[Análisis] Metal Slug Tactics
Metal Slug es una saga que debería necesitar poca presentación. Es uno de los mayores referentes del género de los Run and Gun en los arcades, con seis entregas desde 1996 a 2006, además de una séptima exclusiva de Nintendo DS (2008) y varios spin-offs o reediciones. Evidentemente, con el avance de los juegos en 3D, lo reiterativo de la fórmula y la caída de las recreativas esta saga perdió buena parte del interés del público, pero aún así dejó tal calado en el mismo que sigue siendo de los representantes más importantes de todo el género, junto a Commando, Ikari Warriors, Contra o el más actual Cuphead.
Y de ahí pasamos a Dotemu, el estudio francés especialista en remasters y remakes que nació... prácticamente cuando la saga Metal Slug estaba dando sus últimos coletazos, pero ha estado dando muestras de un saber hacer muy llamativo, sobre todo estos últimos años, con unos diseños que adaptan a la perfección esos clásicos de arcades a estilos modernos, dejándonos ejemplos como el nuevo Windjammers, Streets of Rage 4, Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder's Revenge... y, ahora, junto a Leikir Studio, nos traen una reimaginación de la saga de SNK adaptada en forma de una mezcla que combina Roguelite y RPG estratégico. Una mezcla realmente curiosa que busca mantener parte de la esencia de la saga original y que está disponible desde hoy mismo en PC, Switch y sistemas PlayStation o Xbox. En Destino RPG hemos podido completarlo en estos días para contaros nuestras impresiones de tan curiosa mezcla:
El general Morden ha vuelto ha escapar de la cárcel y reunido a su grupo de mercenarios con el que ha conquistado Sirocco City. Con el pequeño grupo de guerrilla de los Falcons, el Gobierno Mundial buscará frustrar sus planes de dominación una vez más. Es, básicamente, una historia varias veces contada a través de las diferentes entregas canónicas de la serie Metal Slug, si bien al contar con un elemento Roguelite se han añadido algunas variables diferentes: conforme vayamos superando partidas cumpliendo diversos objetivos, iremos desbloqueando nuevos personajes y también consiguiendo pistas sobre los planes reales de Morgan, por lo que eventualmente podremos hacer una especie de "ruta perfecta" en la que acabamos con cada uno de sus principales colaboradores para dejarle solo y sin ayuda en la batalla final. No es mucho, pero da un poco de más sentido a la repetitividad y simpleza del argumento.
Además, este título nos va dejando perlas aquí y allá, con conversaciones exclusivas si hemos hecho ciertas acciones que nos revelan más detalles del Gobierno Mundial, Morgan y sus seguidores o incluso los propios Falcons, ya que cada personaje tendrá seis charlas exclusivas con diferentes compañeros si les llevamos juntos a una batalla y cumplimos alguna tarea. En la mayoría de los casos no serán más que curiosidades o exageraciones de personalidad cómica sobre cada uno, pero teniendo en cuenta lo parco que era un juego de arcade donde sólo entrábamos a pegarle tiros a todo lo que se moviera, resulta un punto interesante comprender que Marco hubiera querido dejar el ejército, que algún miembro hizo su primera misión sin tener más que el entrenamiento básico, referencias a otras sagas de SNK... Vamos, que no es un título que jugar por su trama, pero todo lo que nos ofrece será una recompensa por el trabajo bien hecho y tendrá su puntillo interesante.
Metal Slug Tactics se juega como un RPG táctico por casillas, pero con elementos Roguelites y mecánicas completamente originales. Elegiremos a tres miembros para la partida de los nueve principales que podremos desbloquear, cada uno con sus propias habilidades y armamento básico, que también podremos modificar si superamos retos o usamos recursos obtenidos en diferentes partidas para que cuenten con otro equipo diferente. Sea como sea la elección, cada aliado tendrá un arma básica (de corta o larga distancia y munición infinita) y otra de mayor potencia, pero con munición limitada. En esa segunda variante habrán metralletas, lanzallamas, láseres, lanzagranadas... cada una con su área de efecto, potencia, balas disponibles, disparos por tiro... Gestionarlas bien será clave para completar las diferentes misiones y derrotar a los jefes del juego. Una vez elegidos los personajes y su set básico, toca decidir qué zona atacaremos primero, de las tres disponibles (desierto, tumbas o jungla, escenarios habituales de los juegos) y ya dará comienzo nuestra partida.
