[Análisis] Super Mario RPG
Super Mario es, probablemente, la figura más representativa de la industria del videojuego tras sus más de 40 años de historia, elevado como mascota de una compañía tan importante como Nintendo y contando en todo ese tiempo con multitud de apariciones en múltiples juegos, productos y spin-offs. Esta diversificación de trabajos para el fontanero más famoso del mundo ya se empezó a gestar desde sus inicios, pero no fue hasta la época de Super Nintendo cuando descubrimos su faceta rolera que, a la postre, acabaría diversificada en dos sub-sagas como Paper Mario y Mario & Luigi.
Este fue el primer título que exploró sobre cómo deberían ser los RPGs de la mascota de Nintendo, estableciendo múltiples elementos tradicionales del género, como sus combates por turnos, varias ciudades que visitar con sus tiendas, pero también buscando mantener ese factor plataformero por el que era más reconocido nuestro fontanero, si bien esas partes se notan más como un homenaje que como un reto para cualquiera que haya jugado a cualquier plataformas de Mario. Eso sí, hay que reconocer que en ese aspecto la exploración sí que logra ser algo más entretenida y aprovecha mejor la variedad de los escenarios.
Fuera parte de los ataques simples, nuestros personajes también podrán usar habilidades que consumen puntos flor, los cuales se comparten entre miembros del grupo. También tendremos el menú de objetos o la oportunidad de cambiar miembros del grupo (eventualmente podremos llevar a más de los tres posibles en batalla y rotarlos cuando veamos oportuno). Además, si hacemos acciones bien sincronizadas, iremos llenando un medidor que nos permitirá realizar un ataque especial en grupo.
Los personajes tienen roles definidos, aunque podremos personalizarlos levemente con accesorios o las subidas de nivel (añadiendo algún punto extra al Ataque/Defensa Física, Salud o Ataque/Defensa Mágica), lo cual siempre nos permite compensar puntos débiles de cada aliado o bien especializarlos aún más. Eso sí, que la sincronización de la pulsación de botones sea tan importante hace que algunas habilidades disponibles sean poco eficientes sólo por la relación entre la complejidad de su correcta ejecución y el resultado que ofrecen, lo cual hace que acabemos repitiendo las habilidades que dominamos y funcionan adecuadamente bien, haciendo que el juego pierda bastante variedad.
Con todo, da la sensación de que se podrían haber tocado mucho más las mecánicas del juego para adaptarlo mejor a nuestros tiempos, ya que prácticamente lo único que ofrece a nivel jugable que no existían en el original es la inclusión del guardado rápido o la posibilidad de saltarse las animaciones de los movimientos especiales. Poca cosa cuando otras opciones que parecerían básicas en estos tiempos como la aceleración de textos no están presenten en este juego. Eso sí, hay más indicativos visuales para intentar ayudar a acertar más la temporización adecuada de los ataques, solo que quizás no llegan a solventar del todo la complejidad de los mismos.
La dificultad también se muestra mucho más dura, manteniendo un nivel de exigencia que era habitual en los tiempos de Super Nintendo, provocando que los jugadores que sólo hayan probado los juegos más recientes del fontanero puedan verse algo superados. Es, además, un RPG en el que el farmeo tampoco es sencillo, por lo que unido al elevado daño de los enemigos si no temporizamos bien nuestras defensas (además, ciertos ataques son imbloqueables), podremos encontrar que los jugadores poco experimentados que prioricen demasiado el daño sobre la salud o las defensas puedan sentir que este juego se les hace incluso cuesta arriba. Al menos el juego también ha incorporado un nivel de dificultad Fácil para este caso, pero resulta llamativo este aspecto cuando los juegos más recientes de este corte se llegan a hacer hasta excesivamente sencillos.
