[Análisis] Golf Story
En un mundo informativo donde la premura prima sobre todo lo demás, me he estado preguntando durante semanas si merecía la pena publicar un análisis de Golf Story para Nintendo Switch. El juego se lanzó, sólo por vía digital, hace ya cerca de medio año y está claro que no es un vendeconsolas. Tal vez eso haya jugado a su favor a la hora de escribir y publicar estas líneas: pocos son los análisis que hemos podido ver del título de Sidebar Games en nuestro país, lo cual es una lástima.
Y lo es porque esta obra recoge el testigo de unos títulos bastante queridos por los jugadores, de esos que me consta que guardan algunos viejos adeptos por la comunidad de nuestra web: Mario Tennis y Mario Golf, en sus versiones de Game Boy Color. Eso ha sido otro punto a su favor para analizarlo, lo que complementado con que realmente opino que el título merece la pena, con algunos matices, hace que resulte necesario este ejercicio de escritura.
Así pues, vamos a desgranar lo que ofrece el título de Sidebar Games, pequeño estudio australiano que ha debutado en la escena indie con este Golf Story, mitad RPG, mitad juego deportivo.
En Golf Story encarnamos a un protagonista masculino sin más datos sobre nombre o edad, pero que sueña con convertirse en un profesional del golf. Ya de niño lo jugaba con su padre, pero durante años lo dejó de lado por causas poco claras y ha llevado una vida de relativo fracaso. No se puede decir que el juego nos presente a un protagonista demasiado definido ni habitual, pero durante su desarrollo veremos su manera de pensar y sus hilarantes actitudes ante ciertos aspectos de la vida, lo cual nos sacará la carcajada en más de una ocasión.
Y es que, sin duda, ese es el punto fuerte del argumento de Golf Story: la capacidad que tiene para hacernos reír, presentándonos cada vez tramas más absurdas y extrañas, que mezclan sin demasiado pudor lo realista con lo paranormal y lo simplemente ilógico. En el camino hacia convertirnos en profesionales, nos enfrentaremos a un ejército de topos malintencionados y a otro de esqueletos (sí, esqueletos), excavaremos a golpe de palo de golf para encontrar tesoros, asistiremos a batallas de rap y, en general, viviremos casi cualquier tipo de extraña situación que se os pueda ocurrir.
Francamente, ello no hace que la historia sea demasiado espectacular, pues está llena de tópicos como el entrenador huraño y que al principio no quiere saber nada de nosotros, la rival cabezota y con la que poco a poco iremos trabando amistad o el típico chulo profesional que desea humillarnos. Precisamente por eso se agradece la frescura y humor con la que los chicos de Sidebar Games han tratado a esta historia, que nos hará reír y sorprendernos tal vez no por su calidad, sino por sus locuras.
Todo ello viene acompañado de unos diálogos realmente hilarantes (en perfecto inglés únicamente, eso sí), de unos personajes más hilarantes si cabe. Podríamos decir que, salvando mucho las distancias, Golf Story se sitúa en la línea de esos RPGs de corte humorístico como pueden ser los Mother, Undertale o Mario y Luigi varios. Si disfrutáis de esa clase de chascarrillos y enfoque, Golf Story está en vuestra onda también.
Teniendo eso en cuenta y como punto de partida, ¿qué nos ofrece jugablemente Golf Story? La respuesta, ya dada antes, es muy sencilla o muy anodina dependiendo del bagaje que tengamos en los títulos deportivos de Mario realizados por Camelot: un juego de golf embutido en la estructura básica de un RPG. Avanzaremos la historia cumpliendo misiones principales, nos beneficiaremos de las recompensas de misiones secundarias, al tiempo que vamos ganando experiencia y obteniendo mejor equipo (ya sea comprándolo o consiguiéndolo como premio). Sin embargo, en lugar de enfrascarnos en peleas de algún tipo, todo ello pivotará alrededor de partidos de golf o pruebas relacionadas con este deporte.
