 2015 para saber que estaba en desarrollo. Hasta entonces, parecía una serie en plena hibernación.
El caso de Kingdom Hearts era aún más absurdo: habíamos recibidos compilaciones de sus entregas previas, pero su tercera entrega, anunciada desde hacía tiempo, daría el salto generacional y, de hecho, hasta hoy no hemos tenido disponible este título, siete años más tarde de la último juego donde la trama avanzó algo (si no contamos el prólogo de 2.8). Con sus tres sagas en tan mal estado, ¿cómo han levantado desde Square Enix tal estropicio en cinco años?
Empecemos por orden cronológico y también por uno de los principales "culpables" de esa mala situación: Final Fantasy. Esta saga acumulaba el golpe económico de Final Fantasy XIV y los sobrecostes de Final Fantasy XIII, que además habían hecho inservible el motor que debía usar Final Fantasy Versus XIII, ahora XV. Ese caos acabó cansando a un Tetsuya Nomura, que prefirió centrarse en un proyecto que era realmente suyo como Kingdom Hearts III, dejando a Hajime Tabata como director de esa nueva entrega.
Desde el punto de vista comercial, Final Fantasy XV (PS4/XB1, 2016 - PC, 2018) fue un claro éxito, con más de siete millones de unidades vendidas y el debut más importante que jamás había tenido un juego de la serie, pero a nivel de crítica no salió tan bien parado. Ese cierto recelo y las quejas globales sobre el contenido que parecía faltarle al título llevó a que el equipo tuviese que seguir trabajando en completar un juego ya lanzado, con una serie de DLCs centrados en nuestros aliados y otra tanda de contenido de calidad dudosa (Camaradas, Monster of the Deep...) que se cortaron en seco durante el año pasado, lo que nos dejó el Capítulo de Ardyn que llegará el próximo mes de marzo y la marcha de Hajime Tabata de la compañía, uno más devorado por la maquinaria de la franquicia.
Al final, no nos ha quedado claro que Final Fantasy XV haya ayudado a revivir a esta saga, que está encadenada de nuevo en un desarrollo infernal con Final Fantasy VII Remake y ahora "sobrevive" a base de spin-offs y relanzamientos varios en diferentes sistemas. Este año ya sabemos que nos vienen los ports de Final Fantasy X/X-2 HD Remaster y Final Fantasy XII: The Zodiac Age en Switch y Xbox One o relanzamientos como los de Chocobo’s Mystery Dungeon: Every Buddy! y Final Fantasy Crystal Chronicles, en una saga que parece ahogarse con sus propio peso y expectativas. Nadie quiere oír hablar de Final Fantasy XVI con el "Remake imposible" en desarrollo, así que esta saga apunta a quedarse de nuevo detenida hasta que su enésimo infernal proceso de desarrollo esté cerca de su final.
En el caso de la serie Dragon Quest, el "resurgir" se produjo en 2015 por sus preparativos para el 30 aniversario, con varios spin-offs como Dragon Quest Heroes o Dragon Quest Builders que han funcionado mucho mejor de lo que muchos esperaban. Además, la serie volvió a recuperar la cara en occidente, planteando eventos y lanzando parte de sus títulos pendientes, llevándonos en volandas a la llegada de Dragon Quest XI: Ecos de un pasado perdido, mejor RPG del 2018 para nuestra comunidad, que en occidente contó con un muy acertado lanzamiento en PC.
Ahora el título se aproxima a su relanzamiento con contenido extra para Nintendo Switch, lo que puede suponer un nuevo tirón de sus ventas, en una saga que tiene su propio ritmo alejada de las presiones de su propia compañía. De hecho, llevan años debatiendo internamente la posibilidad de lanzar de alguna forma Dragon Quest X en nuestras regiones, pero es que les parecemos un mercado tan pobre en comparación a la adoración que tiene esta saga en tierras niponas que casi todo lo que nos traen parece más una concesión que una necesidad. También cuentan con Dragon Quest Builders 2 en la recámara, lo que puede apuntar un poco a lo que nos espera durante los próximos años: ports, remakes o spin-offs para mantener el nombre de la serie en el mercado hasta que a Yuji Horii y su equipo les parezca oportuno desarrollar una nueva entrega numérica. A su ritmo.
Y así llegamos al sueño que para muchos jugadores se ha cumplido hoy: Kingdom Hearts III. Anunciado oficialmente en el año 2013, hemos tenido que esperar cinco años y medio para tenerlo en nuestras manos, aunque también sabemos perfectamente que su desarrollo no ha sido, ni de lejos, tan largo. Los problemas con Final Fantasy Versus XIII-XV anclaron a su director, Tetsuya Nomura, a un desarrollo de un Final Fantasy sin recursos, sin equipo y con un motor gráfico que no servía, por lo que hasta que éste no abandonó ese proyecto no podemos considerar que Kingdom Hearts III empezaba a ser una realidad.
