Cerramos el 2022: lo que nos dejó este año


Pues ya hemos llegado, el final del 2022, un año que mirábamos con ilusión por la posibilidad de recuperar la normalidad tras cierta pandemia de la que mejor que no tengamos que acordarnos de nuevo en el 2023 y que ha acabado siendo... inestable, como poco. Aunque al menos en el sector de los videojuegos y especialmente en el género RPG nos ha dejado bastantes buenos momentos y grandes juegos que disfrutar.

Por nuestra parte, en Destino RPG, hemos tenido que adaptarnos a las nuevas circunstancias: hemos realizado más streamings que nunca, acabando títulos como Alundra, los Fire Emblem Path of Radiance y Radiant Dawn, Nexomon: Extinction haciendo un Nuzlocke a ciegas o Trails of Cold Steel, del que incluso nos dio tiempo a realizar una guía. Pero, eso sí, estos últimos meses del año nos ha tocado rebajar el ritmo de publicaciones al mínimo porque las circunstancias de nuestra vida personal nos han limitado muchísimo el tiempo disponible para jugar o escribir. Pero, eventualmente, esto tendrá repercusiones positivas en la página, lo podremos asegurar.

A pesar de ello, hemos hecho muchas cosillas interesantes este año, ya que además de muchos análisis y nuestros habituales resúmenes o reportajes, realizamos una actualización democrática de nuestro Salón de la Fama, tuvimos variadas colaboraciones (gracias de nuevo) y realizamos reportajes analizando el presente y futuro de varias desarrolladoras del género RPG. Pero, evidentemente, este año nos ha dejado mucho más en la industria del videojuego que queremos repasar:

Aunque este 2022 nos ha dejado muy buenos RPGs en cada una de sus variantes, la estrategia ha sido una de las que más se ha visto reforzada con multitud de títulos de gran calidad que, además, han explorado casi todas las variantes del estilo: Triangle Strategy partía como el título más esperado al suponer el regreso de Square Enix a su estilo de altos tintes políticos y toma de decisiones, pero la compañía ha acabado el año con otro proyecto original de estrategia a tiempo real y pausa táctica como The DioField Chronicle o el regreso de Tactics Ogre con su edición Reborn, que además corregía algunos de los inconvenientes que tenía el título a la hora de explorar e intercambiar sus diferentes trabajos. También hemos vuelto a tener a sus robots pilotables con Front Mission Remake 1st... aunque ni ellos se hayan preocupado por promocionarlo.

Pero también hemos contado con la estrategia divertida con cartas y adaptabilidad en mapas pequeños de Floppy Knights, Firaxis ha regresado con Marvel Midnight's Suns, el espíritu de Ogre Battle fue heredado por Symphony of War: The Nephilim Saga, en occidente hemos recibido títulos que explorar a la leyenda del Rey Arturo en un mundo apocalíptico y toques de Roguelike con King Arthur: Knight's Tale o Hand of Merlin saliendo de Acceso Anticipado, hemos tenido inspiraciones en Fire Emblem con Dark Deity en Japón o Lost Eidolons en occidente, Mario+Rabbids regresó con Sparks of Hope, NIS ha republicado varios de sus éxitos en diferentes compilaciones lanzadas a lo largo del año, Digimon se ha apuntado a esta fórmula con Survive, hemos tenido robots espaciales con Relayer, Monark se convirtió en nuestro título favorito de FuRyu... ¡Y el 2023 empieza con un nuevo Fire Emblem! Desde luego, son grandes tiempos para los amantes de los RPGs estrtégicos.

Hace tres años escribimos sobre cómo la combinación de RPG con cartas parecía haberse consolidado con títulos como Slay the Spire y lo que en el pasado era una rareza podía acabar siendo el pan nuestro de todo día en el futuro. Y los hechos son evidentes: hoy en día la industria independiente casi publica más RPGs con cartas que por combate por turnos tradicionales y también se está haciendo cada vez más mainstream con compañías como Marvel combinando dos éxitos casi consecutivos con cartas en su fórmula: Marvel Snap se ha convertido en uno de los títulos más jugados al final del año a pesar de su delirante monetización haciendo estrategias completas sólo disponibles para los jugadores que pasan por caja. En el caso de Midnight's Suns, las cartas son un punto extra de azar y preparación en un juego con tanta estrategia.

