¿Qué es Hand of Fate?
Hand of Fate (PC/PS4/XB1) es un título desarrollado por la compañía Defiant que, como muchos juegos indie, pasó por todas las típicas etapas: Kickstarter (50.000 A$), Early Acess y, finalmente, lanzamiento en 2015, donde logró rondar los 80 puntos de media para la crítica y superó las 200.000 unidades vendidas, solo contando Steam.
El pasado verano, probamos este juego en directo junto a Drive, que ejercía de maestro de ceremonias, pero no fue hasta finales de año cuando lo acabé pillando en una de esas típicas ofertas de Steam y, aunque en sesiones muy separadas en el tiempo, poco a poco iba avanzando en los retos del Repartidor, pasando por diferentes parches de contenido extra gratuito o una traducción al español que es bastante aceptable y se agradece para los que tenéis problemas con el idioma de Shakespeare.
Finalmente, me lo pasé hará un par de meses y la verdad es que me divirtió bastante (También me enfadó, evidentemente). Todo el proceso de descubrimiento, aventura y. sobre todo, ese papel de suerte salvaje, que te puede hacer acabar una partida cuando te creías bien preparado o levantarte del fango cuando te pensabas que ibas a morir sin remisión, hacen que genere muchos momentos para el recuerdo.
Este título vive de la suerte y el factor pífia/milagro para su desarrollo: el cómo afrontar las malas tiradas/elecciones que nos lastran durante lo que queda de partida y el cómo aprovechamos esas ganancias inesperadas. Es, por lo tanto, un juego que no será apto para todo tipo de jugadores, puesto que no importa tanto lo bueno (o malo) que seas, ya que la suerte siempre estará sobrevolando nuestras partidas, cambiando drásticamente nuestras posibilidades de éxito.
¿Pero cómo es el juego en sí? El sistema es simple: empiezas una partida en uno de sus dos modos (Historia o Infinito, pensado para desbloquear ciertas cartas o competir por una mejor puntuación) y te adentras en un sistema de caminos creados con cartas, donde cada paso consume una pieza de comida (A cambio, también recupera un poco de tu vitalidad perdida) y te adentra en un evento relacionado con la carta en la que pisas, que no es revelada hasta ese momento.
Esto desemboca en multitud de posibilidades porque, bueno, hay MUCHAS cartas, muchísimas, algunas relacionadas directamente con cada situación de historia que estamos viviendo, otras ocultas tras cadenas concretas de eventos que acaban en otras cartas, algunas que sólo muestran ciertos caminos haciendo algo concreto... Porque, sí, Hand of Fate es de esos títulos donde cada partida es completamente diferente a la anterior e, incluso esas en las que pierdes miserablemente, puede acabar aportando algo bueno para el jugador, ya que al cumplir correctamente cada evento de una carta (Cosa que, a veces, puede provocar "arruinar" una partida e impedir que derrotes al jefe de la zona, porque quedas muy debilitado en el proceso) obtendrás permanentemente alguna ventaja concreta: una pieza de equipo, una nueva carta con un nuevo evento, comida, dinero... A veces servirá para la partida que estemos jugando o será una carta que podremos usar en la próxima.
Hand of Fate vive de intentarlo muchas veces, asumiendo que habrán situaciones en las que fracasemos, destrozados por un cruel RNG que nos haga pasar de ganar un arma a perder la mitad de nuestra vitalidad o sufrir una maldición que nos lastra el resto de nuestra partida... A otras situaciones en las que podremos ganar buen equipo o bendiciones y tengamos un paseo hasta llegar al jefe de la zona, con una cierta superioridad. No es lo común ya que, conforme más avanzamos, más complicado se hará el juego, pero en general nos dará una sensación de equilibrio con el que nuestro personaje va ganando nuevas herramientas para seguir avanzando.
En general es un juego difícil, donde las batallas se mueven con un sistema similar al de títulos como Assassin's Creed o, sobre todo, Batman Arkham, haciendo que el contraataque sea pieza clave a la hora de enfrentarnos a un grupo de enemigos que, generalmente, nos superará en número. Podremos golpear (Realizando combos, con cada arma ofreciendo un daño y velocidad diferente), dar una voltereta para esquivar y usar habilidades especiales asociadas con el arma o conjuro que llevemos equipado. Resulta simple y se puede aprender poco a poco, sobre todo porque los enemigos van aumentando en variedad y, sobre todo, habilidades, conforme avancemos en el modo historia.
Así, los enemigos ganarán más fuerza, resistencia, podrán usar ataques nuevos, imbloqueables generalmente, causarán daño de veneno, fuego, bloquearán más ataques... Todo consistirá en un proceso de aprendizaje en el que el jugador no solo ganará mejores cartas, sino que también deberá ir aprendiendo las nuevas mecánicas de cada enemigo del juego.
Los jefes serán los grandes hitos de cada aventura, ya que cada una de ellas terminará con una batalla frente a cada uno de los líderes de los "palos" de la baraja que usa nuestro particular contendiente y narrador: el Repartidor, que actúa como "Game Master" de toda la aventura, aportando comentarios interesantes, otros irónicos y, en general, pinchando mucho al jugador, enfadándose especialmente cada vez que derrotamos a uno de sus líderes.
El título ha ido ganando otro enemigos que se podrían considerar como "jefes más fuerte que los jefes" en base a cadenas de aventuras procedentes de ir superando una cadena de misiones de cada carta. El Kraken o el Liche, por decir algunos, son tan fuertes que dejan en pañales a casi cualquier jefe "normal" del juego, pero llegar hasta ellos supone mucha suerte para ir completando diferentes eventos (En muchos casos, superando varias posibilidades de 1/4 consecutivas o cumpliendo requisitos muy concretos) y llegar hasta ellos, porque en cada partida habrán muchas cartas de nuestro mapa que no pisaremos por el límite que supone la comida o porque estaremos muy débiles como para ir buscando más pelea.
Hand of Fate es un título que ensalza dos cosas principalmente: el efecto de contar con un buen narrador en una aventura y cómo el RNG puede superar a la habilidad en más de una situación. No es un juego sencillo y, evidentemente, conforme más juguemos, mejor iremos siendo (Tanto como jugadores como por las cartas que vamos desbloqueando), pero si buscáis un ARPG que añada ese factor de suerte salvaje, no hay mejor opción.
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