¿Qué es OneShot?
Recientemente me encontré de casualidad con este juego del cual, honestamente, desconocía su existencia. La cuestión es que me puse a indagar sobre él porque leí una recomendación bastante buena y decidí buscar de qué demonios se trataba. El resultado era una recomendación del 98% de los usuarios de Steam que lo habían jugado, lo cual es una auténtica burrada (por hacer una comparativa rápida, The Witcher 3 tiene un 97%). Eso, unido a que durante las rebajas de verano se encontraba a precio reducido (unos 6€) me llevó a comprarlo a ciegas. Y aquí estamos.
Oneshot es un juego de aventuras y puzles que salió en 2014 en forma de freeware (esto es, gratuito) habiéndose desarrollado con RPGMaker. Se creó en un mes para el Indie Game Maker Contest y tras eso empezaron con el remake. Dos años más tarde, concretamente el 9 de diciembre de 2016 salió el remake para Steam que, esta vez sí, habría que pagar por él al cambiar varias -bastantes- cosas del juego y añadirle una ruta adicional, de la cual hablaré más adelante.
En principio la propuesta dista mucho de ser interesante, ya que son muchos los juegos desarrollados con este software, pero de vez en cuando salen cosas que debemos seguir. OneShot es una de ellas. Lo primero que nos va a llamar la atención es la sinopsis del juego en Steam. Habla de rotura de la cuarta pared. Yo voy a ir más allá. No la rompe, la destroza. Es un martillazo tras otro. Pasas de jugar a OneShot para que OneShot juegue contigo. Y honestamente, lo hace a niveles que no he visto jamás (ni siquiera Pony Island consigue esto).
Porque sí, el principal atractivo del juego es la forma de conectar con el jugador. Nos pondremos en la piel de Niko, un niño/niña (no queda claro en ningún momento para que podamos identificarnos con él mejor) con aspecto de gato que se despierta en su habitación, aunque descubrirá que no es su casa. Le ocurrirán cosas que prefiero no desvelar para que la sorpresa sea mayor, y se verá envuelto en la misión de devolver el Sol al mundo que ha ido a parar. Un mundo que, dicho sea de paso, está en ruinas tras la desaparición del anterior Sol y bajo la amenaza de unas interferencias que poco a poco lo van destruyendo. Nos embarcaremos junto con Niko en la misión de restaurarlo mientras vamos coincidiendo con los habitantes del mundo, cada uno con su propia personalidad y motivos de estar ahí.
Voy a hacer esta comparativa para tenerla lista ya, aunque no tienen nada que ver. Undertale desarrolla muchísimo mejor a los personajes y sus historias, el metacomentario sobre los RPGs es muy fuerte, pero OneShot va por otros derroteros. Es cierto que si comparamos personajes, Undertale gana por goleada, pero el foco de este juego no es tanto este si no hacernos partícipe del mundo. OneShot sabe que estamos ahí y nos pide un feedback constante, una interacción a cada momento que no se resume únicamente en hacer puzles, si no en comunicarse con nosotros y en hacer, de paso, metacrítica sobre elementos del género. Creo firmemente que ambas obras son complementarias y que es estúpido elegir entre una y otra, cuando ambas pueden aportarnos cosas y en general enriquecernos, pero como se que podría salir el tema, prefiero dejar mi opinión sobre el asunto ahí para que quede claro. OneShot no pretende ser una copia descafeinada de Undertale, sigue su propio camino y busca otras cosas.
Pero bueno, pasemos a cómo se juega esto. Como decía al principio, es un juego de aventuras y puzles. Es decir, no tendremos combates. OneShot nos planteará diversas situaciones en las que tendremos que resolver puzles (de forma poco convencional, pero como siempre, no quiero hablar sobre esto) para poder ir avanzando en la historia, mientras vamos aprendiendo cosas nuevas sobre el mundo y sobre por qué somos importante para él. El título trata de conectar con nosotros desde el primer momento, y se nota, vaya si se nota. La intención es muy clara. Todo lo que rodea al juego tiene un propósito determinado, y es hacernos partícipes, de verdad, de lo que está ocurriendo.
Los puzles no los consideraría difíciles. No estamos ante un The Witness o ante un Braid. De hecho son accesibles, y salvo quizás alguno que tiene algo más de mala uva, no son complicados de resolver. Lo interesante de estos puzles son su planteamiento y el cómo tenemos que resolverlos. Me da rabia no poder comentar mucho más, pero es que tengo que recalcar que es un juego que merece vuestro atención y meteros a ciegas a por él.
