Paris Games Week 2015 - Impresiones de primera mano sobre lo que ofreció la feria
Hola, soy sokomizer y la pasada semana visité la Paris Games Week, una feria que este año tenía como gran atractivo la conferencia de Sony, al más puro estilo de otros eventos relacionados con los videojuegos más grandes, como el E3 o la Gamescom.
La Paris Games Week es una feria con enfoque local que este año ha querido crecer, pero queda lejos todavía de la repercusión de la Gamescom, la feria más grande de Europa, que he tenido ocasión de visitar en dos ocasiones, una de ellas este mismo año. Con un par de cifras podemos hacernos a la idea de su diferencia de tamaño: la feria de París se ha celebrado en dos pabellones que ocuparon unos 60.000 m², mientras que la Gamescom ocupaba una superficie de unos 193.000 m² repartidos en 5 pabellones. Al menos en tamaño puro, ambas tienen una diferencia bastante evidente.
En lo que sí se empiezan a parecer es en el número de visitantes: 300.000 personas han visitado la París Games Week, lo que comparado a los 340.000 visitantes de la Gamescom refleja que la cosa ha estado un poco más apretada. Por poner otra comparación, la Madrid Games Week de este año batió su récord con 92.000 visitantes y el Tokyo Game Show 2015 registró 268.446 asistentes. Sí, eventos europeos tienen incluso más asistencia que la gran feria de los videojuegos celebrada en Japón, considerada la segunda más importante de la industria por detrás del E3 (Que es MUCHO más restrictivo y no vende entradas al público general).
Así que, bueno, toca comentaros qué es lo que ha ofrecido la feria:
Nintendo ha tenido una gran presencia en la feria, algo comprensible ya que el enfoque comercial de la Paris Games Week le viene como anillo al dedo a la compañía japonesa. Con esto quiero decir que, en este evento, gran parte de los videojuegos que se podían ver ya están a la venta o queda muy poco para que lo estén, así que, entre los grandes protagonistas que han sido Super Mario Maker, Splatoon, Mario Kart 8 y Super Smash Bros, también había sitio para novedades como Xenoblade Chronicles X, Mario Tennis Ultra Smash, Project Zero Maiden of Black Water (que salió el mismo viernes, durante la feria), Bravely Second: End Layer (Confirmado que lo trae Nintendo), Mario & Luigi Paper Jam Bros o la versión para Nintendo 3DS de Zelda Hyrule Warriors.
En todo momento podían verse competiciones entre visitantes de la feria proyectadas en una gran pantalla y el ambiente me gustó mucho porque era muy familiar, muy Nintendo en definitiva, con gente de todas las edades viendo y probando juegos.
Una compañía que, sin duda, ha ganado fama y aficionados en los últimos años es Namco Bandai, que ha tenido un espacio bastante grande en la feria, algo que refleja su repercusión en el mercado francés y, sobre todo, el gran momento por el que están pasando en Europa gracias al buen rendimiento que le están dando las sagas Souls, Naruto y tantas otras. ¡Pedazo de dragón Shenron que montaron!
Dark Souls 3 hizo acto de presencia en forma de demo jugable, exactamente la misma que ya jugué primero en la Gamescom y, después, en formato Stress Test en PlayStation 4. Tanto Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm 4 como Dragon Ball Z Extreme Butoden tuvieron gran acogida por parte del público.
Sólo destacar que a mí me choca ver en el mismo espacio cosas tan distintas como Naruto y Sebastien Loeb Rally Evo, pero es algo que a Namco Bandai le funciona económicamente y no soy nadie para discutírselo…
En el pabellón adjunto estaban los espacios dedicados al público infantil, donde Sony, Activision y Warner ponían a disposición de los más pequeños (o de los mayores más curiosos, ejem) versiones jugables de Ratchet & Clank, Disney Infinity, Skylanders o Lego Dimensions. Completaban el pabellón una zona zona retro y un pequeño espacio para los videojuegos franceses independientes.
Como conclusión, si tengo alguna queja de la feria, es el tema la de las colas. PlayStation VR aparte, que ya he comentado el sinsentido de su sistema de reservas para probarlo, había que hacer largas colas para probar juegos ¡que ya están a la venta! o sistemas como el HTC Vive. Había demasiada gente para lo que se ofrecía y el espacio disponible. Además, el objetivo de la feria era, claramente, el consumidor, es decir, se mostraban muchos videojuegos que ya están en el mercado y todo era como una especie de gigantesco pabellón publicitario. Por supuesto, hubo sitio para las novedades, pero con lanzamientos que se realizarán en el corto plazo.
Personalmente, si tengo que recomendar una feria europea, esa es sin duda la Gamescom, donde el ambiente es mucho más exclusivo, no solo en la feria sino en toda la ciudad, que literalmente se empapela con anuncios de videojuegos y es fácil encontrar por la noche, en los restaurantes del centro, a desarrolladores de algunos estudios. En la feria de Colonia también hay más anuncios de novedades y todo resulta más profesional, en definitiva.
