Gracias, Satoru Iwata.

El fallecimiento de Satoru Iwata, presidente de Nintendo, que se produjo el pasado 12 de julio y del que nos llegó la noticia durante esta madrugada en España, ha sido un golpe realmente inesperado para la industria de los videojuegos.

Con 55 años de edad, Iwata había sido tratado en 2014 de un cáncer biliar que le había tenido apartado de la vida pública de la compañía, pero volvió hace unos meses con fuerzas renovadas, recuperando su papel de presentador en lo que se ha convertido en el mejor enlace entre anuncios de una compañía y los jugadores que existe en el mundo de los videojuegos: El Nintendo Direct. 

Frases pronunciadas por él en estas mini-conferencias, como el "Please, understand" (Por favor, comprended) o el "Direct-o to you" (En directo para usted/ti/vosotros, con su marcado acento japonés provocando que tuviera que añadir una "o" al final de "direct"), los momentos de quedarse mirando a una banana, el épico combate con Reggie Fils-Aime, presidente de Nintendo América para anunciar Smash Bros, las veces que se disfrazó de Mario o Luigi, la Non Specific Action Figure... Iwata nos enseñó que saber reírse de uno mismo era una de las mejores formas de disfrutar del mundo de los videojuegos.

Aunque fuese el presidente de una compañía tan importante como Nintendo, no estamos hablando de un mero corporativo experto en finanzas y poco más: Iwata fue un gran creativo en los albores del mundo de los videojuegos en Japón.

Satoru Iwata se unió al HAL Laboratory y llegó a ser su coordinador en 1983, creando títulos míticos para Nintendo como Balloon Flight (Arcades, 1984-NES, 1985/87), Kirby o Earthbound/Mother, ocupando un rol clave como programador/productor en esos juegos y llegando a echar una mano en el desarrollo de Pokémon Edición Oro/Plata (GB, 1999/2001) o Pokémon Stadium (N64, 1999/2000), aportando soluciones para el desarrollo de ambos títulos, demostrando que aunque por aquel entonces ya estaba a punto de ser nombrado director de la compañía, no tenía ningún problema en "subir a la palestra" y ayudar a seguir programando juegos. De hecho, aunque no aparece en los créditos, en su sección Iawata Ask reconoció haber trabajado también en juegos de la serie The Legend of Zelda, Mario o Animal Crossing. Si había que echar una mano, siempre estaba dispuesto para hacerlo.

Cuando fue nombrado presidente de Nintendo en 2002, el primer presidente de la compañía que no estaba relacionado con la familia Yamauchi, tuvo que hacer frente a los problemas que estaba atravesando Nintendo con el estancamiento de Game Cube, así que el empuje que recibieron las portátiles con el lanzamiento de Nintendo DS o la apuesta por Wii y sus controles de movimiento tienen a Iwata como uno de sus principales valedores.

Frases como la que comentó en la Game Developers Conference demuestran que era un presidente muy especial: "En mi tarjeta de negocios, soy el presidente de una corporación. En mi mente, soy un desarrollador de juegos. Pero en mi corazón, soy un jugador." Y vaya si lo decía en serio, ya que creía fervientemente, como programador y jugador, que los videojuegos deberías centrarse en una cosa: Ser divertidos. Y esa idea la llevaba adelante como director de la compañía, siendo clave también en la creación de los Nintendo Direct.

Desde luego, hay cosas que no hizo del todo bien, sobre todo estos últimos años con Wii U, desaprovechando algunas oportunidades que podrían haber hecho a su sistema un poco más sólido, pero no se puede negar su dedicación y esfuerzo por lograr mantener el éxito de Nintendo en el mercado de los videojuegos.

El cáncer se lo ha llevado muy joven (55 años) y, ahora, Shigeru Miyamoto, junto a Genyo Takeda, deberán seguir su estela y dirigir a Nintendo de nuevo hacia la cima del mercado de los videojuegos, demostrando que el espíritu de Iwata seguirá siempre con ellos.

GRACIAS, SATORU IWATA