¿Sabías que el primer MMORPG comercial costaba 6$ la hora?
Legend of Future Past (PC, 1992) ha pasado a la historia como el primer MMORPG comercial y, también por ser uno de los más caros que hemos visto, con una cuota absurda de 6$ a la hora que, encima, con las conexiones a internet de esos tiempos, eran, en la práctica, poco más de la mitad, ya que el tiempo de latencia entre acción y resultado era de varios segundos (incluso minutos). Vamos, que no era apto para todos los bolsillos ni para impacientes.
Si nos saltamos los problemas técnicos y económicos, la verdad es que el juego no era tampoco nada del otro jueves, ya que era un título basado en texto (Es decir, nada de gráficos) sin límite de nivel ni diferencias de clases: Era la ley del más fuerte.
En el aspecto positivo, fuera parte de la evolución en sí que suponía ofrecer un MMORPG a cualquier jugador americano que tuviera un modem, el título también fue pionero en la implementación del sistema de los Game Masters profesionales (Ya les valía, con lo que ganaban con cada jugador), que ofrecían eventos e historias paralelas, dando la posibilidad de vivir una nueva aventura en cualquier momento. Además, también fue de los primeros en implementar el sistema de fabricación de armas, armaduras y objetos varios, algo que es esencial en cualquier MMORPG actual.
Con el paso de los años, la mejora de las conexiones a internet y la llegada de más competencia bastante superior en casi todos los aspectos, el título fue reduciendo su cuota hasta llegar a $9.95 al mes (Juegos actuales como World of Warcraft tienen una cuota que ronda los 12€ al mes, así que no estaba del todo mal), lo cual no evitó que cerraran sus puertas en 1999, con jugadores que habían llegado a rondar el nivel 1000.
Y, recuerdo, todo en plan texto, una cosa así:
¿Hubieseis pagado por algo así?
Increíble. Y yo que creía que las compañías de hoy en día abusan de la cartera del consumidor. Unos aficionados, en comparación con esos precios xD
ResponderEliminarSiempre es bueno saber de estas cosas, pero yo desde luego no habría pagado por ello.