Pero me llevo el placer de haber conocido en persona al gran Yoshinori Ono, ¡que no es poco! :)
La Paris Games Week es una feria con enfoque local que este año ha querido crecer, pero queda lejos todavía de la repercusión de la Gamescom, la feria más grande de Europa, que he tenido ocasión de visitar en dos ocasiones, una de ellas este mismo año. Con un par de cifras podemos hacernos a la idea de su diferencia de tamaño: la feria de París se ha celebrado en dos pabellones que ocuparon unos 60.000 m², mientras que la Gamescom ocupaba una superficie de unos 193.000 m² repartidos en 5 pabellones. Al menos en tamaño puro, ambas tienen una diferencia bastante evidente.
En lo que sí se empiezan a parecer es en el número de visitantes: 300.000 personas han visitado la París Games Week, lo que comparado a los 340.000 visitantes de la Gamescom refleja que la cosa ha estado un poco más apretada. Por poner otra comparación, la Madrid Games Week de este año batió su récord con 92.000 visitantes y el Tokyo Game Show 2015 registró 268.446 asistentes. Sí, eventos europeos tienen incluso más asistencia que la gran feria de los videojuegos celebrada en Japón, considerada la segunda más importante de la industria por detrás del E3 (Que es MUCHO más restrictivo y no vende entradas al público general).
Así que, bueno, toca comentaros qué es lo que ha ofrecido la feria:
Sony, alegrando y decepcionando.
Sony ha sido la gran protagonista de la feria, ya no solo por ser la única compañía que ha hecho una conferencia, sino porque acogía en su espacio también productos de terceras compañías que no tuvieron su propia sección en la feria. Así que entre la zona de PlayStation VR, la beta multijugador de Uncharted 4 y la demo de Uncharted: The Nathan Drake Collection, se podían ver también títulos como Star Wars Battlefront de Electronic Arts o Call Of Duty Black Ops 3 y Destiny, de Activision.
Mi gran objetivo de la feria era probar el sistema de realidad virtual PlayStation VR, pero todo se fue al traste cuando una chica de Sony me dijo que, para jugar, había que apuntarse a una lista de espera que ¡oh!, ya estaba completa. Así que desde viernes por la tarde ya no había posibilidad de probar el sistema de realidad virtual de Sony. Suerte que poco después me pude quitar el mal sabor de boca cuando, durante una demostración de Street Fighter V, apareció Yoshinori Ono (Productor que actualizó a la serie Street Fighter con su cuarta entrega) en el escenario, casi por sorpresa y se puso a firmar pósteres y a hacerse fotos con los afortunados que nos encontrábamos cerca cuando empezó a formarse la cola.
Nintendo, como pez en el agua.
Nintendo ha tenido una gran presencia en la feria, algo comprensible ya que el enfoque comercial de la Paris Games Week le viene como anillo al dedo a la compañía japonesa. Con esto quiero decir que, en este evento, gran parte de los videojuegos que se podían ver ya están a la venta o queda muy poco para que lo estén, así que, entre los grandes protagonistas que han sido Super Mario Maker, Splatoon, Mario Kart 8 y Super Smash Bros, también había sitio para novedades como Xenoblade Chronicles X, Mario Tennis Ultra Smash, Project Zero Maiden of Black Water (que salió el mismo viernes, durante la feria), Bravely Second: End Layer (Confirmado que lo trae Nintendo), Mario & Luigi Paper Jam Bros o la versión para Nintendo 3DS de Zelda Hyrule Warriors.
En todo momento podían verse competiciones entre visitantes de la feria proyectadas en una gran pantalla y el ambiente me gustó mucho porque era muy familiar, muy Nintendo en definitiva, con gente de todas las edades viendo y probando juegos.
Microsoft, reservando fuerzas.
La otra grande, Microsoft, también tuvo un protagonismo notable con sus productos estrella en estas fechas: Halo 5 Guardians, Rise of The Tomb Raider y Forza 6, que no es poco teniendo en cuenta que soltaron toda la artillería en la Gamescom.
Tengo gran curiosidad por qué será lo próximo que anuncie Microsoft en el E3. Agradezco que no hubiera novedades respecto a Scalebound, un título al que le queda mucho desarrollo todavía y encuentro correcto que se le dé un descanso a la promoción del producto, para que cuando vuelva a saberse de él sea con un tráiler que lo devuelva a la primera fila del hype.
Namco Bandai, en su salsa.
Una compañía que, sin duda, ha ganado fama y aficionados en los últimos años es Namco Bandai, que ha tenido un espacio bastante grande en la feria, algo que refleja su repercusión en el mercado francés y, sobre todo, el gran momento por el que están pasando en Europa gracias al buen rendimiento que le están dando las sagas Souls, Naruto y tantas otras. ¡Pedazo de dragón Shenron que montaron!
