[Análisis] Digimon Story Cyber Sleuth: Complete Edition
Ya lo explicamos hace tiempo: a pesar de su indudable popularidad entre buena parte del público, la franquicia Digimon no ha logrado encontrar su fórmula ideal en forma de videojuego. Es una saga que apuesta por un público adolescente, con interesantes personajes y criaturas, el choque el mundo real y el digital, múltiples opciones para desarrollar diversas estrategias... pero cuyos juegos quedan constantemente lastrados por una especie de fórmula dual (se puede decir que hay dos franquicias diferentes dentro de la serie) que siempre acusa problemas a la hora de forjar un proyecto estable y abierto a constantes mejoras.
A pesar de ello, los últimos juegos de la serie sí que han demostrado una cierta mejoría con respecto a sus predecesores, siendo más conscientes de lo que espera el público, pero todavía arrastrando las fórmulas de sus proyectos previos. Así, Digimon World: Next Order (Vita, 2016/PS4, 2017) recuperó la idea del Digimon World original y Digimon Story: Cyber Sleuth (Vita, 2016/PS4, 2016) usaba la fórmula de los RPGs por turnos y colección de criaturas que la saga había creado en portátiles como Nintendo DS. Las ventas fueron bastante favorables a esta rama, por lo que el juego tuvo una nueva entrega que narraba una historia alternativa llamada Digimon Story: Cyber Sleuth - Hacker's Memory (PS4/Vita, 2018), uniendo ambos en una Complete Edition que recibieron Switch y PC el año pasado. Así pues, vamos a intentar explicaros dónde se encuentra esta saga actualmente con esta doble entrega:
La trama de ambos juegos se desarrollará en un Tokio alternativo donde la sociedad se conecta a internet usando unos dispositivos que les permiten materializar sus cuerpos en el mundo digital. Eden, de la compañía Kamishiro, es la gran región de alojamiento para estos avatares, con zonas donde aparecen Digimon que son considerados como meros programas, los cuales serán hackeados para poder manejarlos y combatir junto a ellos en las regiones más oscuras de este mundo digital. Precisamente, los hackers que usan digimons para sus planes serán algunos de los grandes enemigos a los que deberemos enfrentarnos en ambos juegos, junto a un problema menos humano: los llamados "Eaters", entes que destruirán los datos de todas las personas a las que ataquen, dejándolas sumidas en una especie de coma, al no poder regresar mentalmente a sus cuerpos.
De hecho, la trama de Cyber Sleuth nos muestra a nuestro protagonista, chico o chica, que tras ser atacado por una de estas criaturas pierde a su avatar, pero no su cuerpo o su mente, por lo que es ayudado por la detective Kyoko y la misteriosa Mirei para que pueda recuperar su forma humana. Como supervivientes de esta situación, nos convertiremos en ayudantes de ambas, tratando de solventar problemas que están sucediendo en el mundo digital a la vez que intentamos averiguar más sobre los Eaters, el papel de los hackers y la posible ruptura de la barrera que separa al mundo real del digital.
En el caso de Hacker's Memory, nuestro protagonista (siempre chico) también habrá perdido su avatar, pero a manos de un hacker, lo que le habrá causado múltiples problemas de identidad (al fin y al cabo, su cuerpo digital contiene también todos sus datos y logros personales, como el curso en el que está estudiando), lo que le llevará a unirse al grupo de hackers bondadosos llamados Hudie, quienes se encargan de solventar problemas relacionados con las personas que usan a digimons para cometer crímenes. Eventualmente, también colaboraremos con Mirei y el juego en sí dará una mayor sensación de compañerismo, ya que casi siempre tendremos a nuestro lado a los otros hackers de Hudie, además de aparecer en diferentes momentos los otros personajes secundarios del primer Cyber Sleuth.
Pero la clave para la trama de ambos juegos es que no nos narrarán una historia en el sentido habitual de la misma, en su lugar tendremos a unos RPGs orientados a misiones, las cuales serán de todo tipo pero habitualmente consistirán en que se nos plantee un problema en el mundo digital, investigar el escenario y, finalmente, derrotar a un digimon o hacker con varios digimons que estaba causando esa situación. Algunas de estas misiones tendrán algo de interés, pero en general ofrecerán una narrativa realmente pobre, donde los problemas nos resultarán ridículos y básicamente sólo busquemos que nos dejen de contar tonterías. Las misiones principales (o "de historia") hay veces que sí tienen algo más de enjundia y suelen moverse alrededor del nutrido grupo de secundarios del juego, reflejando cómo evolucionan y avanza el juego argumentalmente, completando capítulos tras las mismas.
