[Análisis] Atelier Ryza 2: Lost Legend & the Secret Fairy

La saga Atelier sigue siendo una de las franquicias de RPGs con mayor ritmo de lanzamientos de la industria, prácticamente con un nuevo título cada año y con una ordenación habitual hacia trilogías. Actualmente nos encontramos en la de la alquimista Ryza y, por ello, el reciente anuncio de Atelier Ryza 3 para el próximo 24 de febrero no nos cogió por sorpresa. Puesto que teníamos el análisis de esta segunda entrega pendiente, ahora se nos presenta un buen momento para hacerlo, sobre todo ahora que lo podéis encontrar de oferta al igual que la primera entrega.

En cada trilogía es habitual que, con cada título sucesivo, la saga vaya añadiendo nuevos elementos y cambios en su jugabilidad, aunque estos suelen ser más pronunciados al cambiar de trilogía que dentro de la misma. En este caso, no obstante, existía la duda de si Atelier Ryza 2 será continuista respecto al primero y su cambio más serio con respecto a la jugabilidad previa de la serie o, dadas las circunstancia, buscaría seguir evolucionando su transición jugable hacia un tipo de RPG un poco más veloz y dinámico.

Disponible en PlayStation 4, Switch y PC desde el pasado año y con una excelente localización al inglés, vamos a analizar lo que ofrece este título ahora que tenemos más cerca su secuela:

Tres años después de finalizar la aventura de la primera entrega, nuestra protagonista, Ryza, recibe una carta de su amigo y compañero de aventuras Tao, quien se había ido a estudiar arqueología a la capital. Al parecer, en sus estudios ha descubierto la posible existencia de ruinas en la región, de las que sospecha que podrían estar relacionadas con la alquimia, motivo por el que pide a Ryza que viaje a la capital y le ayude con sus investigaciones.

Y con esto ya tenemos la premisa de la trama, que consistirá principalmente en la investigación de las ruinas de la región y desentrañar los misterios de las antiguas civilizaciones, así como el motivo que las llevó al colapso y su posible relación con los estudios de la alquimia. Evidentemente, a parte de la investigación histórica, habrá contratiempos que complicarán la situación, de manera similar al título anterior. No todo será tan simple.

La historia principal, si bien no destaca demasiado, está bien y, si se hacen algunas tareas opcionales, es posible expandir la misma y descubrir más cosas sobre las antiguas civilizaciones, complementando un poco el apartado. Uno de los principales problemas de esta serie es que, a pesar de las sucesivas entregas, zonas y personajes que comparten los mismos entornos, sigue sin ser capaz de desarrollar un mundo global que presente una situación excesivamente interesante o conjuntada. Y cada historia independiente que se descubre en los diferentes juegos, como sucede en este caso, no pasa de ofrecer una visión concreta que tiene su cierto interés puntual.

Como viene siendo habitual en la saga, a parte de la historia global, será posible desarrollar subtramas con algunos personajes, ya sean del grupo o diferentes secundarios de la ciudad. El sistema consiste en subir la afinidad con ellos, ya sea mediante eventos o misiones. La profundidad de estas tramas varía, pero nos ayudarán a conocer más a nuestros compañeros, su personalidad y motivaciones. Esto sirve para enriquecer algo el apartado argumental del juego, pero ciertamente no son caminos muy extensos ni particularmente originales, por lo que mantiene ese punto de corrección en este apartado argumental: ofrece lo suficiente para seguir adelante, pero sin mantenernos enganchados para saber lo que va a suceder después o por descubrir más de la vida de algún aliado.

La jugabilidad del juego está dividida entre dos pilares: la exploración y la alquimia, entre los cuales tendremos que ir alternando para avanzar en el juego. En nuestro atelier tendremos la opción de crear diferentes objetos, siempre que tengamos la receta e ingredientes necesarios. Al hacer determinadas tareas de exploración, conseguiremos puntos que nos permitirán desbloquear recetas o mejoras (algunas para la recolección y otras para la alquimia). Además, podremos conseguir recetas nuevas al avanzar en la historia, en ciertas misiones secundarias o creando variantes de algunas recetas que ya tengamos.

