Reflexión sobre lo que sabemos tras el E3 2021
El E3 2021 ha terminado y, con él podríamos considerar que también la temporada 2000-2021 de la industria, por intentar mantener un símil deportivo en un mes donde tenemos Eurocopa y Copa América de fútbol, la NBA se aproxima a su final y los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina. Un año duro por todo lo que ha cambiado el mundo debido a la pandemia del Coronavirus que se ha sumado a los otros problemas que estaba arrastrando nuestro medio, con proyectos faraónicos cada vez más expansivos o un relevo generacional en el mercado de consolas de sobremesa.
Con dos nuevas consolas retrocompatibles, la situación parecería muy dura para el sistema de Microsoft, con menos de la mitad de Xbox One en el mercado que PlayStation 4. ¿Quién va a cambiar de marca en el relevo generacional cuando sabe que va a mantener toda su biblioteca de juegos si permanece fiel a la misma? Sin embargo, en este nuevo escenario la diferencia está un poco por debajo del 50% y hay casi nueve millones de PlayStation 5 por un poco más de cinco millones de Xbox Series. Y la consola de Sony ya ha tenido exclusivos mientras que la de Microsoft comenzó adquiriendo Bethesda para permitir que Deathloop y Ghostwire: Tokyo siguieran llegando en exclusiva para el sistema rival. Pero el movimiento buscaba objetivos futuros que ya se están empezando a mostrar muy claramente: una nueva lista de juegos en exclusiva para Xbox -y PC- con nombres tan importantes como Starfield, The Outer Worlds 2, Redfall, S.T.A.L.K.E.R. 2 y ojito con lo que ocurrirán con juegos del calibre de Avowed o The Elder Scrolls VI. Se puede discutir si todo esto puede luchar contra el próximo God of War, lo que sea que hagan Naughty Dog, Sucker Punch... pero este E3 2021 ya es capaz de aportar razones para la duda, algo que parecía muy complicado no hace mucho.
La sensación general es que el E3 2021 ha sido muy descafeinado, al que ha afectado la ausencia de PlayStation y Electronic Arts, pero en el que también hemos visto a muchas compañías acudir "con lo puesto" agrandando la sensación pesimista del evento. Lo que se espera del E3 son grandes anuncios y sorpresas, pero cuando buena parte de lo mostrado es digno de la segunda fila y más de un proyecto parece poco más que un parche para salir al paso, hasta las novedades lastran esas locas esperanzas de muchos jugadores que todavía se preguntan qué pasa con tantos y tantos proyectos que conocemos desde hace años y se han vuelto a perder un nuevo evento. Estamos atravesando un año de transición en múltiples sentidos, con grandes detalles sobre los que debatir:
Esta situación ya la vivimos en la pasada generación, por lo que no debería sorprendernos que un salto técnico no se produzca de golpe y tome su tiempo hasta que se consolide, sobre todo cuando la pandemia ha afectado también a los ritmos de desarrollo, pero hay muchos elementos de esta generación que todavía muestran más problemas para lograr desacoplar a los jugadores de la que ya tienen en sus manos. Para empezar, tanto PlayStation 5 como Xbox Series son completamente retrocompatibles, lo cual suaviza la necesidad de muchos estudios a tener que elegir si corren el riesgo de elegir una generación o la siguiente. Esto, además, también permite que los nuevos sistemas tengan una amplitud de catálogo realmente importante y sus jugadores no queden aislados a la espera de un nuevo contenido. Esta situación también evitaría un nuevo proceso de múltiples relanzamientos de los juegos más importantes de la pasada generación en la nueva, obligando a tener que hacer algo más que una simple adaptación con pequeños retoques técnicos... porque eso ya ocurre de serie. Sin embargo, ejemplos como los de Final Fantasy VII Remake Intergrade o el próximo Death Stranding: Director's Cut pueden dar una solución a muchas compañías que quieren intentar ayudar al catálogo realmente original de las nuevas consolas: en lugar de lanzar un título completo, que sería demasiado costoso y llevaría mucho más tiempo de desarrollo, se relanza el mismo juego con un contenido exclusivo que podría llegar perfectamente en forma de DLC para sus sistemas originales, pero no se hace, como una forma de evitar propagar la sensación de que la nueva generación no existe como tal. De momento.