En cada mapa el objetivo será superar tres misiones para que aparezca el jefe de la zona. Estos estarán divididos en diferentes puntos, cada uno con sus misiones y recompensas marcadas. El tipo de misiones será relativamente variado: acabar con todos los enemigos, con ciertos objetivos marcados, sobrevivir un número de turnos, llegar a un punto objetivo, proteger a una unidad, acabar con un convoy antes de que llegue al objetivo... y todas tendrán una recompensa por superarlas, además de otra opcional si cumplimos los objetivos extra. Querremos conseguir todas las recompensas posibles porque con ellas mejoraremos a nuestros personajes, obteniendo nuevas habilidades cuando suban de nivel, mejoras de sus armas, habilidades especiales que activar en ciertos turnos (como sacar tanques, proteger a todas las unidades del año, tener dos acciones...), lo aumentará nuestras posibilidades en próximas misiones y, especialmente, contra el jefe que nos espera.
Esas batallas serán especiales porque pedirán ser muy hábiles con nuestros personajes, puesto que será necesario movernos mucho para evitar sus ataques especiales (muchos de los cuales acabarán con todas las unidades en un área de efecto), protegernos de sus potentes bombardeos marcados y todo mientras no deja de invocar nuevas unidades y queremos causarle daño de forma constante, ya que eliminar a este enemigo será la única forma de acabar el combate. Y, para evitar abusos, sólo podemos realizar un ataque combinado sobre el jefe una vez por turno. Bueno, aquí haría falta qué es eso de ataque combinado y las mecánicas del juego en sí, que son totalmente diferentes a la de prácticamente cualquier otro RPG estratégico del mercado. Por ejemplo, si un personaje muere tendremos la opción de gastar monedas para revivirle como un arcade (marcado por las líneas del trasmisor arriba a la derecha) o contando con dos opciones por batalla para reiniciar el turno y volver a mover a los personajes si creemos que nos hemos equivocado.
En Metal Slug Tactics deberemos mover a los personajes. Mucho. A mayor distancia recorrida en cada turno (contando saltos en plataformas verticales), obtendremos más puntos de esquiva y Adrenalina. Lo primero es clave porque será lo único que haga que nuestro personaje sobreviva a los ataques de los enemigos: cada ataque rival hará bastante daño y nuestros personajes solo tienen 10 puntos de salud, por lo que movernos la máxima distancia posible y colocarnos junto a una cobertura será lo único que nos permita sobrevivir en unos escenarios relativamente pequeños y con muchos enemigos que nos pueden atacar desde diferentes puntos. La Adrenalina es también importante porque será lo que nos permita usar las habilidades disponibles, muy dispares para cada personaje y tremendamente originales para darles un punto extra de personalidad: Tarma será un especialista en la movilidad y esquiva, Nadia invocará robots y colocará minas para ayudarla en combate, Ralf será un especialista en la corta distancia... Alguno puede parecer nos un poco más fuerte que otro (sobre todo si conseguimos sus mejores habilidades avanzando en la partida), pero en general todos serán muy divertidos de manejar.
Otro aspecto clave es el sistema de Sincronía entre ataques. En general, salvo los personajes que usan armas a corta distancia, acabar con una unidad enemiga de un golpe será imposible, salvo que usemos cierto armamento de munición limitada. Por ello, además de intentar mover a nuestras unidades a la máxima distancia posible y buscando coberturas, querremos que se coloquen formando líneas entre ellos, ya que así cuando el enemigo sea alcanzado por un ataque, todos los aliados en línea atacarán también. Esto permite mucha flexibilidad y será de lo más divertido del juego, planteando movimientos en orden para maximizar posiciones de salida y llegada, atacar sólo en momentos justos cuando todos estén aliados y luego ya se muevan de otra forma, gestionando posiciones de salida y llegada para que podamos hacer el mayor daño posible en cada turno, además logrando que nuestras unidades no sufran mucho daño cuando se mueva el equipo rival. Es un sistema muy raro y que cuesta de entender porque es radicalmente distinto a lo habitual de movimiento lento para colocarnos al límite de rango del rival y así poder ser nosotros los que iniciamos la ofensiva, pero cuando te haces a él resulta tremendamente divertido y mucho más dinámico, sobre todo cuando vamos mejorando a nuestros personajes y sus armas o habilidades.