La cantidad de recetas es considerable, y a la mínima que intentemos crear varias cosas, o conseguir efectos mejorados, nos pasaremos una buena cantidad de horas experimentando. El sistema de síntesis en sí no es muy complejo, al menos de manera básica. Cada receta nos pedirá una serie de materiales, a veces uno concreto y otras simplemente pertenecientes a una categoría, como “plantas”. Dentro de cada material se nos pedirá un atributo elemental concreto, de los cuatro que hay, y un valor numérico, que tiene que ver con la categoría del material (los mejores tienen valores superiores). Una vez escogidos los materiales necesarios, conseguiremos la mezcla y un objeto nuevo.

Si bien el sistema anterior es sencillo, la cosa se complica un poco si queremos objetos mejores. De entrada, a parte de los materiales obligatorios muchas recetas tienen otros opcionales y, si en una casilla de material, sea obligatorio o no, cumplimos los requisitos elementales y de categoría, podremos desbloquear efectos que se trasladarán a nuestro material final, así como traspasar algunas características de los ingredientes base. Al inicio no podremos hacer mucho, pero a medida que consigamos materiales mejores y desbloqueemos más habilidades de alquimia, como poder usar más materiales de golpe, las opciones crecerán y un mismo objeto podrá tener multitud de efectos que, a la práctica, lo harán bastante diferente del original.

El sistema puede parecer algo lioso al inicio, especialmente sin experiencia previa en la saga, pero el juego va introduciéndolo poco a poco y, con algo de práctica, no costará entenderlo. 

Cuando no nos dediquemos a usar el caldero, nuestro objetivo será la exploración. Por un lado, en la ciudad podremos ver diferentes eventos con personajes secundarios, que se irán activando a medida que se cumplan ciertos requisitos, como haber avanzado hasta cierto punto de la trama, visionar otro evento concreto, o haber subido lo suficiente la afinidad con ellos, ya que el cumplir las misiones secundarias disponibles nos hará subir la amistad con ciertos colectivos de la ciudad o los aliados que nos acompañen.

Fuera de la ciudad, tendremos las típicas zonas de recolección y combate, ya sean localizaciones abiertas o las ruinas que queremos explorar. En ellas habrá diferentes puntos de recolección que, al investigarlos, nos darán materiales. Al inicio tendremos pocas opciones, pero al avanzar conseguiremos nuevas herramientas de exploración y podremos mejorar habilidades que nos ayudarán a conseguir más y mejores materiales.

Mientras demos vueltas recolectando también tendremos la opción de combatir con los diferentes enemigos. Puesto que se ven en el mapa, el combate es casi opcional, ya que se les puede esquivar con bastante facilidad, pero algunos ingredientes son exclusivos del combate y, además, necesitaremos algo de experiencia para poder afrontar las batallas obligatorias contra ciertos jefes que se ocultan en la zona o bien deberemos derrotar para completar misiones secundarias o avanzar en la trama principal.

El sistema de combate es casi idéntico al juego anterior, con un sistema de turnos en tiempo real. Del grupo de personajes controlaremos a uno, pudiendo cambiarlo en todo momento, y dar una orden básica al resto. Los ataques normales nos darán puntos de habilidad (AP), compartidos entre personajes, por lo que podremos subir la cantidad entre todos y decidir con quién nos interesa usarlos, en función de las debilidades enemigas. A medida que usemos habilidades subirá el nivel de táctica, que nos permite almacenar más AP, pero también serán clave los puntos de objeto (CC), ya que estos, en vez de consumirse, tendrán usos infinitos, pero a cambio gastarán puntos de uso. Al contrario que los AP, los CC sí que serán exclusivos de cada personaje, que también tendrán su propio set de objetos disponibles en sus correspondientes inventarios.