En el 2014 este título dejaba de usar un motor desarrollado en Square Enix para recurrir al Unreal Engine 4, lo que implicaba un importante proceso de aprendizaje del equipo para adaptarse a un motor externo, pero también mucho más versátil. Les ha llevado más tiempo del previsto por ese cambio y las limitaciones de presupuesto o personal impuestas por la compañía (parte del equipo tuvo que ayudar con Final Fantasy XV), pero el buen resultado de crítica alaba este juego que, seguramente, también tendrá unas ventas importantes. Además, este "cierre de la trilogía" tiene todavía puertas abiertas para relanzamientos: se comentó hace tiempo que querían esta saga en Nintendo Switch y si no ha llegado aún a PC es por un tema de licencias con respecto a la distribución digital de los juegos previos fuera de la marca PlayStation, algo que se puede solventar si, como parece que va a suceder, Kingdom Hearts III es todo un éxito.
Por supuesto, hablar de lanzamientos más lejanos parece aventurado cuando esta tercera entrega acaba de llegar al mercado, pero ya se dejó caer que existirá un DLC de contenido en el futuro y, teniendo en cuenta la cantidad de licencias que ha adquirido Disney en estos últimos años, este universo se puede expandir a límites insospechados (Marvel, Star Wars...). Eso sí, es importante que Tetsuya Nomura tenga la suficiente manga ancha para seguir con "su proyecto", ya que ha vuelto a quedar enredado -muy a su pesar- en Final Fantasy VII Remake. Este cierre apunta al fin de una era en la saga, pero un acuerdo con la cada vez más gigante Disney no se puede desaprovechar así como así, sobre todo con ese "Proyecto Vengadores" de Crystal Dinamics (dependiente de Square Enix) en completo silencio. El Remake de Final Fantasy VII es, curiosamente, el mayor nubarrón en el futuro de Kingdom Hearts, porque si dejasen a Nomura seguramente ya podría plantear las bases para el próximo juego de la saga.
Al final, la sensación que nos queda es que, con sus aciertos y fallos, Square Enix ha logrado revitalizar a sus tres principales franquicias en pocos años (2016 Final Fantasy XV, 2018 Dragon Quest XI y 2019 Kingdom Hearts III), además de descubrir el potencial de NieR Automata (2017) y recuperar el toque por lo clásico con Octopath Traveler (2018). Ha encontrado un camino por el que brillar y desde el que avanzar para evitar caer en un nuevo pozo de dudas como en el que se situó en el año 2014.
Solo nos queda esperar y desear que de verdad esta sea la cara de la nueva Square Enix, que conoce sus franquicias y sea capaz de temporizarlas adecuadamente para que sigan activas y frescas, porque tienen tantas que es de las pocas que puede hacerlo. Dentro de poco regresaremos al mundo de Front Mission; hay movimientos alrededor de la saga Bravely; relanzamientos como los de Crystal Chronicles o Chocobo pueden recuperar a sus Dungeon Crawlers; a Yoko Taro se le acabará pronto el alcohol y el dinero, haciendo que tenga que desarrollar un nuevo título; ¿Se acuerdan de que tienen los Chrono, Legacy of Kain o Valkyrie Profile?
Han sido años duros para los fans de Square Enix, quien sigue cometiendo errores en muchas de sus decisiones, pero también ha demostrado que puede hacer RPGs realmente importantes cada año. Sus tres principales sagas acaban de completar el ciclo, toca comenzar uno nuevo. Ojalá lo hagan bien, ya que eso será una muy buena noticia para nosotros como jugadores.
Para mí esta es la mejor Square que vemos desde su fusión con Enix, ha tardado pero parece estar retomando el buen camino, ojalá siga así, apostando además por proyectos arriesgados como NieR Automata u Octopath Traveler.
ResponderEliminarEn la época de la DS también fue espectacular lo que hizo, trayendo juegazo tras juegazo. Como los remakes de los DQ, los monster joker, el 9, los of Mana, TWEWY, FFTactics, los FFCC y muchas cosas más. En la psp también llegaron muchas cosas buenas.
EliminarEn portátil eran unas bestia, pero en sobremesa en esa época si que estaban de capa caída hasta ahora.
Como poseedor de una NDS sólo para jugar FFIV y los DQ IV, V y VI no puedo más que darte la razón. Ya en época de GBA lo hicieron muy bien con las portátiles con cosas como Sword of Mana y KH Chain of Memories aparte de las renasterizaciones de los FF clásicos. Y lo mismo en 3DS y PSP. Lo que pasa es que la mayoría eran ports y no juegos originales, con excepciones muy notables como TWEWY. Lo que es indudable es que desde 2005-2006 no veíamos una S-E de sobremesa tan potente. Esperemos que Final Fantasy no vuelva a estropear esta racha con el VII Remake, que pinta a nuevo parto difícil.
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ResponderEliminarYo sólo espero que Square Enix se de cuenta que Octopath Traveler es la respuesta a cómo recuperar la saga Final Fantasy.
ResponderEliminarFF XV me gustó como juego y como FF, de hecho diría que es mi sexto Final Fantasy favorito de la saga, por encima de cosas mucho más sobrevaloradas como FF VIII y FF XII.
Pero realmente quiero una nueva época de FF clásicos con combates por turnos: FF XVI - FF XIX.
Si para FF XX quieren volver hacer un Action RPG como FF XV, por mí no habría problema.
Pero un FF XVI con un sistema de combate currado como el de Octopath Traveler, con el mimo que tiene ese juego, y con un argumento de Nojima sería muy digno de ver.