[Análisis] Neon Blood
El ambiente cyberpunk es ya bastante conocido en la industria del videojuego. Ciudades de asfalto plagadas de carteles publicitarios luminosos, población dividida entre trabajadores de las grandes corporaciones que dominan el mundo y el resto, sobreviviendo como puede en un entorno de gran delincuencia y drogas de alto diseño... Es una estética habitual para historias de detectives, mercenarios o agentes de policía acabados, desencantados con la vida, posiblemente anclados en el alcohol, las drogas y un pasado turbulento. Rick Deckard de Blade Runner, Adam Jensen y los Denton de Deus EX, V de Cyberpunk 2077... es la herencia de esas películas o series de detectives de cine negro en las que la misión que entra por la puerta al comienzo de la historia será mucho más de lo que parece.
Bajo esa estética nació Neon Blood, un título de estética pixelart desarrollado por el equipo español de ChaoticBrain Studios que llamaba bastante la atención cada vez que aparecía en ráfagas de proyectos indies que estaban de camino. Este título finalmente llegó a PC, PlayStation 5 y Nintendo Switch a finales del pasado mes de noviembre, con sus versiones físicas y distribución en Europa realizada por Meridiem Games, además de una traducción al español, como no podía ser de otra forma. ¿Tenemos ante nosotros un nuevo RPG cyberpunk interesante que añadir a nuestras listas? Vamos a analizarlo:
Viridis, año 2053. El agente Axel McCoin se encuentra en el momento más bajo de su carrera, torturado por unas jaquecas que le han llevado a recurrir al Spark, la droga de alto diseño que crea altísima adicción y acaba fundiendo los implantes cibernéticos que toda la sociedad usa. El nuevo caso que asola la ciudad es el de la presencia de Robin Slash, una asesina que está acabando con la vida de los principales ingenieros de Nilkcorp, la principal compañía de implantes del entorno que se encuentra desarrollando la nueva generación de implantes y prácticamente domina la ciudad, con una serie de fieles que forman casi un ejército personal.
Así pues, acompañaremos a Axel investigando los asesinatos hasta intentar encontrar a Robin, descubriendo las razones de sus actos y un caso que pondrá en peligro a toda la sociedad, con una trama bastante predecible y, además, muy pobremente contada. Porque el argumento de Neon Blood se mueve a ráfagas, pero sin ningún tipo de elementos accesorios que enriquezcan la historia. Investigamos en lugar del crimen (que consiste en hablar con todos los NPCs y pulsar un botón sobre todo lo que brille), nos moveremos a la siguiente localización (con muchos personajes en el camino que no aportan absolutamente nada y, por alguna razón, múltiples cameos a otros títulos independientes pixelart o juegos cyberpunk) y repetir. Hasta que, eventualmente, ni movernos al siguiente punto será necesario porque buena parte de la segunda mitad del juego tendrá multitud de fundidos a negro y saltos a otro momento que darán la sensación de que se les acabó el presupuesto o tiempo de desarrollo y se ha tenido que improvisar un final a base de momentos sueltos.
Eso tendría más relevancia si al menos la trama tuviera algún tipo de interés o estuviera adecuadamente narrada, pero no es el caso. Neon Blood es, en su aspecto narrativo, tremendamente pobre, con unos diálogos que dejan muchísimo que desear, una ambientación que se queda en la superficie, comentarios fuera de lugar, un ritmo atroz... Casi nada es llamativo aquí, con momentos como encontrar contraseñas que luego no consisten más que en tocar tres ordenadores colocados uno al lado de otros, misiones simplísimas y una toma de decisiones que no son más que responder acertadamente unas pocas de cuestiones consecutivas, con un sistema de prueba y error en caso de que fallemos.
Hay tantos problemas en la trama de este título que casi ni acabaríamos, con momentos espectaculares que saltan sin ningún sentido a otras escenas porque faltan diálogos de por medio, combates interesantes que acaban con un fundido a negro y "Oh, vaya, ha escapado" o "¡Aaah! ¡Mi cabeza!", tenemos periódicos repartidos por los entornos para dar algo de trasfondo pero que tampoco llegan a profundizar demasiado en una sociedad donde supuestamente ha habido una gran guerra en el pasado, donde no sabemos nada de su política, donde el Sol está causando graves daños en ciertas zonas pero por alguna razón en la ciudad principal siempre es de noche... Es como si hubiera una carcasa tomada de "lo que se espera de una historia cyberpunk o neo-noir", pero nadie ha intentado hacer mucho con ella.
Por alguna razón, Neon Blood tiene combate por turnos. Y lo decimos así, porque tiene que ser de los peores sistemas que hemos visto jamás en ese estilo: Axel lucha en solitario (había planes de combates junto a otros compañeros que no se han ejecutado) y podrá usar ataque simple, habilidades (que serán tres: una técnica que aumenta el daño, otra que cura y una que daña y cura a Axel), defendernos y... supuestamente usar objetos, aunque no hay ninguna tienda en el juego donde conseguirlos. Bien, pues las habilidades no tienen ningún coste (es decir, no hay ninguna razón para no usarlas en lugar de atacar) y todo se decide con tirada de dados. Esto hace al sistema absurdamente aleatorio porque... literalmente podremos matar a un enemigo de un golpe si sacamos una tirada alta y sale crítico, podremos ser virtualmente inmortales si la curación se resuelve en una buena tirada (básicamente nos curamos completamente)... o todo lo contrario si es el rival el que acaba sacando crítico y nuestras tiradas hacen que el daño o curación sea de 2-3 puntos. Es un sistema tan básico que no tiene ningún interés... y de hecho no lo tiene, porque no aporta nada: no hay experiencia, estadísticas, recompensas, subida de nivel... simplemente avanzando en al trama se aumenta la tirada general de nuestro personaje (en plan 1D8 sube a 1D10, 1D12...) y su salud. Ya está. Un combate insulso, repetitivo y que perfectamente se podría eliminar del juego base y resolver las situaciones de cualquier otra forma, porque para lo que está...