Además, Yugioh se ha diversificado y de Duel Links hemos saltado a Master Duel, del primer título, del que hemos estado escribiendo durante años, finalmente decidimos parar nuestra cobertura para centrarnos en el nuevo juego, muchísimo más amable en su monetización y con reglas o cartas oficiales del juego físico. Pero en los RPGs tampoco nos han faltado propuestas y hasta Slay the Spire ha vuelto a estar de moda, ya que la comunidad ha preparado múltiples mods este año: nuevas cartas, personajes, modos donde controlamos a los monstruos, modo autobattler... además, Gordian Quest ha salido de Acceso Anticipado con mucho contenido, ha entrado Beneath Oresa para intentar revolucionar el estilo con un toque más espectacular, hemos recibido propuestas muy interesantes como Potionomics, Genshin Impact ha introducido un complejo juego de cartas porque puede, I Was a Teenage Exocolonist que también usan cartas para superar diversos retos... si es que son tiempos de bonanza si os gustan los juegos de cartas. 

En un mercado tan irregular como el que tenemos, con la nueva generación todavía necesitando una marcha más para acabar de establecerse como el presente y no únicamente el futuro, simplemente recibiendo versiones mejoradas de títulos que siguen llegando a la generación anterior con unas muy contadas excepciones... que salvo por algún caso concreto han sido muy obviables. Es evidente que muchos de los grandes juegos del año se ven y rinden mejor en PlayStation 5 y Xbox Series, que han recibido versiones mejoradas de Cyberpunk 2077, The Witcher III, la exclusiva (de momento) en juegos como Midnight Suns... pero esto se ha producido con "los sacrificios" de RPGs como Steelrising, Soulstice o Thymesia, que intentaron jugar la carta de exclusividad en nueva generación para tratar de captar a más jugadores y la propuesta les ha salido, como mínimo, regular.

En ese percal no han querido meterse compañías gigantescas como EA, Bethesda o Ubisoft, con unos de los años más flojos que les recordamos. EA sólo ha publicado nuevas versiones de sus juegos deportivos o expansiones para Los Sims, Bethesda está en plena adaptación a la maquinaria de Xbox y sólo ha lanzado el al final sosísimo Ghostwire: Tokyo, mientras que Ubi sigue recuperándose del lío interno por los escándalos de varios de sus directivos y sólo ha lanzado títulos de tercera fila, una nueva edición de Just Dance, recopilaciones de Assassin's Creed y el Mario+Rabbids: Sparks of Hope. Aquí nadie quiere dar un paso en falso.. menos Square Enix, que ha tenido un año de locura y ha lanzado en el 2022 más títulos que la mitad de la industria AAA unida.

Porque la compañía nipona ha parecido este 2022 una locomotora echando al fuego el contenido de los propios vagones para tener una velocidad absolutamente desquiciada, en teoría para prepararse para el lanzamiento de sus próximos AAA: Forspoken, Final Fantasy XVI, Final Fantasy VII: Rebirth, Kingdom Hearts IV y Dragon Quest XII. En este camino se han desecho de sus estudios externos, como Eidos, Crystal Dynamics o Square Enix Montreal, con sus correspondientes franquicias, vendidas por 300 millones de dólares a Embracer Group y se lanzaron de cabeza al mercado NFT con propuestas como Symbiogenesis... del que mejor no preguntar mucho porque ya sabemos cómo está ese mercado actualmente. Pero, hey, no habrán metido tanto dinero y ganaría algo en el proceso, ¿verdad?

Por si las moscas, la compañía ha acabado el año publicando casi cuatro juegos por mes: dos entregas de Voice of Cards, Final Fantasy VI: Pixel Remaster, el ostiazo de Babylon's Fall, Triangle Strategy, Chocobo GP que tampoco lograron monetizar, Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin (candidato a mejor juego cómico inesperado del año), Chrono Cross: The Radical Dreamer Edition con bastantes fallitos, The Centennial Case: A Shijima Story (sí, es de ellos), el remake de Live A Live, sacaron a Various Daylife de Apple Arcade, The DioField Chronicle, Valkyrie Elysium (sin el sistema de combate clásico de la saga), Star Ocean: The Divine Force (que al menos fue mejor que el anterior), ¡aguante Harvestella!, Tactics Ogre Reborn bien hecho, Dragon Quest Treasures, Crisis Core -Final Fantasy VII- Reunion, Front Mission Remake 1st... si contamos Gachas y otros lanzamientos menores (como el port del primer Valkyrie Profile) acaban a casi dos juegos por mes. Y el comienzo del 2023 ya lo tienen ocupado con ForspokenTheatrhythm Final Bar Line, Octopath Traveler II... no sabemos cuánto les va a durar esa gasolina, pero lo que está claro es que lo de este año es una locura.

