¿Qué es Kenshi?
En la industria del videojuego es fácil encontrar títulos que generan sensaciones muy encontradas, hasta el punto que alguna obra puede provocar que un jugador no pueda seguir adelante con la misma más allá de unos cuantos minutos y otro se quede totalmente inmerso, dedicándole horas y horas. Kenshi es uno de los ejemplos más claros: un RPG independiente/juego de estrategia de mundo abierto que necesitó diez años de desarrollo hasta su lanzamiento definitivo en PC a finales del 2018 y que ha sido capaz de crecer durante este tiempo hasta el punto que ya va camino de los dos millones de unidades vendidas.
Lo más sorprendente es que, realmente, no es un título tan conocido a pesar de esos números y por ello queremos, ya en 2022, explicaros qué es lo que ofrece este RPG desarrollado por Low-Fi Games, además de las razones que lo hacen tan especial e irritante al mismo tiempo. No va a ser un análisis al uso, porque visualmente Kenshi es muy tosco desde sus gráficos a la torpe interfaz, su música es bastante irregular, no tiene trama ninguna... no es para nada el RPG habitual, pero igualmente tiene una gestión de experiencia y equipo mucho más complicada que otros títulos del género. Porque eso es Kenshi: un juego de contrastes que vamos a tener que explicar paso a paso:
Para empezar en Kenshi podremos elegir hasta trece escenarios diferentes, cada uno con un planteamiento base que se queda ahí: podremos comenzar con más o menos equipo, dinero, pertenecer a una cierta ciudad, controlar a varios personajes, comenzar como esclavos o lisiados... pero la clave principal es que nuestros personajes, a los que podremos editar en diferentes aspectos, si bien lo único importante será la raza de los mismos (por las implicaciones de crecimiento o el diferente trato que nos darán en cada ciudad), empezarán con sus capacidades a nivel 1-2. Y os podemos asegurar que con esos niveles (y probablemente incluso con diez más) básicamente todo nos mata en los alrededores de donde quiera que empecemos.
Pero precisamente su mundo es de los aspectos más fascinantes de Kenshi, ya que nos lleva a un satélite lejano en resonancia orbital donde existieron varias civilizaciones avanzadas que colapsaron y, en la actualidad, hay una aceptable variedad de grandes naciones (a veces organizadas en una misma raza) que conviven, compiten o directamente luchan contra las demás, con sus propias formas de entender el mundo. En ese entorno, donde también existen toda clase de criaturas salvajes y bandas de forajidos, nuestro/s personajes/ deberá/n sobrevivir. Y a partir de ahí el lienzo está en blanco. No hay ningún tipo de objetivo en este juego: podemos tratar de derrotar a alguna de las naciones del juego creando nuestro propio imperio, intentar derrota alguno de los grandes jefes, ir en solitario, formar un grupo de decenas de unidades... el límite es nuestra imaginación y la comunidad no ha parado de crear retos u objetivos de todo tipo a lo largo de estos años.
Pero las primeras horas, sin importar la situación, se centrarán exclusivamente en tratar de lograr una fuente de alimento decente a la vez que intentamos preparar a lo que sea que manejemos para sobrevivir fuera de las diferentes poblaciones. Básicamente esto consistirá en encontrar alguna mina en el entorno para picar en ella y vender el hierro o (preferiblemente) el cobre con el que ganar cats -el dinero del juego- a la vez que aumentamos nuestra capacidad de trabajo, la fuerza por cargar con pesados materiales y tratamos de evitar conflictos... algo poco sencillo porque también todos los potenciales enemigos serán más rápidos que nosotros.
Esto se debe a que en Kenshi existe un sistema de crecimiento en base al uso, con unas cuantas características principales como Fuerza (se explica por sí misma, pero también afecta al peso que podremos llevar sin penalizar nuestra movilidad), Resistencia (el aguante a los golpes y, sobre todo, capacidad para no morir ante un potencial daño severo en un punto vital), Destreza (velocidad en combate) o Percepción (puntería con armas a distancia)... y luego una miríada de otros criterios como el dominio con armas concretas, fuerza y defensa a corta o larga distancia, velocidad en carrera, estudio de tecnología, capacidad de fabricación, cultivo... la lista es enorme y cada criterio se mejora específicamente con acciones asociadas, salvo algunas (como movernos llevando mucho peso, que sube atletismo y fuerza) que pueden mejorarse de forma conjunta.
Como empezamos desde tan bajo y todo a nuestro alrededor va en grupo y nos puede ganar de largo, en este título hay que asumir que vamos a "ratear" todo lo posible y abusar de todas las herramientas que podamos abusar, como aprovechar combates en los alrededores o atraer la atención de enemigos a los guardas de la ciudad o un bar concreto para lograr encontrar cuerpos de víctimas donde lograr equipo o elementos que vender con los que ganar unos cats. Es un método que parece cruel y miserable, pero literalmente es la única forma posible de ganar algo más de estadísticas o dinero en esos primeros momentos donde luchar no es viable. Además, hay que asumir que tendremos que ganar resistencia recibiendo palizas y curándonos como buenamente podamos, que mejoraremos muy lentamente nuestro ataque porque sólo podremos golpear con algo de seguridad a enemigos que están medio muertos y que, aún así, incluso un personaje fuerte a nivel 30 en muchas de sus características de combate probablemente también reciba mucho daño si intenta luchar solo contra un grupo de bandidos hambrientos con palos, comunes al comienzo del juego y de los más débiles contra los que podremos luchar.