La duración es, sin duda, uno de los grandes puntos débiles del juego, ya que se puede superar en poco más de diez horas sin problemas, lo cual es bastante pobre para la duración habitual de un RPG de más calado. Sí existe la búsqueda de tesoros ocultos por el mapeado y los minijuegos, pero esto es poca cosa y reduce enormemente la posibilidad de dedicarle más tiempo en sucesivas partidas o explorando el contenido extra.
¿Habéis probado ya el juego? ¿Jugasteis a la entrega original? Podéis compartir vuestras impresiones con nosotros en los comentarios o redes sociales.
Ese primer RPG de Mario tuvo mucha historia a su alrededor que representaba muy bien la Nintendo de la época, ya que fue desarrollado junto a Squaresoft, en aquellos tiempos un importante aliado para la compañía gracias a sus Final Fantasy (lo que simboliza bien el nivel de "traición" que supuso que Final Fantasy VII fuese exclusivo de PlayStation) y también dejó buena muestra de las dudas de la compañía con respecto al mercado internacional, especialmente el europeo, ya que ese juego sólo fue localizado en Estados Unidos y nunca llegó al viejo continente.
Por esa razón este port para Nintendo Switch tenía muchas capas redentoras, trayéndonos por fin ese juego olvidado, además traducido a nuestro idioma, pero también contando con la posibilidad de demostrar que se puede mejorar todo un clásico del género. Analicemos cómo se muestra el título:
Tras el enésimo secuestro de la princesa Peach a manos de Browser, nuestro héroe se lanzará al rescate, para ver sus planes frustrados por… una espada gigante alienígena. Con el castillo de Bowser invadido por misteriosas fuerzas, el reino champiñón se verá sumido en el caos. Ante esta situación, Mario deberá emprender un nuevo viaje para localizar a la princesa perdida y tratar de solventar los problemas que ha provocado esta invasión en toda la región, descubriendo nuevos aliados en su camino.
Este fue el primer RPG desarrollado para un personaje como Mario, por lo que la historia en sí es relativamente simple y no está demasiado desarrollada, aunque no faltarán los toques humorísticos que hagan que la trama deje múltiples sonrisas por aquí y allá. Cruzando las diferentes regiones iremos viendo los problemas locales que han surgido, principalmente por parte de los invasores, y también conoceremos y veremos cómo se desarrollan las historias personales de nuestros acompañantes, con un par completamente originales de esta aventura y que quedaron en el olvido durante años.
Este fue el primer RPG desarrollado para un personaje como Mario, por lo que la historia en sí es relativamente simple y no está demasiado desarrollada, aunque no faltarán los toques humorísticos que hagan que la trama deje múltiples sonrisas por aquí y allá. Cruzando las diferentes regiones iremos viendo los problemas locales que han surgido, principalmente por parte de los invasores, y también conoceremos y veremos cómo se desarrollan las historias personales de nuestros acompañantes, con un par completamente originales de esta aventura y que quedaron en el olvido durante años.
Para su época este título era evidentemente original y llamativo, pero ahora nos encontramos en el año 2023 y hemos podido jugar a otros RPGs de Mario en todo este tiempo, por lo que el factor de frescura de las situaciones, las bromas y situaciones a vivir no logran tener esa fuerza que tenían en el pasado. En la comparativa, este juego se siente argumentalmente por debajo de otros títulos del mismo corte más actuales... y eso que ese no es precisamente el factor en el que más destacaban estos juegos. Aún así, el hecho de contar con un grupo de protagonistas que muestran algo de desarrollo personal a lo largo del viaje sí que es algo que no aparece en otros juegos y es ahí donde este título sí logra destacar algo más a nivel argumental, pero sólo en ese aspecto.
Este fue el primer título que exploró sobre cómo deberían ser los RPGs de la mascota de Nintendo, estableciendo múltiples elementos tradicionales del género, como sus combates por turnos, varias ciudades que visitar con sus tiendas, pero también buscando mantener ese factor plataformero por el que era más reconocido nuestro fontanero, si bien esas partes se notan más como un homenaje que como un reto para cualquiera que haya jugado a cualquier plataformas de Mario. Eso sí, hay que reconocer que en ese aspecto la exploración sí que logra ser algo más entretenida y aprovecha mejor la variedad de los escenarios.