"A río revuelto, ganancia de pescadores" y desde luego el río está muy revuelto, con muchas compañías capeando el temporal de la carestía y limitación de componentes como han podido... hasta este año, que parece que toca pagar por ello. PlayStation 5 subía de precio en Europa en una situación insólita tras más de un año en el mercado, con mandos que hace años que se han ido de madre en sus precios y hasta los propios juegos de nueva generación han establecido una escalada que los coloca de 70 a 80€, en una situación que a los más veteranos les recordará a lo que fue la Neo Geo en los tiempos de las 16 Bits, pero extendido a buena parte de la industria. Es más, plataformas como Steam hace años que no ofrecen ofertas tan locas como en el pasado en los juegos digitales y, ahora, cualquier nuevo lanzamiento con algún tipo de complemento extra se nos va a los 100€ como quien no quiere la cosa.

Y el problema es que esto cada vez va a peor en otros ambientes: lo de la edición de coleccionista de Xenoblade Chronicles 3 de Nintendo ha sido una vergüenza en tantos sentidos que cuesta hasta asimilar que se haga tan mal. Lo de que pagues mucho más por un juego y su coleccionista se vaya a publicar meses después es de traca, que encima tengas que estar con 400 ojos porque se agota en segundos con especuladores revendiéndolas mucho más caras es ya el pan nuestro de cada día y encima muchas compañías como NIS, Nintendo o, la última, Square Enix, tratan de hacer embudo limitando el acceso a sus propias tiendas digitales, con gastos de envío infladísimos y suprimiendo las opciones o competitividad que son tan importantes para los clientes. Estamos metidos en un negocio muy rentable y aquí parece que todos buscan sacar tajada.

Pero vaya añito que hemos pasado, ya que prácticamente todos los jugadores han tenido un nuevo título de altísima calidad que disfrutar: Elden Ring, Xenoblade Chronicles 3, Horizon: Forbidden West, Triangle Strategy, Tiny Tina's Wonderland, Rogue Legacy 2, Mary Skelter 2... hasta el otro gran candidato a juego del año, God of War: Ragnarok, toma elementos del género RPG. Pero es que además hemos tenido muchas sorpresas, con títulos que esperábamos que fuesen buenos, pero han ido incluso más allá como Chained Echoes; obras hechas por un único desarrollador vendidas a menos de 5€ sin más aspiraciones que han puesto de moda un estilo de juego como Vampire Survivors; V Rising se convirtió en el juego de moda en Steam al entrar en Acceso Anticipado; Symphony of War resultando un buen juego a pesar de que combinaba dos sistemas diferentes como RPG táctico a lo Fire Emblem y combates o escuadrones estilo Ogre Battle...

Pero también hemos tenido gran cantidad de regresos este año: se han lanzado DOS Pokémon, con el original Leyendas Arceus (el combate era un poco "eh") y el buen Escarlata/Púrpura si obviamos su desastroso nivel técnico. Square Enix, como explicamos antes, ha recuperado todo lo que ha podido: Star Ocean, Tactics Ogre, Valkyrie, Live A Live, Chrono, Front Mission... ha vuelto Rune Factory, al fin volvemos a tener a los Trails en occidente (y el año que viene llegarán tres), Atlus revivió a Soul Hackers aunque no les salió un título tan bueno, Digimon volvió con Survive como RPG estratégico+Novela Visual, Utawarerumono con Monochrome Mobius en estilo combate por turnos, Dragon Quest con Treasures... quizás no todos hayan salido muy bien, pero desde luego nos han ilusionado y a veces eso ya es bastante.

