[Análisis] Cassette Beasts
Los Pokémonlike están destinados a seguir apareciendo. Con la serie de Game Freak y Nintendo manteniendo sus ventas como una de las sagas más potentes de la industria del videojuego, es lógico pensar que muchos estudios querrán intentar hacer su propio RPG de combate por turnos y captura de monstruos porque, al fin y al cabo, el potencial está ahí y cualquier título que se lleve aunque sea un pequeño porcentaje de lo que arrastra Pokémon ya habrá encontrado un filón mucho mayor que el que ofrecería cualquier otra franquicia. La experiencia con los Hackroms está ahí y, ciertamente, hemos tenido varios juegos de este estilo de buen nivel, si bien solo Nexomon y el todavía técnicamente reciente Palworld se pueden considerar como verdaderos éxitos... dentro de sus propios niveles, está claro.
Entre estos, uno de los más interesantes del pasado año fue Cassette Beasts, que destacaba por un par de circunstancias: estaba realizado en el motor Godot, desarrollado en Argentina, gratuito y de código abierto, resultando el juego desarrollado de base en el mismo con más éxito del momento (hubieron un par de casos previos pero fueron ports) y también porque tenía el toque nostálgico del uso de los antiguos cassettes para convertirnos en los monstruos e incluso fusionar un par para ser combatientes más temibles. Ahora ya ha pasado más de un año desde su lanzamiento original, así que exploremos lo que ofrece de verdad este título tras todos sus parches y actualizaciones.
La trama del título nos sitúa en la región de Nueva Wirral, en la que nuestro personaje cae como tantos isekais pero con una salvedad importante: todos sus habitantes han caído desde sus propias dimensiones alternativas a este mundo. Este detalle da para interesantes reflexiones y juega muy bien con detalles de bromas sobre lo que sucedió en los mundos de los otros acompañantes, tratando de establecer una sociedad más o menos subsistente en estos entornos peligrosos donde todas las criaturas pueden ser agresivas y la única forma actual de defensa contra ellas es "grabarlas" con un walkman en cintas para tomar su forma y habilidades. Sin embargo, el punto clave de nuestro personaje y cómo cambia la situación es que confirmamos la existencia de unos misteriosos entes llamados arcángeles y, a través de ese encuentro, empezamos a tener visiones sobre la forma de poder escapar de este mundo.
Así pues, el título se desarrolla como una trama de mundo abierto donde el gran objetivo es marcharnos pero sobrevuelan todo tipo de otras tareas para intentar mejorar la situación en Nueva Wirral. En general, estas tareas se separarán entre las completamente opcionales (como derrotar a los guardianes de la región para unirnos a su grupo o ayudar a mejorar las localizaciones entre diferentes puntos de mapeado) y otras que pueden parecerlo pero en realidad forman parte de la gran trama, consistente en reclutar a todos los potenciales aliados de nuestro grupo y completar sus historias personales... si bien es bastante evidente que algunos tienen algo más de desarrollo que otros, comparando tramas con múltiples momentos y pasos frente a otras que se solventan con una simple misión.
Estos aliados también tendrán pequeños momentos de mejora y desarrollo si completamos sus tramas personales y seguimos usándolos como nuestra pareja, contándonos las razones de su comportamiento, las ambiciones que persiguen, cómo eran sus respectivos mundos... no es que tengan una gran profundidad ya que todo se desarrolla con unas reducidas explicaciones en forma de párrafo en campamentos, pero al menos aportan algo a una trama general que más allá de ciertas reflexiones generales que sí son llamativas, tampoco es que aspire a mucho. Eso es quizás de lo que le pesa más al título: tiene interesantes conceptos pero no logra que nos importe demasiado su trama.
Porque de nada sirve que subamos los corazones a lo máximo con un aliado, el final se mantendrá invariable. ¿Nuevo contenido de un DLC? Se despacha intentando no afectar demasiado a la trama general. ¿Vencer a los mejores guardianes de la región? Se te agradece con más combates y nuevas tareas simplonas repetitivas... Es llamativo como, incluso dentro de la competencia contra otros pokemonlike independientes, Cassette Beasts se queda en la parte baja del espectro en este aspecto a pesar de que muchos de los mundos alternativos que nos cuentan los diferentes NPCs o aliados parecerían tremendamente interesantes de explorar y desarrollar.
