[Experiencias roleras] Jorgetrola nos escribe sobre Sacred.
Y, no, por arma sagrada no hablo de mi pene.
Pues viendo que la mayoría de gente comentaba lo poco que habían jugado a RPGs occidentales y que hace no mucho sacaron otro producto con el nombre de Sacred (Decir que son la misma saga sería un bonito insulto) pensé que sería interesante hablar sobre el juego con el que comencé a interesarme seriamente por los RPG. Y quizá por los juegos en general, aunque es un logro que debería compartir con Age of Mythology, probablemente.
Corría el año... No lo recuerdo, pero me lo compré en una de estas ediciones que algún periódico traía de FX interactive. Y bueno, tras un par de años danzando como un perdido por Arcania, decidí pasármelo en una Semana Santa que tenía por ahí libre cuando era joven, inexperto y no tenía dinero.
He de decir que este es un juego que a día de hoy sigo viendo como de lo mejor para empezar en el género: Directo, intuitivo y con una buena calidad, así que si alguien quiere considerarlo para cierto tipo de entrada...
Con un elfo oscuro (Es una especie de fetiche, hasta hace unos añitos no me hacía otros personajes que no fueran drows. Y no, no he leído a Salvatore aunque parezca mentira xD) a dos armas empecé a repartir leña. La verdad es que el juego no presenta un mal sistema de desarrollo. Ni de coña. Además, algunas clases son completamente distintas entre sí. Lo malo es que algunas son muchísimo más difíciles de jugar. Y, bueno, que el título no tiene personalización del personaje. Aunque cambien las armaduras y armas puestas, tu personaje es el mismo. Pero eso sí, lo flipaba con algunos efectos de las armas y ataques. Creo que aun a día de hoy lo fliparía creo xD
La trama... Bueno, no tiene personajes muy carismáticos, no. Pero tiene algún giro argumental muy interesante y que me gustó mucho. No es un juego muy profundo la verdad. Sí que toca algún tema como el honor, la venganza... Pero poca cosa. En su momento lo flipé, claro está y me pareció que estaba viviendo la aventura más épica de mi vida.
Lo mejor de la historia eran las coñas que los desarrolladores pusieron como misiones secundarias: Un cameo de Aragorn clarísimo o lápidas que te joden expulsándote de la partida, por ejemplo. Grandes desarrolladores, mejores personas.
- ¿Por que tengo que aparecer en todos los lados ahora, Legolas?
- Por que somos los buenorros del grupo.
- Tu si que sabes como hacerme feliz
Jugablemente, Sacred no consiste más que ir clickando a los bichos,
lanzando los ataques, manejar el inventario... Pero no era repetitivo. Había
muchas misiones, algunas bastante distintas, aunque buena parte eran un poco
genéricas (Ya sabes, limpiar mazmorras matando todo lo que se moviera por ahí, lo típico). Lo que más disfrutaba era que el mapa tenía un buen tamaño y que podía explorar un montón de lugares, algunos con un encanto
impresionante. El este del mapa era maravillosamente lúgubre. Y el norte
también era bonito, con sus ruinas cubiertas de hielo y esa sensación de
aislamiento total. Cada pueblo tenía también sus cosillas, por lo que el juego estaba muy
bien ambientado y los gráficos, sin ser muy resultones, eran bastante bonitos.
Del sonido no preguntéis. No recordaba nada porque su Banda Sonora es
una tremenda basura. Hace tiempo preparé una reseña del juego y volví a escuchar lo que sonaba de mientras que jugaba, explorando los archivos del juego... Y vaya horror. Cada pieza eran cuatro acordes mal contados que sonaban de
vez en cuando. Casi es mejor no hacer una Banda Sonora así, la verdad. Quizás más que la poca calidad de las piezas, que también, era lo mal que estaban aprovechadas. Vamos, un esperpento.
Si encontráis un juego con peores temas que este, me paso otra vez el Tales of Vesperia.
Bueno, creo que por hoy voy a terminar. No estoy
acostumbrado a hacer textos cortos, suelo hacer reseñas excesivamente largas.
Pero creo que esta genial tal cual va. Variar de estilo viene bien, así Adell
ya no me escribe cosas como que no me paro a pensar mucho lo que me ofrece el
juego. (¿Creías que no me daría cuenta de la entrevista? Muajajajá)
En fin, ¡hasta la vista, baby!
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