Sin embargo, el factor tiempo también le pesa mucho a estos aspectos, con unas zonas bastante lineales y cortas que reflejan el peso técnico que suponía este apartado gráfico en esa época y unos cofres ocultos donde la ejecución deja bastante que desear, ya que se pide una precisión milimétrica en unos saltos por entornos 3D perpendiculares sin que existiera aún un stick para movernos adecuadamente. Además, muchos de esos tesoros están tremendamente ocultos y es fácil dejarlos atrás porque el sistema de pistas existente es bastante simple y no obtenemos una versión más fiable hasta el final de la aventura, donde volver atrás no nos iba a mejorar mucho lo que ya teníamos encima.
Que ese factor experimental para el juego en su época todavía tenía espacio para pulirse se refleja también en sus minijuegos, que nos sirven para obtener recompensas especiales como las Monedas Ranas para comprar equipo especial... pero su ritmo se hace tremendamente lento para los estándares actuales y hay que repetirlos bastante para adquirir algo que nos interese.
Este fue también el juego que implementó ese factor de tempo a la hora de golpear y defendernos de los ataques enemigos, pidiendo pulsar un botón en el momento justo para reforzar o mitigar el daño... pero aquí también se muestra que el equilibrio todavía no se había alcanzado y encontramos mucha más variedad de acciones que temporizar adecuadamente (cada personaje, cada arma, cada habilidad, los diferentes ataques enemigos... todo tiene su propio momento justo) y también un mayor peso del acierto, ya que fallar supone perder o recibir muchísimo daño. Ese peso del fallo es especialmente duro al defendernos, ya que se nota una clara limitación en la cantidad de objetos curativos y llevarnos un par de golpes de lleno nos puede dejar en grave peligro de supervivencia a casi cualquier personaje.
Fuera parte de los ataques simples, nuestros personajes también podrán usar habilidades que consumen puntos flor, los cuales se comparten entre miembros del grupo. También tendremos el menú de objetos o la oportunidad de cambiar miembros del grupo (eventualmente podremos llevar a más de los tres posibles en batalla y rotarlos cuando veamos oportuno). Además, si hacemos acciones bien sincronizadas, iremos llenando un medidor que nos permitirá realizar un ataque especial en grupo.
Los personajes tienen roles definidos, aunque podremos personalizarlos levemente con accesorios o las subidas de nivel (añadiendo algún punto extra al Ataque/Defensa Física, Salud o Ataque/Defensa Mágica), lo cual siempre nos permite compensar puntos débiles de cada aliado o bien especializarlos aún más. Eso sí, que la sincronización de la pulsación de botones sea tan importante hace que algunas habilidades disponibles sean poco eficientes sólo por la relación entre la complejidad de su correcta ejecución y el resultado que ofrecen, lo cual hace que acabemos repitiendo las habilidades que dominamos y funcionan adecuadamente bien, haciendo que el juego pierda bastante variedad.
Con todo, da la sensación de que se podrían haber tocado mucho más las mecánicas del juego para adaptarlo mejor a nuestros tiempos, ya que prácticamente lo único que ofrece a nivel jugable que no existían en el original es la inclusión del guardado rápido o la posibilidad de saltarse las animaciones de los movimientos especiales. Poca cosa cuando otras opciones que parecerían básicas en estos tiempos como la aceleración de textos no están presenten en este juego. Eso sí, hay más indicativos visuales para intentar ayudar a acertar más la temporización adecuada de los ataques, solo que quizás no llegan a solventar del todo la complejidad de los mismos.