De esta manera, deambularemos por las localizaciones, recogidas en un modesto mapamundi, alcanzando los objetivos propuestos para hacer avanzar la historia: convence al mánager del circuito de que te deje participar, libra el campo de esos molestos topos, recupera un objeto perdido imprescindible para la gente del lugar... y otras cosas mucho más extrañas que prefiero no desvelar por si alguno os animáis a probarlo. Cada vez que cumplamos un objetivo, sea primario o secundario, ganaremos algo de dinero (que podemos usar para obtener mejor equipo, normalmente palos de golf) y experiencia, con la que subiremos de nivel. Cuando subamos de nivel podemos elegir qué atributos mejorar, de un máximo de cinco, incluyéndose la potencia de nuestro tiro, su exactitud, etc.
Este enfoque rolero hace que vayamos mejorando progresivamente, de manera satisfactoria, al tiempo que mejoramos nosotros mismos en nuestra habilidad para jugar al golf que propone el título y las consideraciones que a este atañen. Y es que no estamos ante una simulación de dicho deporte, aunque complejidad no le falta: podremos lanzar recto, con efecto, más cortado o más alto, con diferentes palos, creando un bote en la pelota, decidiendo la distancia... Todo eso mientras estamos atentos al viento y a algunos obstáculos del terreno, unos convencionales (agua, árboles, búnkers de arena...) y otros más particulares (pájaros, topos, calabazas de Halloween...).
Pese a que las pistas cuentan con estos elementos extraños, debemos decir que no nos suelen perjudicar de manera notoria, por lo que los que busquen algo más normalizado (aunque lejos de la simulación, reiteramos) podrán disfrutar también de la experiencia golfística de este título. Para golpear la bola contamos con el esquema jugable que ya hemos visto en tantos títulos de este deporte desde años remotos: una barra inferior que indica cuánta potencia le damos a la bola y después el punto donde golpear. Cuanto más exactos, más relación tendrá el tiro con la línea provisional que hemos visto que haríamos. Así pues, el mítico sistema de dos pulsaciones casi se puede jugar con un único botón y el stick de dirección, siempre que no hagamos tiros de precisión o con efecto.
Todo ello queda complementado por algunos extraños minijuegos, en los que se incluyen homenajes muy claros a grandes clásicos del videojuego, que prefiero no desvelar aquí. Entre esos se encuentran las carreras a pie en un tiempo límite, el lanzamiento de frisbee (o disco), el manejo de drones... Y obviamente también aquellas pruebas más pequeñas que no implican jugar unos hoyos de golf completos, pero sí lanzar la bola a puntos concretos, meterla desde situaciones difíciles, etc.
A nivel técnico es donde, posiblemente, más pegas le podamos poner a Golf Story. Gráficamente el juego se comporta de manera adecuada, teniendo en cuenta que nos presenta un aspecto pixel art (como los propios autores lo llaman) más propio de Super Nintendo o Game Boy Advance que de los tiempos que corren. Si esta clase de representaciones os gustan, lo vais a disfrutar, todo envuelto con un buen colorido, escenarios variados y seres y animaciones simpáticas que harán las delicias de los más veteranos. No obstante, hay algunos fallitos gráficos menores como alguna transparencia y, sobre todo, la aparición de rayas horizontales durante algunos fotogramas, especialmente con la consola puesta en el dock, que no dejan de resultar extraños.
Dicho lo cual, el título casi se disfruta más cuando lo jugamos en portátil, ya sea por la inmersión (por cercanía) en su jugabilidad, porque los gráficos le sientan como un guante a la pantalla de Switch o por el sentir en las manos la vibración HD, que se comporta de manera notoria aquí. También acompaña el sonido, que parece escucharse algo más limpio en la propia consola que en el televisor, lleno de melodías de tipo retro y jazzístico, con claras influencias peliculeras y que no suenan nada mal, aunque nunca lleguen a destacar sobremanera.
