El choque generacional de las comunidades de videojuegos
El choque de generación con diferentes gustos es una realidad en todas las disciplinas artísticas como el cine o la música. Y, como en esos medios, ya es una realidad palpable en los videojuegos. Seguramente todos habréis leído en algún momento esas frases lapidarias que apuntan a que ya no se hacen juegos como antes y todo lo actual es un horror, chocando con otros que siguen disfrutando de este medio y responden muy indignados a esas declaraciones tan incendiarias.
Porque, lo tenemos que reconocer, el mercado de los videojuegos ha evolucionado en sus largos años de existencia y esto ha separado a diferentes generaciones no solo de consolas, sino también de jugadores. Con sagas como Mario, Dragon Quest, Final Fantasy o Zelda en la treintena, está claro que muchos jugadores que empezaron descubriendo esos juegos siendo niños ahora podrían tener a sus propios hijos jugando a esas obras en sistemas actuales.
Esto provoca una clara brecha generacional, ya que de esos tiempos de cartuchos, sprites, música Midi e imaginación para completar las escenas, hemos pasado a juegos disponibles en formato digital, con gráficos ultra-realistas, Bandas Sonoras envolventes, dobladores profesionales o famosos y una apuesta por explicar en todo momento lo que puedes/tienes que hacer. Todo eso unido a los DLCs, parches, pases de temporada, revisiones en HD y otros elementos por el estilo que nos acompañan hoy en día. A todo esto, además, se le une un hecho básico que no podemos olvidar: hemos crecido personalmente a lo largo de los años y no todo lo que nos gustaba de pequeños nos sigue gustando igual ahora, es la nostalgia la que compensa esa balanza.
Aquí habría que considerar un aspecto llamado mesura, porque seguramente eso nos acerque un poco más a la realidad. Sí, hay muchos nuevos elementos actuales que podrían modificarse y que se basan en depredar al consumidor, pero también hay muchos que mejoran la industria a lo que era no hace tanto. Igualmente, hay muchos juegos clásicos que son claves para todo lo que tenemos hoy en día, pero tampoco hay que mitificarlos demasiado porque, como todo, tienen defectos que serán cada vez más notables conforme nuevos proyectos lleguen al mercado. No todo es blanco o negro.
Esta será una revisión de una entrada que escribimos hace más de cuatro años y que nos gustaría dejar ahí en lugar de reescribirla, ya que tenía un tono mucho más personal que lo que queremos abordar en este caso. Porque las comunidades de videojuegos han crecido y evolucionado mucho a lo largo de estos años. Lo que antiguamente ocupaban los foros han ido pasando a las Redes Sociales como Facebook y Twitter, de ahí a debates en los comentarios de cualquier noticia, canal de YouTube o Podcast, ahora la mayoría usa Discord... y ya llegará algo nuevo en el futuro, es ley de vida.
La cuestión es que da igual el sitio, el choque entre jugadores veteranos y otros algo más novatos ocurrirá y se notará en muchos aspectos. Lo hemos comprobado no hace mucho con Pokémon Escudo/Espada y las discusiones que surgieron a raíz de bloqueo de la Pokédex Nacional, que muchas llevaban a que parecía que la saga "sólo está pensada para niños" (lo cual no debería ser una sorpresa). Muchos jugadores consideran que ellos deberían ser el objetivo permanente de ciertas sagas porque son las que les emocionaron desde pequeños, pero aunque en muchos estudios sí se piensa siempre en ese público original (Digimon es un excelente ejemplo, tenemos nueva película con los protagonistas y el tema musical original en camino), en otros siguen diferentes derroteros y siguen buscando la misma franja de edad, adaptando sus productos a la misma -lo que sería el ejemplo de Mario y Pokémon-.
Pero para tratar del choque generacional en los RPGs, está claro que la serie Final Fantasy es uno de los mejores ejemplos que podemos tomar, ya que su evolución a lo largo de estos años ha tenido claros impactos para su comunidad. Ha pasado a manos de una "compañía diferente" (de Squaresoft a Square Enix), perdió a su creador Hironobu Sakaguchi, está viviendo un claro proceso autodestructivo llevada por los nervios y, curiosamente, la calma está llegando con el remake del título más simbólico de la saga. La unión de lo nuevo en términos jugables y técnicos con una obra clásica está despertando igual interés en las dos "facciones" de una comunidad que, hasta hace nada, era el simbolismo de la división.
