Criaturas subestimadas en los JRPGs
El uso de monstruos de bajo nivel es una necesidad indiscutible para el género RPG, ya que suponen el punto de partida adecuado para nuestros héroes, marcando la dificultad inicial de cada aventura y resultando ideales como tutorial con los que permitir al jugador comprender las mecánicas básicas del título sin que sufra demasiada presión. Entre los JRPGs, a pesar de su inspiración clara en obras que resultaban bastante duras como Wizardry, este aspecto fue asimilado rápidamente como una forma de permitir una adecuada adaptación al sistema clásico de combate por turnos.
A las pocas horas, esos enemigos iniciales acaban siendo meras molestias que son aniquiladas sin el mayor problema, por lo que algunos desarrolladores acaban dándoles la oportunidad de revelarse contra esos héroes que les han pisoteado y demostrarles que ellos no son los únicos que pueden mejorar en el transcurso de la aventura. Esta posibilidad se llega a considerar casi como un elemento icónico de algunas sagas, donde los enemigos débiles iniciales resultan especialmente recordados y, eventualmente, se convierten también en portadores de un reto a mayor altura cuando vuelven a presentarse ante el jugador.
En esta entrada vamos a citar algunos de los más icónicos, pero seguro que todos recordáis algunos de estos rivales de baja entidad que, cuando vuelven a ponerse en el camino de los héroes con una nueva forma o subespecie, no son precisamente el paseo que fueron sus primos en los primeros compases de la aventura.
Los Magikarps cuentan con su propio juego de móviles, canciones... todo recordando lo inútiles que son con unas estadísticas de risa y un ataque simbólico, Salpicadura, que literalmente no hace nada. Es fácil encontrar vendedores que intentan timar a los novatos ofreciendo la venta de Magikarps en el Monte Moon o el S.S. Anne, hacen referencia a la misma en la serie de animación, en una entrega curiosamente no era un timo porque realmente era la mejor forma de hacernos con un Magikarp...
En esta entrada vamos a citar algunos de los más icónicos, pero seguro que todos recordáis algunos de estos rivales de baja entidad que, cuando vuelven a ponerse en el camino de los héroes con una nueva forma o subespecie, no son precisamente el paseo que fueron sus primos en los primeros compases de la aventura.
Mirad que carita. Estas adorables ardillas con una nuez gigante en sus manos resultan enemigos particularmente útiles para el grupo de Final Fantasy V en nuestro primer encuentro, ya que fuera parte de no suponer un peligro relevante también resultan una importante fuente de puntos de habilidad, lo que nos servirá para aprender nuevas habilidades de nuestros nuevos trabajos más rápidamente.
Aprendiendo de ciertos personajes glumosos de otra saga, estas ardillas regresarán más adelante con la misma apariencia, pero un aspecto metalizado que les hace prácticamente inalcanzables por ataques físicos (que además pueden anular con una defensa espectacularmente alta). A pesar de tener sólo un punto de vitalidad, poseerá ataques realmente peligrosos y su fuerza será tal que podrá dejar K.O. a un aliado de un simple golpe. Hay formas concretas de superar su renovado aspecto y lograr grandes recompensas por derrotarlos, pero si el jugador no las conoce... más vale que empiece a apretar el botón de huida nada más verla, porque si no tendrá que recordar cuándo fue la última vez que guardó la partida.
Son obligatorios en los primeros combates de la saga Dragon Quest, sin importar la subserie o entrega numérica en la que nos encontremos y un claro símbolo de la franquicia. Son un clásico del género RPG transformados en esta adorable gota azul que tradicionalmente derrotamos sin el mayor problema en los primeros compases. Eso sí, su cara sonriente tiene mucho que ocultar...
El gran primer truco que les vemos hacer surge cuando encontramos un grupo muy numeroso que, curiosamente, en lugar de atacarnos decide llamar a más compañeros. Si no somos lo suficientemente rápidos, eventualmente se unirán todos en una misma criatura llamado Rey Limo, mucho más fuerte que cada uno de sus individuales, con una gran corona y poseedor de interesantes conjuros tanto de daño como curación. Desde luego, un rival a la altura, aunque la verdad es que importará más el susto que el combate en sí, todo hay que decirlo.
Sus vertientes metálicas son muy perseguidas por los jugadores ya que, ante su extrema defensa, invulnerabilidad a la magia y muchas ganas de huir, si son derrotados nos ofrecerán una cantidad de experiencia comparable (o incluso superior) a la de un jefe. ¡Y también cuentan con esa variante los reyes, que acaban siendo la mejor fuente de experiencia de todo el juego! Otras subespecies no serán tan agradables con los jugadores, ya que los Burbujilimos suelen ser expertos en envenenamiento, los Dracolimos usarán peligrosos ataques de aliento y existirán variedades semi-exclusivas de cada entrega que pueden suponer un reto hasta para los héroes más avezados. Una familia de aúpa que poco tiene que ver con esas características gotitas azules de nuestros primeros pasos.