El problema de esto es que, aunque las tramas principales son bastante decentes dentro del típico arquetipo animado, donde nos vemos venir que básicamente todos los problemas serios se acaban descontrolando, el desarrollo de las mismas es ridículamente lento y torpe, constantemente llevado al segundo plano porque ambos juegos parecen tener una obsesión incontrolable por alargar la situación con misiones de puro relleno. Esto hará que, por cada misión principal, tendremos que realizar entre dos y tres tareas secundarias del tipo ayudar a alguna persona o digimon con su problema, que por mucho que a veces sean interesantes e incluso puede que también incluyan a algún secundario, profundizando en su personalidad, simplemente cortarán una y otra vez el ritmo argumental, empeorando todo el conjunto.
Además, a veces no se nos indicará realmente dónde debemos ir para que se nos desbloqueen nuevas tareas, obligándonos a visitar a Mirei para que nos indique qué zona del mundo real o digital puede tener una pista que nos dirija a la siguiente misión, entorpeciendo aún más el desarrollo en vueltas y pasos intermedios sin sentido. Tampoco ayudará en este aspecto que muchos NPCs no paren de decir lo mismo a lo largo de la trama o que el avance personal de muchos secundarios sea prácticamente imperceptible en muchos momentos, recurriendo una y otra vez a los mismos clichés por mucho que sean conscientes de los mismos. Es una contínua búsqueda de alargar el chicle, vamos. Y, bueno, también resulta evidente que la trama de Cyber Sleuth es la importante, haciendo que en Hacker's Memory todo resulte algo secundario y centrado en nuestro grupo Hudie, pero siempre por detrás de lo que hace el protagonista del primer juego.
Los Digimon Story: Cyber Sleuth son RPGs de combate por turnos y encuentros aleatorios en los que podremos llevar a tres digimon en nuestro grupo y un número indeterminado como suplentes para intercambiarlos cuando queramos en mitad de la batalla. ¿Por qué indeterminado? Pues esto es debido a que nuestro personaje podrá soportar cierta cantidad de memoria en su composición (la cual se aumentará usando objetos que lograremos en nuestra aventura) y cada digimon consumirá determinados puntos de la misma para formar parte de nuestra composición de batalla o banquillo. Esto hace que los digimon más fuertes requieran más memoria para ingresar en nuestro grupo, limitando nuestra flexibilidad para llevar el mejor equipo posible en todo momento e impidiendo que digievolucionar muy rápido sea una acción posible de mantener al corto plazo, ya que literalmente no podremos llevar un grupo numeroso hasta que avancemos bastante en el juego y tengamos memoria para soportarlo.
El nivel técnico de ambos juegos resulta claramente irregular: por un lado, tenemos los acertados diseños estilo animado y las -escasas- escenas de animación para ciertos momentos de la aventura, también existe una gran variedad de digimons y los diferentes barrios de Tokio, aunque reducidos a un par de calles, están bien representados. Todo lo demás demuestra que estamos ante juegos lanzados también para una portátil como PlayStation Vita, encontrando escenarios formados en base a paneles y "cosas raras" de color fijo dependiendo del piso en el que estemos (azul, verde, rojo, naranja...), unas animaciones extremadamente simples (tanto al movernos por los escenarios como en combate, donde la mayoría de digimons sólo tendrán animación propia en su ataque especial y celebración por victoria) y una repetitividad de elementos que es todavía más clara si pasamos de un juego al siguiente, donde queda claro que casi todo ha sido reutilizado.