Al resolver algunas de esas batallas el título nos lleva a un momento de Quick Time Events que resulta en movimientos espectaculares, pero que normalmente no tendrá la más mínima dificultad (salvo en un caso, donde la explicación no indica de ninguna forma que hay que aporrear el botón en lugar de pulsarlo) porque se nos deja un tiempo sobrado para ejecutar la acción requerida y, además, se recarga la partida automáticamente si fallamos una ejecución. De hecho, el sistema de guardado es también bastante malo, ya que el juego sólo tiene una ranura de partida pero no hay guardado manual, así que si nos detenemos en algún momento inadecuado podremos perder en torno a 10-20 minutos de partida porque el único guardado automático (que raramente nos avisa) se hizo en otro punto. También hemos indicado previamente que hay partes de investigación criminal, pero tremendamente sosas: hablar con todos los NPCs, tocar las pistas indicadas y ya. Eventualmente obtendremos la opción de generar un área a nuestro alrededor que revela el luminol para seguir pisadas o puntos donde hayan podido tocar los criminales, pero será un sistema muy simplón que, además, habrá que hacer bien sí o sí, ya que (salvo ver los periódicos) no hay nada opcional que aporte algo en el juego. No hay misiones secundarias, no podemos hacer mejor o peor las investigaciones, no hay combates secretos... No hay nada. Es un título que acabamos en tres horas y que ni ofrece opciones para rejugar, ya que no hay razones para ello en términos jugables o argumentales y, además borraríamos la partida que ya hemos completado.
Lo único en Neon Blood con un buen nivel es su apartado visual: un pixel art interesante, fondos y personajes que reflejan bien una sociedad de este estilo o, por supuesto, esas pequeñas partes animadas por el estudio Sunshine que son dignas de una serie de cierto calibre. Eso sí, son pinceladas: buena parte de los personajes contra los que nos enfrentamos son repetitivos, no recorremos mucho escenarios diferentes (de hecho, algunos se notan más vacíos o incluso repetidos) y las animaciones de combate son básicas. De hecho, resulta un tanto frustrante ver en las QTEs multitud de acciones diferentes que se podrían hacer pero nuestro personaje y sus enemigos lo único que hacen es disparar. También tenemos que indicar que actualmente existen bugs, que nos obligan a recargar la partida y nos hacen perder varios minutos por lo que ya explicamos del sistema de autoguardado tan errático.
La Banda Sonora del juego es adecuada, aunque tampoco excesivamente variada dada la duración del título. La elección de sonidos es bastante simple, recurriendo al habitual sonidillo repetitivo para aderezar las conversaciones al estilo Animal Crossing, pero la verdad es que no aporta mucho porque no tiene diferentes entonaciones con cada personaje. La traducción al español es correcta, como sería de esperar, pero tampoco es que mejore mucho la experiencia debido al pobre nivel general de los diálogos.
Nos duele decir esto, pero Neon Blood se estrella en prácticamente todo lo que intenta. Es malo en su argumento, malo en su ritmo, malo en sus diálogos, malo en sus combates, malo como RPG, malo en su sistema de evolución, malo como juego de investigación, malo en su sistema de guardado, pobre en duración... Es como si se hubiera presentado una demo con su ambiente, planteamiento y apartado técnico, pero luego nadie tuviera la más mínima idea de qué hacer para realizar un juego de ello. Nada aquí funciona o es interesante: hay un buen apartado técnico si no escarbamos mucho... y ya. Literalmente podríamos decir que algunos de los títulos que jugamos hace una década cuando intentamos completar los considerados como peores RPGs de la historia son mejores que este juego. Es delirante que esto haya salido adelante y esté a la venta en las tiendas en el año 2024, porque lo que tenemos es digno de un Acceso Anticipado en el que habría que eliminar de un plumazo todo el sistema de combate actual y hacer algo con ello, además de intentar escribir una historia que no parezca digna de un adolescente que usa fundido a negro cada vez que no sabe cómo seguir.
Y nos gustaría decir otra cosa porque viendo sus tráileres e imágenes tenía buena pinta, pero es que no podemos alabar prácticamente nada en tal desastre. Esperamos que con el tiempo puedan alterar lo suficiente el título para que sea más potable (como se ha hecho con YIIK) o por lo menos no se decepcionen y puedan aprender de esto, para que a la próxima puedan pensar mejor en intentar hacer una historia y un juego que sea divertido en el proceso. Porque lo que está claro es que, actualmente, Neon Blood puede ser perfectamente de los peores juegos que hemos probado este año... y ya habéis leído que tampoco hemos tenido buenas palabras con bastantes títulos últimamente. Neon Blood está disponible en PC, PlayStation 5 y Switch, con edición física para consolas distribuida por Meridiem Games. Este análisis ha sido posible gracias a una copia ofrecida en nuestro Mentor de Steam.
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