Además de lo anterior, es posible que nuestros compañeros realicen acciones extras si se cumplen ciertos requisitos, como lanzar un ataque mágico en el intervalo de tiempo que lo piden, y, bajo ciertas condiciones, se podrán ejecutar ataques especiales.

El sistema de combate es entretenido y ágil, aunque falla un poco con la cámara, que se centra en nuestro objetivo en vez de mostrar el campo de batalla en su totalidad. Esto tiene como inconveniente que, si un enemigo fuera de nuestro campo de visión decide atacarnos, es fácil que no nos demos cuenta, perdiendo así la opción de defendernos de su ataque para reducir su daño de manera considerable. El juego muestra una señal, pero es justo antes del ataque y se ve poco.

En definitiva, este título alterna entre dinámicos combates y muchos momentos más relajados donde ver escenas de historia, principal o secundarias, crear objetos e ir a recolectar lo que nos falte. En el caso de las ruinas la exploración también nos obligará a buscar información por la zona, en una especie de minijuego, donde tendremos que unir las piezas de información obtenidas, cual puzle, para conseguir información.

Atelier Ryza 2 no es especialmente difícil, aunque puede que en alguna ocasión nos trabemos al no encontrar cierto material que necesitemos (el juego tiene un apéndice con la localización genérica de cosas ya encontradas, pero se queda corta a veces y no ayuda a encontrar objetos raros). En el combate, jugando en normal, siempre que vayamos actualizando el equipo, no debería de haber mayor problema, ya que la experiencia depende de la diferencia de nivel, y salvo que vayamos bastante por encima, siempre ganaremos bastante para avanzar con soltura, así que el farmeo no será necesario. Con combatir un poco al llegar a una zona bastará, pudiendo ignorarse en visitas posteriores a por ingredientes.

La duración variará en función del contenido opcional, pero puede irse a las 30 horas si nos centramos en la historia y, a la mínima que exploremos y veamos escenas secundarias, sobrepasará las 40 fácilmente. Al completarlo tendremos la opción de seguir la partida, con un jefe extra y alguna escena más, además de poder intentar completar todas las secundarias que nos quedasen pendientes.

Como es habitual en Gust, a pesar de los avances el nivel técnico no destaca mucho. El modelado de personajes es sencillo, aunque el diseño artístico sí tiene mucha mayor calidad y la variedad de escenarios ayuda a paliar un poco ese efecto. En general es correcto, sin más, y sigue en la línea de su predecesor, también debido a que mantiene muchos modelados ligeramente actualizados para reflejar el paso del tiempo en cada personaje.

El nivel sonoro es muy sólido y lo suficientemente variado para que no se haga muy repetitivo, pero tampoco ofrece temas de alta calidad. Las melodías que nos acompañan a lo largo de la aventura resultarán correctas, pero serán de las que te olvidarás al poco de jugar. Sólo disponible con textos en inglés, el doblaje se mantiene del japonés, con una buena calidad, pero evidentemente reflejando que no se buscan hacer grandes inversiones en el apartado de lenguajes.

Atelier Ryza 2 viene a ser un más de lo mismo respecto al anterior, apenas sin cambios a parte de la historia, lo cual no es necesariamente malo porque habían encontrado una buena fórmula. Si os gustó Atelier Ryza, y os quedasteis con ganas de más, es justamente lo que encontraréis. De hecho, no tiene sentido jugar a este título sin haberlo hecho al título previo, sobre todo por las relaciones argumentales al tratarse de una secuela, aunque técnicamente se podría. Es de esa clase de juegos que tiene claro a su público y éste sabe perfectamente lo que va a encontrar aquí, por lo que no debería presentar muchas dudas: si no os gustó el primer Ryza, este es casi igual en todos sus apartados jugables.

¿Qué os ha parecido el juego? ¿Tenéis ganas de probarlo? Podéis compartir vuestras impresiones o dudas en los comentarios o en nuestras redes sociales.

No hay comentarios