El sistema de combate de Cassette Beasts tiene una gran variedad con el sistema general de los Pokémonlike, ya que siempre lucharemos en pareja: nuestro protagonista, al que podremos editar a nuestro gusto antes de empezar la partida, llevará siempre a su lado a un compañero o compañera que tendrá su propia cinta exclusiva (si bien podremos darle otra y quedarnos su variante) y combatirá a nuestro lado. Esto añade un factor estratégico extra ya que las habilidades del juego utilizan PA que regeneramos en cada turno, de forma que será posible encadenar turnos de preparación antes de lanzar los golpes más potentes y también contaremos con muchas habilidades o pasivas de apoyo, como convertir a una criatura en una batería de PA cuyo único objetivo es que su compañero siempre tenga energía de sobra, usar estados alterados para expandir bonificaciones o penalizaciones, curar, revivir...
Todo, además, con el sistema más editable de todo este estilo, ya que todas las habilidades son completamente intercambiables entre la mayoría de criaturas (el único límite son las técnicas que tienen un elemento fijo, pero la mayoría simplemente cambian automáticamente al elemento del usuario), lo que permite auténticas barbaridades y mucha experimentación a la mínima que empecemos a analizar cómo ciertas habilidades y pasivas generan sinergias. Sí, es cierto que eventualmente existirán combinaciones tan absurdas que incluso pueden trivializar buena parte de los combates del juego, pero es admirable hasta qué punto se nos deja combinar libremente decenas de pasivas y habilidades entre tantos monstruos que tendremos a nuestra disposición, muchos de ellos con sus respectivas evoluciones.
La gran penalización de un sistema tan abierto están en la propia diferenciación de las criaturas, con estadísticas muy equilibradas que apenas resultan diferenciables a la hora de elegir entre dos monstruos parecidos y la importancia del peso elemental que existe en el juego: fuego, por ejemplo, se "apaga" y baja su ataque al sufrir ataques de agua -que también se cura como "baños termales" si reciben golpes de fuego-, derrite el hielo (les convierte en tipo Agua), también penaliza contra viento (le apaga) o tierra (lo mismo), pero a cambio quema mucho más fácilmente al tipo planta. En comparativa con Pokémon, es un sistema absurdamente lógico y fácil de entender pero que también tiene tipos muy superiores a otros, aunque es espectacular ante la facilidad de convertir elementos en otros y cómo introduce los elementos "antinaturales", como metal, plástico, veneno... es de los elementos más divertidos de todo el juego.
El sistema de las fusiones, no obstante, se queda un poco sosillo: no hay excesiva variedad visual (salvo ciertas fusiones concretas que tienen una forma más definida) y sólo sirven para combinar tupos, multiplicar la ganancia de AP y que una misma criatura tenga las habilidades combinadas de ambos personajes. Sí, hay veces que resulta vital para lidiar con ciertas batallas, pero más de una vez hasta penalizará por concentrar todo el daño y debilidades en un único cuerpo en lugar de entre dos. También es importante considerar el peso del "factor humano": Si una criatura es derrotada, el daño extra se aplica sobre el humano, que queda expuesto hasta que pueda transformarse en otra criatura, lo cual funciona como la verdadera barra de salud y es el gran punto débil cuando queremos grabar a un monstruo enemigo, ya que deberemos quedarnos en esa forma con nuestra barra de salud humana expuesta durante todo un turno con un porcentaje de captura de la criatura enemiga dependiente de su salud y el daño que reciba o nos cause en ese turno. Lo cual en muchas situaciones o, especialmente con monstruos similares a los legendarios, es tremendamente engorroso.