En la saga Pokémon encontramos multitud de criaturas que pasan de patito feo a cisne (en el caso de Ducklett, literalmente), con formas de crisálida que acaban convirtiéndose en grandes insectos o incluso dragones que ansían volar. Sin embargo, el más característico de la saga es esta carpa rojiza (o dorada en su versión variocolor) que, como un cuento tradicional asiático hace referencia, si es constante logrará transformarse en un dragón... o algo parecido, al menos.
Y, claro, a estas alturas todos sabemos por qué: a base de golpes o de recurrir al viejo amigo Repartir Experiencia, Magikarp despertará con todo su rencor acumulado en una de las criaturas más feroces del universo Pokémon, Gyarados, un tipo Agua/Volador con acceso a una importante variedad de movimientos que lo hace viable en multitud de equipos, incluso algunos competitivos. Incluso posee una megaevolución de tipo Siniestro para resaltar toda su furia almacenada como simple pez de colores. Ojito con meteros con alguien que parece un debilucho...
Aunque el verdadero enemigo simbólicamente débil de la serie Shin Megami Tensei es Pixie, que no obstante también es la que nos ofrece nuestro primer conjuro de curación, Jack Frost es básicamente la mascota de Atlus y uno de los demonios/persona más característicos del estudio. Su adorable aspecto y sus "Hee-ho" pueden hacer parecer que es un piltrafilla, pero tiene acceso a más que decentes conjuros de hielo para el momento en el que aparece e incluso hace peligrosas alianzas con su hermano Pyro Jack.
Evidentemente, al ser tan simbólico también cuenta con variantes mucho más poderosas de otro nombre: King Frost es básicamente su versión mejorada con forma de rey que incluso servirá de compartimento para invocar a varios Jack Frost en alguna entrega, tenemos a Frost Ace, Demonee-Ho, Lucifer Frost, Jack Ripper, Black Frost... y más de uno de esos no es precisamente una bro-homa.
Otra mascota, en este caso de Nippon Ichi pero normalmente afincados a la saga Disgaea. Los demonios-pingüino que abusan del "Doood!" y son esclavizados por cualquier demonio superior suelen resultar poco más que una herramienta intercambiable en el inframundo, ya que pese a contar con dos dagas para defenderse su gran utilidad incluso a media partida es su característica única: explotan al lanzarse.
Sí, básicamente son bombas en miniatura que pueden llegar a hacer bastante daño si los usamos correctamente y no nos importa sacrificar de una forma tan cruel a miembros de nuestro grupo... pero eso sería en las variantes clásicas azuláceas. Los prinny cuentan también con variantes de color que indican más fuerza, con algunas variedades que pueden ser competitivas en diversos momentos de la partida y nos demuestra que hasta un pingüino demonio con pequeñas alas de murciélago que explota al lanzarlo es capaz de mantener el tipo... salvo que lo agarremos.
Estos son algunos de los numerosos ejemplos de criaturas que hacen que el jugador las subestime y baje la guardia incluso cuando encontramos una variante más peligrosa, pero existen muchas más, siendo recurrente en la mayoría de sagas de rol japonesas. ¿Recordáis algún monstruo a priori débil que os haya llevado a la pantalla de título por confiaros en exceso? ¡No dudéis en compartirlo con nosotros en los comentarios!
Y si contamos ha digimon, hay una clase entera de digimon que se consideran basura pero que se vuelve realmente poderosos solo con una evolucion e incluso pueden llegar a superar por mucho a los de su mismo nivel, como es el caso de Numemon y su evolucion Mozaemon
ResponderEliminarYo es que no se si considerar al Jack Frost dentro del artículo, o es que en los SMT hasta los monstruos débiles te pueden matar 5 veces antes de besar el suelo.
ResponderEliminarYo me quedo con el Tomberi de Final fantasy:
ResponderEliminar- En el VIII: Cuando matas a una veintena sale el rey tomberi a vengarse.
- En FFX (y no recuerdo si otros): Tienen el ataque "rencor de la raza", que hace daño proporcional al número de tomberis que has matado, lo que a la larga es mucho xD
Lo que pasa es que no se si tomberi entraría en la ecuación. Ya eran fuertes los jodidos
EliminarEn Lufia 2 el primer Monstruo Capsula (Foomy) en sus primeras formas es bastante inútil. Pero en sus ultimas formas ya es bastante útil y reparte considerable daño.
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