La dificultad también se muestra mucho más dura, manteniendo un nivel de exigencia que era habitual en los tiempos de Super Nintendo, provocando que los jugadores que sólo hayan probado los juegos más recientes del fontanero puedan verse algo superados. Es, además, un RPG en el que el farmeo tampoco es sencillo, por lo que unido al elevado daño de los enemigos si no temporizamos bien nuestras defensas (además, ciertos ataques son imbloqueables), podremos encontrar que los jugadores poco experimentados que prioricen demasiado el daño sobre la salud o las defensas puedan sentir que este juego se les hace incluso cuesta arriba. Al menos el juego también ha incorporado un nivel de dificultad Fácil para este caso, pero resulta llamativo este aspecto cuando los juegos más recientes de este corte se llegan a hacer hasta excesivamente sencillos.
La duración es, sin duda, uno de los grandes puntos débiles del juego, ya que se puede superar en poco más de diez horas sin problemas, lo cual es bastante pobre para la duración habitual de un RPG de más calado. Sí existe la búsqueda de tesoros ocultos por el mapeado y los minijuegos, pero esto es poca cosa y reduce enormemente la posibilidad de dedicarle más tiempo en sucesivas partidas o explorando el contenido extra.
En el nivel técnico es donde más notamos el avance de este juego y su adaptación a tiempos actuales. Manteniendo ese apartado gráfico en vista isométrica con personajes "achaparrados", pero con un mayor cuidado en el detalle, rehaciendo por completo el apartado visual del juego para que resulte muy bonito incluso hoy en día. En particular las animaciones de los personajes, sus gestos, las habilidades... no es una locura técnica, pero sí que resulta bonito en todo su desarrollo.
A nivel sonoro el juego cuenta con versiones actualizadas de todas sus melodías originales, recuperando o adaptando composiciones clásicas de la serie (que, recordemos, en esos tiempos tampoco tenía tantas entradas) y resultando muy agradable a lo largo de toda la aventura. Además, para los que prefieran el toque clásico, también se permite usar las composiciones originales de la época. En cuanto a la traducción, el juego cuenta con un nivel muy bueno, añadiendo adaptaciones propias que mantengan el nivel humorístico pero haciendo que las bromas tengan un mayor sentido en nuestro idioma.
Super Mario RPG es un fiel homenaje al juego clásico y legendario de Super Nintendo, lo cual tiene su encanto y seguro que encandila a los que prefieran volver a disfrutar de este título por el factor nostálgico, pero por ello también resulta mucho más limitado como RPG en comparación a lo mucho que ha crecido el género o incluso las propias adaptaciones roleras de Mario en todos estos años. Hay muchas pegas del juego original que se han mantenido por ser fieles a la propuesta básica, pero ahora resultan defectos mucho más claros, como el duro peso de una mala temporización, la torpeza de ciertos momentos plataformeros o que la duración se haga tan reducida.
Quizás se ha perdido la oportunidad de añadir algo más de contenido, expandiendo y mejorando el apartado argumental, incorporar otros elementos modernos del género... darle algo más de "chicha" a un juego por el que se nota el peso de los años en demasiados aspectos y da la sensación de que pierde algo de su magia legendaria por haber sido recuperado tal cual. Aún así, el juego resulta muy entretenido y recomendable para todos los fans de los RPGs de la franquicia o incluso los pocos experimentados en el género que estén buscando un juego más corto y que ofrezca mecánicas más activas dentro del tradicionalmente lento sistema de combate por turnos.
Pues a mí me parece una obra maestra, una auténtica cabra. No lo jugué en su día, solo lo he jugado en Switch, y entra directamente en mi Top 5 personal de videojuegos de todos los tiempos. Y la duración, en este juego, me parece perfecta. Con 12 - 15 horas gas vivido una grandísima aventura que te marca, con momentos y personajes inolvidables, y sin relleno. Cuando un juego tiene que durar muchas horas, como los Dragon Quest (a partir del VII, porque antes eran más contenidos), los Final Fantasy de PS1 y PS2, los Suikoden, Wild Arms y clásicos del género, perfecto. Peroundos abiertos que son 99% relleno, pues agradeces un juego que vaya directo al grano, cortita y al pie.
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