En sí cada intento nos debería durar de una a tres horas, muy variable dependiendo de cuántas zonas limpiamos (podemos hacer de dos a cuatro), lo bien que se coordinen los personajes escogidos, las mejoras logradas... pero en sí será de esos juegos que resultan más difíciles al comenzar, por lo particular del sistema, o por los miniobjetivos y búsquedas de logros que otra cosa, sobre todo para desbloquear recompensas o conversaciones exclusivas entre aliados. En sí tendremos diferentes niveles de dificultad entre los que elegir antes de empezar cada intento, haciendo a los enemigos más duros, fuertes y numerosos a cambio de obtener una mayor recompensa que llevar a casa para desbloquear habilidades o mejoras de equipo, por lo que la duración total del juego puede irse por encima de las veinte o treinta horas, dependiendo de lo que tardemos en superar los retos opcionales para desbloquear a todos los personajes, sus diferentes sets de armas, las conversaciones exclusivas, el final verdadero... Hay muchos elementos aquí para seguir jugando, aunque evidentemente la frescura del título no se podrá mantener demasiado tiempo ante la limitación de escenarios, enemigos, personajes y otros elementos que tampoco podrán cambiar en demasía entre partida. Lo que ocurre con cualquier Roguelite repetible, vamos.
A pesar del cambio de cámara y que pasen de diseños pixelados de vista lateral a una isométrica, el juego resultará tremendamente reconocible, manteniendo diseños de efectos, enemigos, escenarios, personajes, armamento... las animaciones son realmente buenas dentro de la limitación del número de enemigos, personajes y ataques, haciendo que el título sea muy agradable a la vista. La versión que probamos, la de PC, podía tener ciertos problemas de efectos sobre casillas que no combinan bien, que al repetir el turno, ralentización en batallas cuando hay demasiados elementos en pantalla (sobre todo al combinar personajes que dejan clones con los que generan robots y ponen minas), pero son detalles nimios que seguramente serán fácilmente parcheables... en PC.No podemos indicaros si alguno de esos problemas serán algo más persistentes en consolas de la pasada generación o Switch, pero esperamos que no, ya que es un título que debería lucir bien en cualquier plataforma.
En el aspecto sonoro mantiene los temas, efectos y voces (en inglés o japonés) de los juegos originales, lo que es todo un detalle y hace al título todavía más sugerente a nivel de nostalgia. Eso sí, no se han doblado otras escenas como conversaciones con el mando central, entre aliados o tal, solo se ha mantenido lo que había. El título está muy bien traducido al español, con solo pequeños detalles que quedan un poco raros cuando referencian grupos de otros títulos que, como es normal, no son tan reconocibles en nuestro idioma porque no nos llegaron traducidos en su momento, pero por lo demás las explicaciones de las habilidades y sus efectos (con un buen sistema de interfaz sacando minimenús al situar el cursos sobre las palabras clave) están muy bien localizadas. Eso sí, es de estos juegos que resulta un tanto tosco con mando, usando varios botones diferentes para elegir la unidad, el arma activa, la habilidad, el despliegue de menú... Con ratón resulta mucho más simple de jugarse, al menos a nivel personal.
Metal Slug Tactics es un RPG estratégico muy original y divertido que permite tandas de partidas cortas y se centra mucho en la obtención de miniobjetivos. No es un Fire Emblem, Final Fantasy Tactics o cosas así, con una trama que solo está de excusa y acompañamiento, además de considerar que al ser un Roguelite las partidas serán cortan y ligeras, donde la dificultad la decide el propio jugador. Si tenéis claro la clase de juego que es y os llama la atención, os va a divertir durante bastantes horas, todo lo que queráis dedicar a explorar sus desbloqueables, porque es un título muy sólido, diferente y tremendamente satisfactorio una vez comprendes bien sus mecánicas.
Este título está disponible desde hoy mismo en PC, Switch y sistemas PlayStation o Xbox, además de Game Pass. Este análisis ha sido posible gracias a una copia para PC ofrecida por Dotemu a través de Cosmocover.
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