Este hecho nos deja caso tan sangrantes como el de Godfall, que ha tenido que pasar de una exclusividad en PlayStation 5 y la Epic Game Store a estar disponible dentro de unos días en PlayStation 4 y Steam, porque simplemente no hay suficientes jugadores en la nueva generación aún para poder costear el elevado coste de producción de un juego en esos sistemas. Sony lo ha hecho con Demon's Souls y Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte, pero porque se puede permitir ese menor impacto y porque asume que no son "juegos vendeconsolas", pero no va a poder repetir esa idea en Horizon 2: Forbidden West o Gran Turismo 7. Las razones son claras: no tenemos ni diez millones de PlayStation 5 en el mercado y existen más de ciento quince millones de PlayStation 4. La diferencia de público es abismal y no se está pudiendo corregir ni aunque exista demanda de la nueva consola, a la que la escasez de componentes -por muchos motivos- está provocando una limitación seria de stock en tiendas. Van tener que pasar años para que PlayStation 5 se asiente con una cantidad de jugadores suficiente que permita garantizar que un nuevo proyecto no llegue únicamente a una minoría del mercado. La situación no tiene solución a corto plazo, donde no queda más remedio que esperar a que el primer vendeconsolas verdaderamente exclusivo de nueva generación pueda empujar lo suficiente una ventas de sistemas realmente accesibles y disponibles en las tiendas, algo nada fácil de lograr y que bien puede suponer un riesgo importante... para Sony, porque Microsoft ha demostrado jugar en otra cancha.
Y la clave de todo esto es que, incluso "perdiendo", Microsoft sigue ganando. PlayStation 5 podría volver a duplicar en unidades vendidas a Xbox Series, pero el modelo de futuro ni necesita sistemas: Xbox Game Pass ofrece absolutamente todos esos grandes lanzamientos desde el primer día, a un precio de suscripción simplemente ridículo y, lo que es más, hay muchísimo grandes títulos que no serán exclusivos de la consola, pero seguirán el mismo tratamiento. ¿Para qué pagar 70€ por un nuevo lanzamiento cuando puedes jugarlo por menos de una cuarta parte, a ese y a casi todos los demás que salgan ese mes? El sistema de suscripción genera dudas con respecto a su viabilidad, porque no queda claro cómo demonios puede ser rentable, pero mientras siga adelante puede que la disputa en consolas físicas vendidas ni le sea relevante a Microsoft. Con 23 millones de suscriptores, Xbox Game Pass ha aniquilado a toda posible competencia en este modelo, trae un catálogo absolutamente imbatible y nos puede llevar a una situación donde la venta de juegos físicos sea tan marginal como la de discos de series o películas y termine de forma similar a las plataformas tipo Netflix, HBO Max o Disney+. Evidentemente, Sony y Nintendo van a seguir adelante con el sistema tradicional, pero esto es una carrera en dos dimensiones diferentes donde Microsoft es la única que juega también fuera de la misma. Y, si mantiene en tipo en una lucha mientras arrasa en la otra, puede que logre establecerse en un modelo propio como el que siempre intenta Nintendo con cada una de sus consolas, sólo que con una plataforma de suscripción digital.
En esta disputa por el mercado tradicional nadie tiene el ritmo de Nintendo Switch, que ya va camino de los noventa millones de sistemas en el mercado, lo cual la sitúa relativamente cerca del número de jugadores que puede mantener PlayStation 4 y le deja con una ventaja abismal con respecto a la nueva generación, a la que casi cuadruplica en ventas semana tras semana. Con un modelo estable de un ritmo simplemente insuperable, Nintendo no tiene la más mínima prisa. Las ventas actuales están permitiendo que puedan mantener un ritmo de desarrollo pausado que prime la calidad y sea capaz de hacer olvidar que The Legend of Zelda: Breath of the Wild fue un juego de Wii U, pero que todavía se sigue considerando como absolutamente brillante en el apartado técnico incluso en la comparativa con juegos actuales.