Pero fuera del combate el título es agresivamente abierto: en todas las zonas encontraremos muchos puzles en los que podremos usar objetos y habilidades que obtengamos por capturar ciertas criaturas que nos permitirán conseguir muchas recompensas o nos permitirán avanzar en nuestro recorrido. El único límite es que la energía máxima en la que nos podremos mantener cargando, nadando, flotando, con el cuerpo electrificado o trepando es muy limitada si no avanzamos derrotando a los jefes de la historia principal, pero por lo demás hay multitud de opciones y secretos a descubrir por el mapeado y la mayoría no los descubriremos hasta mucho más adelante de lo que deberíamos cuando ya tenemos casi todos los poderes. Es muy bueno en este apartado y, de hecho, el único problema es que a veces no sabremos muy bien cómo avanzar en ciertas misiones -incluido el acertijo de la parte final, que podría haber estado mejor explicado-.
Al final, el sistema de juego resulta muy entretenido en las algo más de veinte horas que nos llevará a superar este título. con mucha exploración, combates y retos que a veces harán la dificultad algo aleatoria, ya que el descaste en ciertas batallas resulta muy duro y acaba siendo mejor ir a descansar cada dos por tres antes de arriesgarnos a seguir adelante con un par de monstruos menos. Si os gusta la experimentación, mucha libertad y el factor estratégico o diseñar vuestras propias estrategias, seguramente os gustará el sistema de juego, pero también hay que reconocer que es de esos juegos que si no te enganchan es muy fácil dejarlo de lado, porque parte de sus ritmos y mecánicas se pueden hacer algo repetitivas.
En los entornos, Cassette Beasts es un título pixelart con entornos en 3D pero cámara no regulable que resulta agradable a la vista, pero también presenta algunos problemas como unas físicas en impacto un tanto erráticas, ciertas habilidades de mapa que no acaban de funcionar del todo bien y muchos monstruos dele scenario repetitivo aunque internamente tengan criaturas más diferenciables. Hace todo lo posible por intentar ocultar sus errores y funciona muy bien para evitar que el jugador se quede severamente atrapado, aunque chirría mucho cuando, en medio de la ciudad inicial, existe una pantalla de carga para mostrar la otra mitad del gran mapeado. En combate es entre correcto, resultón y algo reiterativo, dependiendo del momento y lugar, pero al menos funciona bien visualmente, con algunos efectos especialmente buenos, sobre todo en las batallas más importantes.
Pero donde este juego es una auténtica maravilla es en su Banda Sonora, con varios temas cantados de grandísima calidad y que acompañan fenomenalmente el punto que más visitaremos en el juego: la ciudad inicial y también las grandes batallas contra jefes. Ese toque de baladas, jazz, música alegre y rock es muy sólido, aunque en el doblaje se queda un tanto corto, con muy pocas líneas dobladas para cada personaje que, si acaso, cubrirá muchos párrafos usando simplemente una palabra. Los textos en español están bien, aunque hay veces que no queda claro si ciertas pistas son confusas de por sí o es un problema de la localización que no acaba de encontrar las palabras adecuadas.
Cassette Beasts es un pokémonlike con sus propias señas de identidad que resulta muy entretenido y destaca por sus batallas dobles, la gran flexibilidad estratégica, el mundo abierto, la Banda Sonora y otros cuantos apartados, aunque quizás le falta esa trama y algo de más variedad para llegar a elevar su nivel. Es de esos juegos que están bien si tenéis tiempo y no os cuesta mucho, pero tampoco va a pasar más de allí, no aspira a ser de los mejores del estilo y es consciente de sus limitaciones o de cómo tanta libertad puede hacer trizas el supuesto equilibrio del título.
Teniendo en cuenta que está disponible en prácticamente todas las plataformas, además del Game Pass y seguramente lo encontraréis en algún que otro bundle u oferta, es de esos títulos que os pueden calmar las ganas de un Pokémon sin necesitar jugar a la serie de Game Freak, que tiene una duración muy ajustada y retos suficientes si os engancha, pero que tampoco se puede considerar de los mejores del estilo. Aún así, buen jueguito para darle de vacaciones si lo pilláis barato.
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