Pero hemos dicho que el título podía recibir pegas en este apartado y todavía no hemos hablado de ellas: Golf Story está plagado de bugs, incluso tras casi medio año después de su lanzamiento y con alguna actualización de por medio. No es que sea injugable a día de hoy, pero ocurren cosas que dan franca rabia: algunas misiones secundarias imposibles de completar, lanzamientos a ciegas porque la cámara se vuelve loca literalmente, misiones que terminan de forma abrupta con nuestro éxito sin que parezca que hayamos hecho nada... y cuelgues o situaciones donde no podremos hacer otra cosa que reiniciar.
Estos cuelgues y situaciones de reinicio son más graves si cabe, porque pueden ocurrir 2-3 veces en una partida completa al modo historia y hacernos perder tiempo. Esto tiene que ver con el curioso sistema de guardado del título, que es automático y sólo salva cuando cambiamos de una zona a otra. Contamos con la opción de guardar y salir, pero si no andamos atentos y no lo hacemos justo después de cambiar de ubicación, no nos guardará el progreso en la que ya estábamos. Si unimos esto a que puede que llevemos media hora o tres cuartos haciendo misiones en el mismo sitio sin salir... Además, hay una localización conocida por fastidiar la partida, algo que parece haberse solucionado en gran medida con la última actualización, pero que es mejor no arriesgarse. Estamos ante un juego indie de un estudio debutante, pero esa clase de cosas lastran la experiencia.
Dejando esos cuelgues y situaciones molestas de lado, Golf Story no se caracteriza por ser un juego difícil o complicado, aunque algunas de sus secundarias si requieren de bastante pericia golpeando la bola y algunos partidos se convierten en complicadillos hacia el final del título. No obstante, con paciencia o ensayo y error conseguiremos ir cumpliendo todos los retos de habilidad, siempre que el título no nos explique mal lo que hay que hacer, cosa que a veces también ocurre (y no por un tema de barrera idiomática).
Jugando sin excesiva prisa y cumpliendo buena parte de las misiones secundarias que propone, Golf Story puede ver completada su trama principal en unas 15 horas, dependiendo de lo hábiles que seamos. Yendo a por todo, puede rondar las 20 horas, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta su precio reducido (15€ de base en la eShop). También cabe reseñar que podemos jugar partidos fuera del modo historia en los campos que hayamos desbloqueado durante la trama, ya sea de forma individual o acompañados por otro amigo, lo que dota al juego de un interesante punto multijugador. En esos enfrentamientos aislados podemos configurar reglas varias, eliminando también los elementos extraños de las pistas, haciéndolo ligeramente más realista. Sin duda, un añadido interesante.
Así pues, llegamos al final de este análisis de Golf Story, título que sin duda lo merecía teniendo en cuenta de quién es heredero espiritual y lo interesante en algunos aspectos de su propuesta. Tal vez no invente la rueda si tenemos como referencia al ya vetusto Mario Golf de Game Boy Color (producto al que, sin duda, más se parece), pero sí nos ofrece una experiencia fresca habida cuenta de que no salen tantos juegos de este corte al año y lo hilarante y absurdo de su planteamiento argumental. Si buscamos eso, parece que Golf Story puede ser un título recomendable.
Y digo parece porque, al final, me cuesta mucho decir si debo recomendarlo o no. Es un juego que se acerca al notable y que me ha hecho pasar muy buenas horas, pero también me ha desquiciado en diversos momentos a causa de sus bugs y cuelgues extraños. Cierto es que no tiene por qué ocurrir siempre, ni en todas las partidas, pero la gran presencia de estas quejas por internet en los meses posteriores a su lanzamiento muestra que no se trata de casos aislados. Hay que ser muy consciente de ello a la hora de comprárselo y estar dispuesto a tener algo de paciencia si ocurre. Estamos ante problemas de control de calidad que no deberían ocurrir en un producto con ya seis meses a sus espaldas.