Esto permite, por ejemplo, que puedan llegar al E3 con un catálogo de lanzamientos decentes en el que sólo destacan unos pocos títulos, porque hasta los que son secundarios y simplemente divertidos están vendiendo muy por encima de todas las previsiones. Parece que en Nintendo Switch casi todo funciona y, con un muy inteligente modelo que ya usó Sony en la pasada generación donde se anuncian muchos juegos que no llegan hasta años y años más tarde, consigue crear una sensación de presente y potencial futuro donde parece que hasta el más simple juego secundario está siendo jugado por toda la comunidad. El momento de su lanzamiento ha hecho que Switch se haya convertido en "el nuevo sistema" de muchos jugadores de PlayStation 4 que no tienen fe, dinero o stock para ir a por PlayStation 5, convirtiéndose en el sistema opcional donde jugar a todo lo que no se puede en la consola de Sony o PC. Esta especie de dualidad les da una carta blanca donde no es tan necesario complicarse para llegar a los jugadores que buscan disfrutar el multiplataforma AAA, que normalmente tendrán otro sistema donde jugarlo mientras que Switch está para otra clase de títulos.
En esa situación, ¿qué se ganaría con Switch Pro? ¿Que esos jugadores puedan decidir comprar el siguiente AAA para tu sistema en lugar de para otro? No es algo que afecte económicamente a Nintendo, quien se podría enfrentar en caso de provocar ese movimiento al clásico problema de lidiar con potenciales juegos exclusivos para el nuevo modelo más potente, que con los ejemplos recientes como New Nintendo 3DS se ha demostrado como poco sensato y PlayStation 4 Pro o Xbox One S han dejado claro que nadie debería atreverse a esa estupidez. Si tienes la consola más vendida del momento, si no vas a ganar nada por intentar luchar en el mercado de AAAs multiplataforma (que, además, en dos o tres años puede requerir una nueva mejora de motores porque ya dejen de ser afines a la generación pasada) y puedes seguir desarrollando títulos actuales a nivel técnico dentro de las capacidades de tu propio sistema, porque todos tus juegos cuadran dentro del mismo... ¿dónde está la prisa? Nintendo puede seguir desarrollando tranquilamente una Switch Pro mucho más potente que la que se filtró hace tres o cuatro años, o incluso tenerla en la recámara y sacarla cuando le parezca más adecuado, probablemente en el momento en el que Switch deje de tener un ritmo de ventas tan elevado como el actual. Pero, de mientras, a seguir viviendo en el presente, que es dorado.
En este panorama tan incierto donde no podías comentar exclusivos de PlayStation porque seguramente podrían aparecer en un potencial State of Play, con Xbox jugando en dos dimensiones diferentes y Nintendo que puede seguir manteniendo a un sistema lanzado hace más de cuatro años porque es el que más está vendiendo y con la nueva generación inasumible de forma exclusiva, las principales desarrolladoras de juegos multiplataforma con conferencia en el E3 2021 han sido las grandes derrotadas del evento. Ubisoft sólo pudo decir que va a mantener a sus franquicias más o menos como siempre, con un juego de Avatar que es tan poco llamativo como su próxima película y el nuevo Mario+Rabbits anunciado por Nintendo horas antes de su anuncio oficial, perdiendo capacidad de impacto. Square Enix trató de repetir su idea de que en el E3 brillen sus estudios occidentales, pero el modelo del Marvel Cinematic Universe fuera del Marvel Cinematic Universe ya fue un fiasco con el Avengers y mucho tendrían que cambiar las cosas para que el Guardianes de la Galaxia mejore esos números. Llegan tarde y sin conexión con las licencias que el gran público conoce, presentando su propio argumento alternativo de un universo que está en pleno proceso de creación de nuevos personajes o readaptación de los clásicos. Han pasado dos años desde Endgame, esto es casi como presentar para este 2021 un nuevo título de Juego de Tronos.
Todo se volvió aún peor para una Square Enix a la que no hace tanto alabábamos por su lienzo en blanco por delante, pero que ahora parece atrapada en una vorágine donde es fácil anticipar que muchos de sus proyectos se la van a pegar. Tener a Platinum Games y atraparla en un juego multijugador de servicio y actualizaciones constantes en Babylon's Fall, como sucedió con el proyecto de Avengers, parece una broma de mal gusto y ya lo mostrado dista mucho del nivel técnico que se mostró en el 2020 para el mismo juego. Todavía más cómico fue convertir esa interesante propuesta de revisitar los Final Fantasy clásicos con un giro actual y oscuro en ese Stranger's Paradise Final Fantasy Origin que parecería, temática y ambientalmente, un juego de la generación de PlayStation 2 en los tiempos de los foros de internet. La reiteración de la palabra "Chaos" (Caos) ya completó el meme, que es prácticamente lo que es uno de sus proyectos más interesantes ahora mismo. Porque es que hasta la demo parece estar anclada en el pasado, lo cual tampoco quiere decir que el juego vaya a ser aburrido o malo, simplemente que ya parte desde una posición donde no se le puede tomar en serio. Lo de reeditar los seis primeros Final Fantasy sólo en PC y móviles, de forma separada y en sistemas donde ya están disponibles, cuando en consolas podría existir mucho más público interesado es ya una muestra más de que Square Enix ha demostrado públicamente en el E3 2021 que no saben ni interpretar el mercado actual en el que están situados.