Ha sido un mal año para los juegos de servicio, con Godfall intentando llegar a más público y pasando todavía más desapercibido; Square Enix pasando de Marvel's Avengers (que, curiosamente, ha crecido bastante en este final de año por el despegue de los juegos de Marvel que comentamos antes) y cerrando los servidores de Babylon's Fall, diseñado por PlatinumGames, en pocos meses; los títulos de THQ Nordic han sido... todos pobres. Elex II ha regresado siendo todavía más nicho, Biomutant regresó por alguna razón a pesar de la mala recepción que tuvo, The Guild 3 es horrible, The Valiant no destaca en casi nada... ciertamente, de poco sirve tener muchas sagas de nivel medio si todos los nuevos lanzamientos acaban siendo inferiores a lo que fueron en su momento.

También hemos tenido que lidiar con algunas decisiones que no se pueden defender más allá del factor experimental de un modelo como el lanzamiento de los Kingdom Hearts en Switch por juego en la Nube, porque se ve que la consola de Nintendo no puede correr juegos publicados en PlayStation 2 y 3. Los Vampire: The Masquerade siguen completamente malditos desde su regreso, con el último intento de Swansong resultando desastroso. Podríamos recordar otros juegos que no nos gustaron, pero tampoco es plan de hacer mucha más leña de los árboles caídos. No todos pueden cumplir sus expectativas o logran ser buenas propuestas en su concepto. Es ley de vida. Y menos mal, imaginad si no hubiera juegos pobres y todos fueran brillantes. Es con lo que tenemos y nos falta tiempo...

Cuando pensábamos que el mercado Gacha estaba bien estable con los clásicos y los nuevos gigantes como Genshin Impact, este 2022 nos ha sorprendido con una gran cantidad de nuevos títulos de gran impacto. Algunos lo han sido más por el nombre que por ser buenos, como Diablo Immortal, otros se han agarrado mucho a algo que pensaríamos como "juegos de 4Chan" con "waifus tetonas y armas de fuego" y han sido un triunfo enorme, con Nikke: Goddess of Victory como gran representante. Pero la verdad es que eso es algo que casi todos los Gacha tienen, mal que nos pese. Un poco como el refrán de las carretas, suponemos.

Pero es eso: Arknights también se ha publicado este año con un gran éxito, el buen GLF: Neural Cloud, Path to Nowhere quizás comido un poco por Arknights, el impacto de Tower of Fantasy, Ni No Kuni: Cross Worlds llegó a occidente aunque con el hype bajado tras su sorpresa en Japón y esa idea NFT que ya sabemos cómo acabó... la batalla en este mercado está realmente abierta cuando pensábamos que se podría estancar con tantos grandes superventas a lo largo de estos años y, ciertamente, el 2023 apunta a ser también movido para estos títulos. Y, hey, toda competencia es de agradecer para los jugadores.

Desde luego, se nos viene un 2023 absolutamente increíble para los aficionados al RPG. Vamos a empezar con Fire Emblem: Engage, el relanzamiento (en español y en todas las plataformas) de Persona 3 Portable y 4 Golden, One Piece Odyssey, Atelier Ryza 3Octopath Traveler II o Trails to Azure, pero se nos vienen muchos más. Los grandes AAA como Diablo IV, Starfield o Final Fantasy XVI, los esperadísimos indies como Eiyuden Chronicle: Hundred Heroes, Sea of Star, She Dreams Elsewhere... volvemos a tener a Trails en occidente y al fin podremos seguir las aventuras tras Cold Steel con into the Reverie, Baldur's Gate III va a salir de Acceso Anticipado tras tres años, supuestamente se lanzará Granblue Fantasy Relink tras tantos retrasos, remasters como los de los dos primeros Suikoden, el Hogwarts Legacy que a algunos ilusiona y a otros les recuerda a Rowling y lo terrible persona que es...

Desde luego, vamos a tener muchísimo que jugar y de lo que escribir del género RPG en el próximo año, aunque probablemente sigamos teniendo poco tiempo en los próximos meses. Pero seguiremos aquí, publicando análisis, resúmenes, reportajes, artículos de opinión y, en general, buscando vuestra participación, porque todo esto ha seguido en pie tras once años porque vosotros estáis ahí. Muchas gracias por estar con nosotros un año más y, nada, a pasar un buen fin de año (cuidadito con la bebida), para poder entrar en un 2023 maravilloso. ¡A disfrutarlo!

1 comentario:

  1. Enhorabuena y gracias por un año más dando el callo, sois de lo mejorcito en lo que hacéis y algunos lo agradecemos mucho.
    ¡Saludos y felices fiestas!

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