En resumen, Golf Story es un buen título, lastrado hasta cierto punto por estos problemas puntuales. Tiene una gran capacidad para divertir, sobre todo a aquellos que gustamos de los juegos de golf y buscamos un toque rolero e hilarante en nuestras propuestas jugables. Teniendo en cuenta su precio reducido (y más aún cuando está en oferta), puede llegar a ser recomendable si se adecua a los gustos del jugador. Recordar además que es un título exclusivo de Switch por el momento (ni siquiera ha salido en PC) y que sólo está disponible en digital vía la eShop de dicha consola, por si alguno se muestra interesado. Para cualquier otra cosa, nos leemos en los comentarios ^^.
Y lo es porque esta obra recoge el testigo de unos títulos bastante queridos por los jugadores, de esos que me consta que guardan algunos viejos adeptos por la comunidad de nuestra web: Mario Tennis y Mario Golf, en sus versiones de Game Boy Color. Eso ha sido otro punto a su favor para analizarlo, lo que complementado con que realmente opino que el título merece la pena, con algunos matices, hace que resulte necesario este ejercicio de escritura.
Así pues, vamos a desgranar lo que ofrece el título de Sidebar Games, pequeño estudio australiano que ha debutado en la escena indie con este Golf Story, mitad RPG, mitad juego deportivo.
En Golf Story encarnamos a un protagonista masculino sin más datos sobre nombre o edad, pero que sueña con convertirse en un profesional del golf. Ya de niño lo jugaba con su padre, pero durante años lo dejó de lado por causas poco claras y ha llevado una vida de relativo fracaso. No se puede decir que el juego nos presente a un protagonista demasiado definido ni habitual, pero durante su desarrollo veremos su manera de pensar y sus hilarantes actitudes ante ciertos aspectos de la vida, lo cual nos sacará la carcajada en más de una ocasión.
Y es que, sin duda, ese es el punto fuerte del argumento de Golf Story: la capacidad que tiene para hacernos reír, presentándonos cada vez tramas más absurdas y extrañas, que mezclan sin demasiado pudor lo realista con lo paranormal y lo simplemente ilógico. En el camino hacia convertirnos en profesionales, nos enfrentaremos a un ejército de topos malintencionados y a otro de esqueletos (sí, esqueletos), excavaremos a golpe de palo de golf para encontrar tesoros, asistiremos a batallas de rap y, en general, viviremos casi cualquier tipo de extraña situación que se os pueda ocurrir.
Francamente, ello no hace que la historia sea demasiado espectacular, pues está llena de tópicos como el entrenador huraño y que al principio no quiere saber nada de nosotros, la rival cabezota y con la que poco a poco iremos trabando amistad o el típico chulo profesional que desea humillarnos. Precisamente por eso se agradece la frescura y humor con la que los chicos de Sidebar Games han tratado a esta historia, que nos hará reír y sorprendernos tal vez no por su calidad, sino por sus locuras.
Todo ello viene acompañado de unos diálogos realmente hilarantes (en perfecto inglés únicamente, eso sí), de unos personajes más hilarantes si cabe. Podríamos decir que, salvando mucho las distancias, Golf Story se sitúa en la línea de esos RPGs de corte humorístico como pueden ser los Mother, Undertale o Mario y Luigi varios. Si disfrutáis de esa clase de chascarrillos y enfoque, Golf Story está en vuestra onda también.
Teniendo eso en cuenta y como punto de partida, ¿qué nos ofrece jugablemente Golf Story? La respuesta, ya dada antes, es muy sencilla o muy anodina dependiendo del bagaje que tengamos en los títulos deportivos de Mario realizados por Camelot: un juego de golf embutido en la estructura básica de un RPG. Avanzaremos la historia cumpliendo misiones principales, nos beneficiaremos de las recompensas de misiones secundarias, al tiempo que vamos ganando experiencia y obteniendo mejor equipo (ya sea comprándolo o consiguiéndolo como premio). Sin embargo, en lugar de enfrascarnos en peleas de algún tipo, todo ello pivotará alrededor de partidos de golf o pruebas relacionadas con este deporte.