Evidentemente, el aspecto clave en todo el sistema serán los propios digimon, con más de 300 opciones disponibles entre las diferentes evoluciones, que pasarán de dos diferentes etapas de bebé, a niño, adulto, definitivo y mega (algunos de los cuales tendrán disponibles fusiones o incluso el rango "ultra"). Estos se dividirán también en tres grandes grupos: Vacuna, Virus y Datos, que funcionarán como Piedra-Papel-Tijeras entre ellos, aumentando o reduciendo el daño un 50% dependiendo de quién tenga ventaja de tipo. Una diferencia realmente importante y que generalmente beneficia a Vacuna, ya que existirán pocos digimons de tipo Datos al nivel de los grandes Vacuna o Virus, lo que impide que haya una clara desventaja de tipo al largo plazo. También existirán ventajas y desventajas elementales, pero estos ataques se podrán aprender de forma sencilla (cada digimon memorizará sus técnicas y se podrán usar en las nuevas etapas de evolución) y su incidencia en batalla es menos relevante, rondando el 25% de daño extra si existe ventaja elemental, lo cual sólo será especialmente relevante si ya había una ventaja en el grupo básico y el daño se va a multiplicar hasta x4.
Para reclutar a nuestros digimon tendremos que usar un sistema de recopilado de datos, que va rellenando una barra de conocimiento de cada uno de los digimon que nos encontremos en batalla. Cuando ésta alcanza el 100% podremos invocar a esa criatura en nuestra granja, pero será posible aumentar el conocimiento al 200% para que la criatura resultante tenga una características algo mejores y, sobre todo, pueda alcanzar un nivel máximo más elevado. Todo esto tendrá incidencia en las diferentes digievoluciones, ya que cada digimon tendrá una lista que ronda las cuatro o cinco opciones en cada etapa. Originalmente oscurecidas en sombra, digievolucionar a cada nueva etapa requerirá cumplir unos objetivos de nivel y estadísticas determinadas, que pueden ser especialmente difíciles de alcanzar en determinadas circunstancias, obligándonos a recurrir a objetos o el gran recurso típico del juego: desdigievolucionar. Este paso consistirá en regresar a una etapa previa de evolución, de nuevo a nivel 1 (aunque con sus estadísticas base mejoradas) y volver a ganar niveles y características, aumentando los valores totales. El recurso también aumentará el nivel máximo de nuestro digimon (hasta el 99), lo cual implica más espacio para mejorar y cumplir los objetivos de ciertas evoluciones, pero también será clave para el requisito más absurdo que nos pedirá el juego: el ABI, un valor que sólo se modificará con determinados objetos exclusivos o evolucionando/desvolucionando a nuestro compañero.
Este sistema hace que, básicamente, nuestros digimons estén capados constantemente y cumplir los requisitos (sobre todo de ABI) necesarios para llegar a los niveles de evolución más altos sólo sea posible mediante evolucionar y desvolucionar varias veces a la misma criatura, lo que ralentiza enormemente el proceso. De hecho, muchos de los digimon más fuertes no son sólo difíciles de lograr por el requisito en estadísticas de combate, el ABI que nos piden puede llegar a obligarnos a dar pasos adelante y atrás en las evoluciones más de diez veces. En los casos de fusiones, además, también será un requerimiento importante que ambos digimon tengan el máximo de amistad con nuestro personaje (algo que sólo se logra con objetos y usándolos en batalla durante muchas horas), por lo que, al igual que con la trama de los juegos, parece que parte del objetivo es, simplemente, alargar la situación lo máximo posible con todo un laberinto de evoluciones, desvoluciones y requisitos extremos de estadísticas con los que lograr frenar que tengamos digimons de máximo nivel ya a mediados de la aventura. ¡Oh! Y por si este lío no fuese suficiente, los digimons sólo se podrán evolucionar y desvolucionar en la granja, obligándonos a dar múltiples vueltas a esa zona para poder gestionar a nuestro grupo una y otra vez.
Ya moviéndonos por los escenarios, resulta interesante que, dependiendo del grupo de digimons que llevemos, podamos usar diferentes habilidades de hackeo en los mismos. Esto nos permitirá abrir bloqueos, restaurar elementos, reducir o aumentar el ratio de encuentros, movernos más rápido, resolver puzles... es un sistema realmente interesante, aunque se hace un poco molesto que dependa de los digimons que llevemos y haya que acceder desde un menú de ruleta en el que tendremos que pasar por muchas opciones hasta encontrar la que buscamos en cada momento. En general, se podría considerar que las batallas no son excesivamente duras, sobre todo si configuramos un buen grupo sin claras debilidades, aunque ya hemos dicho que se nos puede complicar algo si nuestro equipo tiende a ciertos tipos y los rivales nos tienen ventaja en el mismo. En general se puede considerar como un juego de mucho farm en todo momento para llegar a las siguientes digievoluciones, así que tampoco se hace demasiado pesado.