En este gigantesco mundo abierto también podremos establecernos, bien comprando y reconstruyendo alguna de las casas de un poblado o creando nuestro propio campamento a una distancia relevante de la población más cercana, lo que eventualmente atraerá bandidos, recolectores de impuestos, ataques de facciones enemigas... la vida nunca es tranquila en las primeras horas de Kenshi y, de hecho, probablemente si creas un campamento lo suficientemente grande irás atrayendo más y más la atención de potenciales peligros y asaltantes. Todo porque el mundo del juego está separado en facciones y regiones radicalmente diferentes, con sus propios dominadores y peligros: tendremos yermos libres, grandes regiones de imperios teocráticos que usan esclavos, pantanos con arañas asesinas y chatarra podrida, dominios de mercaderes o razas guerreras, robots ancestrales que atacan a todos los que no pertenecen a su grupo, playas con gigantescas criaturas, caníbales... el mundo de Kenshi está vivo y podemos interaccionar con él de muchas formas.
Podremos intentar reclutar aliados por los diferentes bares de cada poblado (algunos nos cobrarán más o menos para unirse, otros vendrán gratis, existen potenciales aliados con más líneas de diálogo y ciertas personalidad...), aliarnos o entrar en guerra con las múltiples facciones del juego... pero en general también combatir mucho, en un sistema de tiempo real en el que cada personaje tendrá diferentes barras de salud: una para cada punto vital (normalmente, Cabeza, Pecho y Estómago) que si llega a cero dejará k.o. al contendiente por unos segundos y podría matarlo eventualmente si el daño causado en los mismos llega a un punto negativo superior al de la resistencia máxima del personaje. También existirá una barra de sangre (que también puede dejar k.o. y matar a una unidad pero normalmente es complicado desangrar a alguien sin causarle daño grave en algún punto vital) y cuatro barras para cada una de las articulaciones, que si reciben varios golpes podrán reducir la capacidad de combate, para usar armas, nuestra movilidad (literalmente podremos ir cojeando o incluso tener que arrastrarnos) o incluso ante un golpe muy grave perder para siempre un brazo o una pierna, lo que se puede subsanar comprando articulaciones robóticas que pueden ir desde algo que nos debilita claramente a auténticas mejoras biónicas que nos aumenten al más puro estilo Deus EX. Y el daño en el combate es puro azar (teniendo en cuenta las capacidades de los combatientes y su equipo, por supuesto), de forma que no podremos decidir o saber si el siguiente golpe será bloqueado, irá a un brazo, pierna o cabeza del rival y lo mismo en nuestro caso, aunque ciertos enemigos y armas suelen buscar más determinadas partes del cuerpo.
Además, en el juego hay un sistema de día y noche, estaciones en ciertas zonas del mapeado, clima salvaje (lluvia ácida, rayos solares que literalmente queman a los personajes...), crecimiento de animales que podremos cuidar, podremos plantar y cultivar, estudiar y desbloquear nuevas tecnologías, explorar ruinas antiguas, descubrir grupos raros y tiendas perdidas en lugares inesperados... es un mundo a descubrir y en el que perderse, al que sinceramente no se le pueda hacer justicia sin jugarlo vosotros mismos. Con un apartado visual tan tosco y una interfaz horrible donde ni caben bien las palabras en español, sorprende que podamos maravillarnos con tanta belleza dentro de la variedad y devastación que tiene este mundo. Es un juego áspero como él sólo en el que el equilibrio y la supervivencia se sustentan en trampear todo lo posible las mecánicas, aunque también es cierto que hay opciones para retocar algo la dificultad y muchos otros aspectos, además de que estamos ante un título muy fácil de modear y con mucho apoyo de su comunidad.
En resumen, Kenshi es de esa clase de títulos en los que perderse y crear mil historias propias, aplicando nuestra experiencia en mejorar y saber dominar mejor cada una de las distintas mecánicas del juego. Es tan abierto y enorme que las posibilidades son múltiples, permitiendo que nos emocionemos con el lore del juego y sus civilizaciones (que se puede encontrar explorando los entornos o comprando libros que encuentran los tenderos), nos llevemos horas entrenando, construyendo nuestra base, encontrando nuevos aliados -y enemigos-, jugarlo en solitario, con un pequeño grupo de personajes o prácticamente como si estuviésemos en un juego de estrategia en tiempo real, controlando batallones y automatizando el trabajo de cada unidad.
Tiene muchos problemas de equilibrio, bugs, tiempos de carga excesivos si nos movemos a máxima velocidad, visualmente se hace feo, la IA se comporta de forma estúpida en muchos momentos... si no os entra, difícilmente podáis dedicarle más de unos minutos o incluso comprender cómo hay tanta gente a la que le puede gustar esto, pero como te haga "click" te atrapará sin remedio. Como no podía ser de otra forma, es un juego absolutamente visceral que puede gustar o repeler a los jugadores por muchas razones distintas, pero si estáis buscando un RPG de mundo abierto diferente, este es de los más interesantes que tenemos en el mercado.
¡Muy buen artículo!
ResponderEliminarKenshi es uno de mis juegos favoritos actualmente y puedo decir que a mí me atrapo su mundo postapocaliptico.
Me encanta la mecánica de crear tu propia historia y tus tramas y estableciendo poco a poco tu lugar en kenshi.
Sinceramente, está en mi top de juegos sandbox de mundo abierto.