Porque es muy sencillo encontrar entre esos usuarios los que defienden especialmente la época de Square y Sakaguchi de cuando la saga explotó en occidente durante los tiempos de PlayStation, chocando con los nuevos jugadores que la han descubierto cuando ya es el gigante que conocemos hoy en día y se enamoraron de las aventuras de Vaan, de la trilogía de Lightning, de Noctis... fue muy fácil notar ese choque en comunidades de Final Fantasy de hace una década (como Base Avalancha). En ellas estaban esos usuarios que eran niños y tonteaban en foros hacía unos cuantos años pero ya eran adultos, lidiaban con estudios universitarios o trabajo, tenían un bagaje más amplio de títulos y habían establecido unas normas de comportamiento. Con los nuevos títulos, empezaron a llegar nuevos jugadores, mucho más revoltosos, buscando hacer "juegos tontos", usando cualquier hilo para conversar, manteniendo mayúsculas, escribiendo en colores, redactando sin preocuparse de la ortografía, recuperando temas antiguos para no añadir nada de trascendencia... básicamente, comportándose como lo que eran: jóvenes que no tenían demasiada experiencia en comunidad online y que estaban muy emocionados de conocer a tantas personas que compartían sus gustos por una saga que acababan de conocer.
Así pues, teníamos un choque generacional entre jugadores maduros y novatos, tanto en su forma de comportarse dentro de una comunidad online como en los juegos que consideraban sus favoritos. Todos los jugadores veteranos estaban interesados en los nuevos lanzamientos, pero tenían también otras preocupaciones en sus cabezas e igual habían descubierto muchas otras sagas que disfrutar. Por supuesto, seguían adorando esos juegos con los que empezaron, pero ya no tenían una visión tan positiva de los nuevos, por los cambios jugables, de tono o simplemente porque simplemente ya no se sentían igualmente emocionados como cuando eran más jóvenes, por mil razones.
La clave aquí es el rol que esos jugadores veteranos quieren tener con esas nuevas generaciones, ya que pueden tornarse como unos tiranos que se burlan o ningunean a los nuevos aficionados a los videojuegos o las sagas que les gustan, considerando que ellos son también "parte del problema" por el que su saga de siempre ha cambiado -sin comprender que ellos también lo pueden haber hecho-. Es un clásico considerar que todo se está infantilizando cuando ahora tenemos tutoriales, ayudas, modos de dificultad y mil opciones más para lograr que un videojuego sea accesible para todos los jugadores. Todo eso no existía antiguamente, pero también hay que considerar que esos jugadores veteranos también estaban siendo depredados por la industria de las máquinas arcade, que usaban la dificultad como un método de mantener a los jugadores atrapados a su juego, expandir la duración del mismo y, por supuesto, ganar dinero.
Otra opción sería intentar ser comprensivos e inclusivos con los nuevos jugadores. Intentar ayudarles con sus preguntas asumiendo que van a ser impulsivos y no conocen demasiado las reglas de espacios comunes en una comunidad online. Aunque no compartan sus gustos, pueden comprender que les gusten esos nuevos juegos sin necesidad de ridiculizarlos. La idea debería ser que esos nuevos jugadores descubran el resto de la saga, no crearles una barrera que los descalifique o devalúe como fans por no probar juegos que pueden tener más años que ellos. Bajarse de ese absurdo trono de superioridad moral por ser mayores, que simplemente lleva al conflicto sin sentido. Hay formas de demostrar veteranía y poder ayudar sin ridiculizar.
Ese es uno de los objetivos que siempre hemos tenido en Destino RPG y por el que nos gusta leer vuestras impresiones. Nos duele muchísimo cuando nos decís que os da reparo compartir impresiones o escribir algo más extenso porque "no sabéis escribir tan bien". Aquí estamos para ayudaros, editando lo que haga falta, perfilando cada cosa que escribáis para que se ajuste al tono que busquemos, añadiendo detalles que pueden enriquecer vuestras ideas o propuestas. Todo lo que penséis y que no se base en dañar a nadie -o esté basado en una mentira- es muy válido y resulta muy triste que no os atreváis a compartirlo por falta de confianza o porque penséis que no podéis verbalizarlo correctamente. No queremos ser un sitio cerrado y tenéis las puertas abiertas para participar. Eso es también una parte básica de lo que hemos construido y, por ello, os queremos dar las gracias.