Lo de Gearbox dando el pasó atrás con Godfall para publicarlo también en PlayStation 4, anunciar un nuevo giro de tuerca del universo Borderlands y llevarse media presentación hablando de una película de videojuegos, sabiendo como sabemos que el 99% salen fatal, fue un paso más en este despropósito donde Capcom o Bandai Namco simplemente tuvieron que salir con la mejor de sus sonrisas a anunciar que prácticamente todo lo que podrían decir ya había sido anunciado y el resto ya lo enseñarían en el futuro, porque actualmente no podía hacerlo. Desde luego, poca comprensión de lo que el público espera en ese marco para dar conferencias de ese tipo.
Al final del evento, da la sensación de que los que han salido ganando de toda esta vorágine han sido los títulos independientes, que se han encontrado con muchos más escenarios donde un público más amplio pueda descubrirlos. Múltiples presentaciones dedicadas exclusivamente a ellos, apariciones en la conferencia de Microsoft, un probable Nindies que se esté cocinando en estos días donde Nintendo pueda darle más lustro a los que les parezcan más interesantes... sólo las dudas del público mayoritario que no busca tanto propuestas interesantes o giros de tuercas a fórmulas clásicas puede estar en su contra, ya que es más fácil decir "este título es llamativo" a estar pendiente de cuando sale al mercado y efectivamente comprarlo. Pero está claro que para los jugadores acostumbrados a disfrutar de esta clase de proyectos ha sido un E3 2021 sencillamente espectacular.
Sí, no ha estado el añorado Silksong y Eiyuden Chronicle se ha retrasado al 2023 para traernos un Rising que nadie había pedido, pero tenemos como veinte Metroidvanias diferentes en camino, siguen apareciendo RPGs con cartas, se encuentran oportunidades como esa fiebre por los estilos de Stardew Valley o Animal Crossing, atacando huecos como los de Inazuma Eleven con propuestas como Dodgeball Academia... la inmensa mayoría de RPGs que hemos visto en este E3 han sido indies, y aunque muchos acabarán por quedarse por debajo del radar de muchos jugadores, cada año tenemos unos cuantos que rompen la barrera y resultan realmente conocidos para el gran público. Stardew Valley, Undertale, The Binding of Isaac, Hades... la industria independiente ya está mucho más establecida que hace unos años y este E3 nos ha dejado claro que cuando nos "fallen" las compañías habituales seguramente tendremos algún título indie que pueda ocupar ese hueco o bien ofrecernos propuestas realmente diferentes. Y esto ofrece variedad a los jugadores, lo que siempre es de agradecer.
Tampoco nos queremos extender más en estas reflexiones porque nos gustaría leer las vuestras. ¿Qué os ha parecido este E3 2021 y qué conclusiones sacáis del mismo? Os leemos.
This E3 was full of C h A o S
ResponderEliminarxD
Sólo por los vídeos del SMTV ya me parece bueno
ResponderEliminarProbablemente sea la primera vez que a la portátil de Nintendo le acompañe la consola de Microsoft y no la de Sony. Con el retroceso en presencia del mercado japonés de Sony y el surgimiento del gamepass ya no tiene sentido la ps5 al menos para mí.
ResponderEliminarY además prefiero el enfoque a los shooter rpg y rpg occidental que está teniendo Microsoft a los souls que es el enfoque de Sony, genero que me parece se está quedando estancado y solo ha ido innovando en cambiar los escenarios en que se desarrolla el juego y en disminuir la dificultad. Por último los juegos de acción de Sony en tercera persona siempre me han parecido malísimos, lástima se han enfocado tanto en este género, aunque al menos dejaron de lado los shooter genéricos que desarrollan hace una década atrás.
Metroid Dread. Metroid 5. 19 años después. Solo digo eso. Vuelve Samus, vuelve el 2D. Y a eso le sumas BOTW 2 y SMT V, y yo más contento que un niño con una bolsa llena de chuches.
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