En Hacker's Memory también hay que destacar la inclusión de nuevos modos de juego asociados a las luchar de poder contra otros grupos de hackers, con misiones donde tendremos que ir acompañados de uno o dos secundarios a nuestra elección manejados por la IA en un tablero donde tendremos que tomar bases para ganar puntos o mejoras en estadísticas para vencer a los entrenadores rivales o bien afrontando una especie de carrera donde deberemos sustituir todos los banderines del grupo enemigo por los nuestros, a fin de evitar el efecto negativo sobre nuestro grupo y, así, contar con ventaja para derrotar al líder rival, todo mientras derrotamos a sus subalternos por el mapeado. En general cada zona no será excesivamente larga (no más de cinco o seis pantallas), aunque se tienen a recorrer mucho los mismos escenarios o copias con pequeñas modificaciones. En general, cada juego nos puede llevar entre sesenta y ochenta horas si nos detenemos mucho a completar misiones y lograr a los digimons más fuertes, lo que hace a la compilación realmente extensa. Además, muchos digimons tendrán evoluciones bloqueada atadas a completar un juego u otro, por lo que se nos instará a completarlos ambos si queremos seguir jugando. Y, a pesar de todo, la verdad es que resulta innegable que se acaban haciendo entretenidos.
El aspecto sonoro tampoco cambia mucho, con esa Banda Sonora rollo "techno digital" terriblemente machacona, doblaje sólo disponible en japonés (algo resultón, pero poco más) y un irritante sonido para cada movimiento, selección o cancelación en el menú que parece recordar a los tiempos pasados en los que la saga funcionaba como una especie de Tamagotchi, pero que a la larga acaba resultando una reiteración de los mismos sonidos estridentes que casi recomiendan jugar con el volumen bajado. Aunque también es cierto que como generalmente estaremos pensando en lograr determinadas evoluciones o en acabar rápido el combate de turno, es posible que pasen directamente desapercibidos incluso aunque queramos mantener el sonido alto.
A pesar de los muchos problemas que hemos tratado de explicar, Digimon Story: Cyber Sleuth y Hacker's Memory resultan RPGs de combate por turnos realmente entretenidos que harán las delicias de los aficionados a la franquicia. Desde luego distan de ser buenos títulos por muchos motivos, ya que sus tramas resultan continuamente interrumpidas por labores de poca importancia y pobre narrativa, hay muchos elementos molestos en su sistema, técnicamente están lejos de ser juegos del nivel de los sistemas de sobremesa actuales... pero logran entretener durante muchas horas a pesar de todo ello, lo cual hace que sean títulos ideales para matar el tiempo entre las múltiples planificaciones sobre qué digievolución queremos conseguir.
Son, pues, esos juegos perfecto de segunda línea que, una vez que asumes que van a tener muchos fallos de diseño en diversos aspectos, pueden llegar a encandilar a muchos jugadores que no los acabarán considerando entre sus favoritos, pero por lo menos los recordarán con un aceptable sabor de boca. A precios reducidos son unas muy buenas compras a la mínima que conozcas la franquicia... y no tengas problemas con el inglés, ya que ninguno ha llegado traducido a nuestro idioma. Y con la gran cantidad de jerga actual que se usa en el juego, pueden presentar problemas para usuarios que no dominen demasiado el idioma. ¿Cómo consideráis vosotros estos títulos? ¿Os sorprendieron? ¿Qué composiciones acabasteis llevando?
ambos fueron juegos entretenidos para mi, ciertamente se termina alargando mucho la trama, aun así disfrute mucho mas el Cyber Sleuth y no tanto el Hacker's Memory
ResponderEliminarA mí la idea de la memoria me parece muy buena, para estar siempre con el nivel bajo. Quizás lo de los elementos y los tipos de Digimon se debería balancear
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