Lo de la "nostalgia" es falso, es una forma de menospreciar las grandes obras clásicas. Cuando rejugué FFVI, VII, IX y DQVIII me parecieron todavía más perfectos de lo que recordaba, he jugado ya mayorcito, con 20 y tantos a los remakes de los DQ clásicos y los he disfrutado brutalmente, y con esa misma edad he jugado a los Zelda...y sencillamente, todos los elogios a esa saga, a obras maestras como Ocarina of Time y A Link to the Past, todos los elogios, 10/10, etc...se quedan cortísimos. De nostalgia nada, esas obras maestras siguen deslumbrado décadas después. Nostalgia serán los juegos normalillos, o los que su mayor virtud era el realismo (juegos deportivos y de conducción), pero las obras maestras lo siguen siendo. Hay una diferencia absolutamente abismal entre Ocarina of Time y cualquier AAA que hoy te lo venden como como de los mejores de la historia, y que en unos años se va a quedar en el olvido.
ResponderEliminarAsí es la nostalgia puede ser un valor añadido pero una obra maestra seguirá siendolo incluso si pocos la recuerdan.
EliminarYo no adopto ninguno de los dos roles nombrados de jugadores veteranos. Ni ayudo, ni ninguneo; sencillamente no hago nada. Por ejemplo, hoy me tocó en una partida online un chaval de 12 que estaba algo perdido y no paraba de preguntar al resto del equipo y de cometer errores en el juego, y yo no fui capaz de contestarle ninguna duda, ni de reprocharle los múltiples fallos que tuvo. No sé, tal vez sea porque yo aprendí a jugar jugando y sin ayudas ni explicaciones; cuando yo tenía esa edad era lo que tocaba; pero creo que no es bueno ni tratar de ayudar mucho a los nuevos, ni recriminarles su falta de conocimiento sobre el juego. Sencillamente ya aprenderán con el tiempo.
ResponderEliminarHace tiempo leí un artículo del miembro de un grupo de activistas que alertaba de los problemas internos que padecían. Uno de ellos era precisamente el choque entre jóvenes y mayores, aunque él invertía la perspectiva: los jovenes venían con ideas frescas, pero su ambición anulaba su capacidad de escucha. Por otro lado, cuando se debate sobre los problemas de los jóvenes para prosperar en su vida, la gente más mayor presumen de ser "una generación que se ha tenido que curtir a diferencia de sus hijos, que lo han tenido todo fácil" y así hacen oídos sordos.
ResponderEliminarAl final la sensación que me genera es que cualquier conflicto generacional se reduce a personas que buscan su identidad contra personas que no quieren perderla, y que los temores de cada "bando" impiden escuchar al otro. Yo creo que la misma dinámica se puede aplicar aquí.
Todo depende de la historia jugable de cada uno (hablando de los menos jóvenes). Empecé bastante tarde y me nutrí básicamente de RPGs de SNES y PS1 desde 2008, eso en parte me hizo algo inmune al tema gráfico y me generó cierto acostumbramiento a los juegos por turnos. Por eso me resultan un poco abrumadores los juegos de mundo abierto o las infinitas misiones secundarias.
ResponderEliminarEs difícil transmitir el "romanticismo" de títulos clásicos cuando los títulos modernos (sean buenos o malos) se ven mucho más redondos a primera vista. Sin embargo es el mercado el que impone tendencias y por eso no veo desacertado por ejemplo, que se hayan tomado tantos riesgos en los FF-XIII para actualizar la saga (aunque por gusto personal celebre cierto continuismo en los Tales of).
A modo de anécdota en mi afán de jugar la mayor cantidad de FFs posibles al llegar al X lo ví con cierto recelo por romper algunas tradiciones (como el no tener mapa del mundo) y al terminarlo me encontré al borde del llanto.