De esta manera, deambularemos por las localizaciones, recogidas en un modesto mapamundi, alcanzando los objetivos propuestos para hacer avanzar la historia: convence al mánager del circuito de que te deje participar, libra el campo de esos molestos topos, recupera un objeto perdido imprescindible para la gente del lugar... y otras cosas mucho más extrañas que prefiero no desvelar por si alguno os animáis a probarlo. Cada vez que cumplamos un objetivo, sea primario o secundario, ganaremos algo de dinero (que podemos usar para obtener mejor equipo, normalmente palos de golf) y experiencia, con la que subiremos de nivel. Cuando subamos de nivel podemos elegir qué atributos mejorar, de un máximo de cinco, incluyéndose la potencia de nuestro tiro, su exactitud, etc.
Este enfoque rolero hace que vayamos mejorando progresivamente, de manera satisfactoria, al tiempo que mejoramos nosotros mismos en nuestra habilidad para jugar al golf que propone el título y las consideraciones que a este atañen. Y es que no estamos ante una simulación de dicho deporte, aunque complejidad no le falta: podremos lanzar recto, con efecto, más cortado o más alto, con diferentes palos, creando un bote en la pelota, decidiendo la distancia... Todo eso mientras estamos atentos al viento y a algunos obstáculos del terreno, unos convencionales (agua, árboles, búnkers de arena...) y otros más particulares (pájaros, topos, calabazas de Halloween...).
Pese a que las pistas cuentan con estos elementos extraños, debemos decir que no nos suelen perjudicar de manera notoria, por lo que los que busquen algo más normalizado (aunque lejos de la simulación, reiteramos) podrán disfrutar también de la experiencia golfística de este título. Para golpear la bola contamos con el esquema jugable que ya hemos visto en tantos títulos de este deporte desde años remotos: una barra inferior que indica cuánta potencia le damos a la bola y después el punto donde golpear. Cuanto más exactos, más relación tendrá el tiro con la línea provisional que hemos visto que haríamos. Así pues, el mítico sistema de dos pulsaciones casi se puede jugar con un único botón y el stick de dirección, siempre que no hagamos tiros de precisión o con efecto.
Todo ello queda complementado por algunos extraños minijuegos, en los que se incluyen homenajes muy claros a grandes clásicos del videojuego, que prefiero no desvelar aquí. Entre esos se encuentran las carreras a pie en un tiempo límite, el lanzamiento de frisbee (o disco), el manejo de drones... Y obviamente también aquellas pruebas más pequeñas que no implican jugar unos hoyos de golf completos, pero sí lanzar la bola a puntos concretos, meterla desde situaciones difíciles, etc.
A nivel técnico es donde, posiblemente, más pegas le podamos poner a Golf Story. Gráficamente el juego se comporta de manera adecuada, teniendo en cuenta que nos presenta un aspecto pixel art (como los propios autores lo llaman) más propio de Super Nintendo o Game Boy Advance que de los tiempos que corren. Si esta clase de representaciones os gustan, lo vais a disfrutar, todo envuelto con un buen colorido, escenarios variados y seres y animaciones simpáticas que harán las delicias de los más veteranos. No obstante, hay algunos fallitos gráficos menores como alguna transparencia y, sobre todo, la aparición de rayas horizontales durante algunos fotogramas, especialmente con la consola puesta en el dock, que no dejan de resultar extraños.
Pero hemos dicho que el título podía recibir pegas en este apartado y todavía no hemos hablado de ellas: Golf Story está plagado de bugs, incluso tras casi medio año después de su lanzamiento y con alguna actualización de por medio. No es que sea injugable a día de hoy, pero ocurren cosas que dan franca rabia: algunas misiones secundarias imposibles de completar, lanzamientos a ciegas porque la cámara se vuelve loca literalmente, misiones que terminan de forma abrupta con nuestro éxito sin que parezca que hayamos hecho nada... y cuelgues o situaciones donde no podremos hacer otra cosa que reiniciar.