Dark Souls 3 hizo acto de presencia en forma de demo jugable, exactamente la misma que ya jugué primero en la Gamescom y, después, en formato Stress Test en PlayStation 4. Tanto Naruto Shippuden: Ultimate Ninja Storm 4 como Dragon Ball Z Extreme Butoden tuvieron gran acogida por parte del público.
Sólo destacar que a mí me choca ver en el mismo espacio cosas tan distintas como Naruto y Sebastien Loeb Rally Evo, pero es algo que a Namco Bandai le funciona económicamente y no soy nadie para discutírselo…
Ubisoft, 2K y Square Enix, sin hacer demasiado ruido.
Ubisoft hizo acto de presencia con The Division, Just Dance, Rainbow Six Siege y Assassin’s Creed Syndicate como sus grandes abanderados en un espacio comedido. 2K tenía un espacio considerable dedicado, sobre todo, a Battleborn y algunos de los juegos de lucha libre que tiene franquiciados, Square Enix dedicó la mayor parte de su área a Final Fantasy XIV y en su escenario se pudieron ver vídeos de NieR Automata, Final Fantasy XV, Final Fantasy Explorers, Deus Ex: Mankind Divided, Hitman y Life is Strange. Nada nuevo aquí, ya que todos los vídeos eran tráilers publicados hace meses o, como en el caso de NieR Automata, hacía apenas unos días, en la conferencia de Sony. La Square Enix Shop también era algo escueta, presentando merchandising muy limitado, en su mayoría de Final Fantasy.
Algo que me sorprendió fue la presencia del sistema de realidad virtual HTC Vive, que se pudo probar aunque personalmente no estuve dispuesto a hacer la gran cola. Tuve ocasión de probar el Oculus Rift en la Gamescom de 2014 y me dio una grandísima impresión, pero creo que estos dispositivos deben experimentarse en la comodidad del salón de casa y no a toda prisa como proponen estas ferias. Como curiosidad mencionar que ese aparato, surgido como colaboración entre HTC y Valve, se llevó el premio de la feria al mejor dispositivo, por encima del PlayStation VR, así que se puede decir que están haciendo las cosas bien.
El resto del pabellón estaba dedicado a tiendas de merchandising, de hardware (Logitech, Mad Catz, etc), videojuegos o productos para jugadores como gafas, sillas y periféricos.En el pabellón adjunto estaban los espacios dedicados al público infantil, donde Sony, Activision y Warner ponían a disposición de los más pequeños (o de los mayores más curiosos, ejem) versiones jugables de Ratchet & Clank, Disney Infinity, Skylanders o Lego Dimensions. Completaban el pabellón una zona zona retro y un pequeño espacio para los videojuegos franceses independientes.
Como conclusión, si tengo alguna queja de la feria, es el tema la de las colas. PlayStation VR aparte, que ya he comentado el sinsentido de su sistema de reservas para probarlo, había que hacer largas colas para probar juegos ¡que ya están a la venta! o sistemas como el HTC Vive. Había demasiada gente para lo que se ofrecía y el espacio disponible. Además, el objetivo de la feria era, claramente, el consumidor, es decir, se mostraban muchos videojuegos que ya están en el mercado y todo era como una especie de gigantesco pabellón publicitario. Por supuesto, hubo sitio para las novedades, pero con lanzamientos que se realizarán en el corto plazo.
Personalmente, si tengo que recomendar una feria europea, esa es sin duda la Gamescom, donde el ambiente es mucho más exclusivo, no solo en la feria sino en toda la ciudad, que literalmente se empapela con anuncios de videojuegos y es fácil encontrar por la noche, en los restaurantes del centro, a desarrolladores de algunos estudios. En la feria de Colonia también hay más anuncios de novedades y todo resulta más profesional, en definitiva.
Pero me llevo el placer de haber conocido en persona al gran Yoshinori Ono, ¡que no es poco! :)
Estupendo poder leer unas impresiones del evento así de primera mano, sokomizer. Parece que en general no fue un evento de enorme enjundia y que las novedades eran limitadas, pero ya debió ser una experiencia estar allí. Aunque, sin duda, lo mejor es la pedazo de foto con un genio como Yoshinori Ono :).
ResponderEliminarQué envidia, yo no pude ni ir a la de Madrid este año u_u
ResponderEliminarRespecto al tema de las colas sigo y seguiré diciendo, cada vez somos más frikis en menos espacio, como esto escale mucho más tiempo así vamos a terminar por ir a los eventos de este tipo subidos unos encima de otros xD
Lo del Scalebound es lo único que me chirría en Xbox, y que no esté en la feria no sé si me parece bueno o malo...
Creo que con Dirve lo comentamos... ¿Hace dos-tres años? En el último Salón del Manga al que fuimos. Era un recinto ENORME y aún así la cola le daba la vuelta a todo y nos llevamos unos 45 minutos para entrar, ya con las entradas, simplemente haciendo cola para poder pasar. Ahí bromeamos con que dentro de poco haría falta alquilar todo un pueblo o incluso ciudades/países pequeños para que pueda entrar tanta gente. xD
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