Pasando a otros apartados, como decía OneShot se creó con RPGMaker, si bien tendremos bellas escenas diseñadas con un pixelart precioso que acompañarán los momentos importantes del juego. La banda sonora además es bastante agradable, y aunque no creo que nos acordemos de la mayoría de piezas tras un par de semanas de haberlo jugado, acompaña perfectamente al juego. También tiene algo que a priori nos pueda chocar, pero del cual se aprovecha para utilizarlo como herramienta. Si bien podremos jugarlo a pantalla completa (dándole a F8) OneShot nos indica nada más comenzar que está pensado para jugarlo en modo ventana (con la resolución que viene por defecto y no podemos cambiar, creo que son 800x600). Hacedle caso. Y de paso, minimizad todo lo demás, dejando únicamente a la vista el escritorio. Merecerá la pena.
Comenté al principio que el juego tenía una ruta adicional. La historia detrás de ella es bastante curiosa, puesto que no salió al mismo tiempo que lo hizo en Steam. No fue hasta finales de marzo que esta ruta adicional (cuyo nombre es un spoiler) vio la luz en la plataforma de Valve. Nos pedía habernos completado el juego, al menos, una vez. Y lo cambiaba absolutamente todo. Si seguíamos las instrucciones que nos daba el título para acceder a ella, nos veríamos en una ruta que nada tenía que ver con las primeras partidas. Y ahí es donde de verdad se explica del todo.
OneShot tiene una duración de unas cinco horas, yéndose a las ocho/diez horas si completamos la ruta adicional. También posee varias misiones secundarias que podemos completar o no y nos darán más información sobre el mundo y sus personajes, y tres finales (cuatro, contando la ruta adicional).
El juego se encuentra íntegramente en inglés, si bien no es demasiado complejo de entender y a poco que te manejes con la lengua de Shakespeare lo entenderás todo. Si aún con todo el inglés sigue siendo un problema, los chicos del ClanDlan se curraron una traducción no oficial.
OneShot es un juego especial, es una joya de estas que te encuentras de vez en cuando y te encandilan por la personalidad que tiene. Dista de ser una obra maestra, pero es único. Hace cosas que no he visto hacer en ningún sitio. Si te pasa como a mi que te gusta buscar experiencias nuevas e ideas raras, y además están bien ejecutadas, cómpralo. OneShot es una opción muy interesante, se sale de lo habitual y, además, es agradable de jugar.
Si este texto consigue suscitaros el más mínimo interés y lo acabáis comprando, habrá merecido la pena.
Oneshot es un juego de aventuras y puzles que salió en 2014 en forma de freeware (esto es, gratuito) habiéndose desarrollado con RPGMaker. Se creó en un mes para el Indie Game Maker Contest y tras eso empezaron con el remake. Dos años más tarde, concretamente el 9 de diciembre de 2016 salió el remake para Steam que, esta vez sí, habría que pagar por él al cambiar varias -bastantes- cosas del juego y añadirle una ruta adicional, de la cual hablaré más adelante.
En principio la propuesta dista mucho de ser interesante, ya que son muchos los juegos desarrollados con este software, pero de vez en cuando salen cosas que debemos seguir. OneShot es una de ellas. Lo primero que nos va a llamar la atención es la sinopsis del juego en Steam. Habla de rotura de la cuarta pared. Yo voy a ir más allá. No la rompe, la destroza. Es un martillazo tras otro. Pasas de jugar a OneShot para que OneShot juegue contigo. Y honestamente, lo hace a niveles que no he visto jamás (ni siquiera Pony Island consigue esto).
Porque sí, el principal atractivo del juego es la forma de conectar con el jugador. Nos pondremos en la piel de Niko, un niño/niña (no queda claro en ningún momento para que podamos identificarnos con él mejor) con aspecto de gato que se despierta en su habitación, aunque descubrirá que no es su casa. Le ocurrirán cosas que prefiero no desvelar para que la sorpresa sea mayor, y se verá envuelto en la misión de devolver el Sol al mundo que ha ido a parar. Un mundo que, dicho sea de paso, está en ruinas tras la desaparición del anterior Sol y bajo la amenaza de unas interferencias que poco a poco lo van destruyendo. Nos embarcaremos junto con Niko en la misión de restaurarlo mientras vamos coincidiendo con los habitantes del mundo, cada uno con su propia personalidad y motivos de estar ahí.