Estos cuelgues y situaciones de reinicio son más graves si cabe, porque pueden ocurrir 2-3 veces en una partida completa al modo historia y hacernos perder tiempo. Esto tiene que ver con el curioso sistema de guardado del título, que es automático y sólo salva cuando cambiamos de una zona a otra. Contamos con la opción de guardar y salir, pero si no andamos atentos y no lo hacemos justo después de cambiar de ubicación, no nos guardará el progreso en la que ya estábamos. Si unimos esto a que puede que llevemos media hora o tres cuartos haciendo misiones en el mismo sitio sin salir... Además, hay una localización conocida por fastidiar la partida, algo que parece haberse solucionado en gran medida con la última actualización, pero que es mejor no arriesgarse. Estamos ante un juego indie de un estudio debutante, pero esa clase de cosas lastran la experiencia.
Dejando esos cuelgues y situaciones molestas de lado, Golf Story no se caracteriza por ser un juego difícil o complicado, aunque algunas de sus secundarias si requieren de bastante pericia golpeando la bola y algunos partidos se convierten en complicadillos hacia el final del título. No obstante, con paciencia o ensayo y error conseguiremos ir cumpliendo todos los retos de habilidad, siempre que el título no nos explique mal lo que hay que hacer, cosa que a veces también ocurre (y no por un tema de barrera idiomática).
Jugando sin excesiva prisa y cumpliendo buena parte de las misiones secundarias que propone, Golf Story puede ver completada su trama principal en unas 15 horas, dependiendo de lo hábiles que seamos. Yendo a por todo, puede rondar las 20 horas, lo cual no está nada mal teniendo en cuenta su precio reducido (15€ de base en la eShop). También cabe reseñar que podemos jugar partidos fuera del modo historia en los campos que hayamos desbloqueado durante la trama, ya sea de forma individual o acompañados por otro amigo, lo que dota al juego de un interesante punto multijugador. En esos enfrentamientos aislados podemos configurar reglas varias, eliminando también los elementos extraños de las pistas, haciéndolo ligeramente más realista. Sin duda, un añadido interesante.
Así pues, llegamos al final de este análisis de Golf Story, título que sin duda lo merecía teniendo en cuenta de quién es heredero espiritual y lo interesante en algunos aspectos de su propuesta. Tal vez no invente la rueda si tenemos como referencia al ya vetusto Mario Golf de Game Boy Color (producto al que, sin duda, más se parece), pero sí nos ofrece una experiencia fresca habida cuenta de que no salen tantos juegos de este corte al año y lo hilarante y absurdo de su planteamiento argumental. Si buscamos eso, parece que Golf Story puede ser un título recomendable.
Y digo parece porque, al final, me cuesta mucho decir si debo recomendarlo o no. Es un juego que se acerca al notable y que me ha hecho pasar muy buenas horas, pero también me ha desquiciado en diversos momentos a causa de sus bugs y cuelgues extraños. Cierto es que no tiene por qué ocurrir siempre, ni en todas las partidas, pero la gran presencia de estas quejas por internet en los meses posteriores a su lanzamiento muestra que no se trata de casos aislados. Hay que ser muy consciente de ello a la hora de comprárselo y estar dispuesto a tener algo de paciencia si ocurre. Estamos ante problemas de control de calidad que no deberían ocurrir en un producto con ya seis meses a sus espaldas.
En resumen, Golf Story es un buen título, lastrado hasta cierto punto por estos problemas puntuales. Tiene una gran capacidad para divertir, sobre todo a aquellos que gustamos de los juegos de golf y buscamos un toque rolero e hilarante en nuestras propuestas jugables. Teniendo en cuenta su precio reducido (y más aún cuando está en oferta), puede llegar a ser recomendable si se adecua a los gustos del jugador. Recordar además que es un título exclusivo de Switch por el momento (ni siquiera ha salido en PC) y que sólo está disponible en digital vía la eShop de dicha consola, por si alguno se muestra interesado. Para cualquier otra cosa, nos leemos en los comentarios ^^.
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