Voy a hacer esta comparativa para tenerla lista ya, aunque no tienen nada que ver. Undertale desarrolla muchísimo mejor a los personajes y sus historias, el metacomentario sobre los RPGs es muy fuerte, pero OneShot va por otros derroteros. Es cierto que si comparamos personajes, Undertale gana por goleada, pero el foco de este juego no es tanto este si no hacernos partícipe del mundo. OneShot sabe que estamos ahí y nos pide un feedback constante, una interacción a cada momento que no se resume únicamente en hacer puzles, si no en comunicarse con nosotros y en hacer, de paso, metacrítica sobre elementos del género. Creo firmemente que ambas obras son complementarias y que es estúpido elegir entre una y otra, cuando ambas pueden aportarnos cosas y en general enriquecernos, pero como se que podría salir el tema, prefiero dejar mi opinión sobre el asunto ahí para que quede claro. OneShot no pretende ser una copia descafeinada de Undertale, sigue su propio camino y busca otras cosas.
Pero bueno, pasemos a cómo se juega esto. Como decía al principio, es un juego de aventuras y puzles. Es decir, no tendremos combates. OneShot nos planteará diversas situaciones en las que tendremos que resolver puzles (de forma poco convencional, pero como siempre, no quiero hablar sobre esto) para poder ir avanzando en la historia, mientras vamos aprendiendo cosas nuevas sobre el mundo y sobre por qué somos importante para él. El título trata de conectar con nosotros desde el primer momento, y se nota, vaya si se nota. La intención es muy clara. Todo lo que rodea al juego tiene un propósito determinado, y es hacernos partícipes, de verdad, de lo que está ocurriendo.
Los puzles no los consideraría difíciles. No estamos ante un The Witness o ante un Braid. De hecho son accesibles, y salvo quizás alguno que tiene algo más de mala uva, no son complicados de resolver. Lo interesante de estos puzles son su planteamiento y el cómo tenemos que resolverlos. Me da rabia no poder comentar mucho más, pero es que tengo que recalcar que es un juego que merece vuestro atención y meteros a ciegas a por él.
Pasando a otros apartados, como decía OneShot se creó con RPGMaker, si bien tendremos bellas escenas diseñadas con un pixelart precioso que acompañarán los momentos importantes del juego. La banda sonora además es bastante agradable, y aunque no creo que nos acordemos de la mayoría de piezas tras un par de semanas de haberlo jugado, acompaña perfectamente al juego. También tiene algo que a priori nos pueda chocar, pero del cual se aprovecha para utilizarlo como herramienta. Si bien podremos jugarlo a pantalla completa (dándole a F8) OneShot nos indica nada más comenzar que está pensado para jugarlo en modo ventana (con la resolución que viene por defecto y no podemos cambiar, creo que son 800x600). Hacedle caso. Y de paso, minimizad todo lo demás, dejando únicamente a la vista el escritorio. Merecerá la pena.
Comenté al principio que el juego tenía una ruta adicional. La historia detrás de ella es bastante curiosa, puesto que no salió al mismo tiempo que lo hizo en Steam. No fue hasta finales de marzo que esta ruta adicional (cuyo nombre es un spoiler) vio la luz en la plataforma de Valve. Nos pedía habernos completado el juego, al menos, una vez. Y lo cambiaba absolutamente todo. Si seguíamos las instrucciones que nos daba el título para acceder a ella, nos veríamos en una ruta que nada tenía que ver con las primeras partidas. Y ahí es donde de verdad se explica del todo.
OneShot tiene una duración de unas cinco horas, yéndose a las ocho/diez horas si completamos la ruta adicional. También posee varias misiones secundarias que podemos completar o no y nos darán más información sobre el mundo y sus personajes, y tres finales (cuatro, contando la ruta adicional).
El juego se encuentra íntegramente en inglés, si bien no es demasiado complejo de entender y a poco que te manejes con la lengua de Shakespeare lo entenderás todo. Si aún con todo el inglés sigue siendo un problema, los chicos del ClanDlan se curraron una traducción no oficial.
OneShot es un juego especial, es una joya de estas que te encuentras de vez en cuando y te encandilan por la personalidad que tiene. Dista de ser una obra maestra, pero es único. Hace cosas que no he visto hacer en ningún sitio. Si te pasa como a mi que te gusta buscar experiencias nuevas e ideas raras, y además están bien ejecutadas, cómpralo. OneShot es una opción muy interesante, se sale de lo habitual y, además, es agradable de jugar.
Si este texto consigue suscitaros el más mínimo interés y lo acabáis comprando, habrá merecido la pena.
Muy interesante, muchas gracias
ResponderEliminarYo me enteré de este juego el otro día por un gameplay de un youtuber. Diooos, como me jode no haber entrado de primera mano y descubrirlo todo por mí mismo.
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